.... Azkaban siempre será testigo de nuestro amor, Harry.
todos los personajes de Harry Potter y su mundo son de la propiedad de J.K Rowling. por lo tanto no me pertenecen.
A la mañana siguiente, y posterior a la noche que habían pasado los dos individuos. Draco Malfoy abrió los ojos y se topó con un nido de pájaros recostado en su pecho.
Sonriendo y recordando lo que había pasado la noche anterior, Malfoy acarició el pelo de Harry.
El león yacía tranquilamente dormido, su respiración era algo pausada, su mano reposaba junto a su cabeza en el pecho de Draco, y sus piernas enredadas contra las de la serpiente.
— Potter…— dijo con su voz ronca —, Potter. Vamos debes irte o los dementores se darán cuenta de que estás aquí. Potter. Cielos, aún tienes el sueño tan pesado como recordaba.
Harry gimió con pesadez, y cuando recordó lo que pasó abrió los ojos de golpe.
— ¡¿Qué, qué pasó ayer, Malfoy?! — gritó separándose de Draco —. ¡Contesta!
— ¿Qué no es evidente? — preguntó el contrario y recorrió el cuerpo desnudo de Potter —…, pasamos la noche juntos, Potter.
— Mierda, mierda, mierda — dijo Potter repetidamente —. Ginny, traicioné a mi mujer...la traicioné. Me va a matar cuando se entere, esto es lo que ella temía. Si se entera no volverá a dejarme ver a los niños y mucho menos verla a ella..
Draco sólo lo escuchaba, no producía ni un sólo sonido, sólo su respiración se escuchaba.
— Tranquilízate, Harry, toda va a estar bien — habló, luego de unos minutos y Potter lo miró como si fuese el mismísimo demonio.
— ¡¿Qué me tranquilice?! ¡¿Todo va a estar bien?! — gritó histérico — ¡¿Te parece que haber engañado a mi mujer estuvo bien, grandísimo cretino?!
— Pero, ella no se debe de enterar, si eso es lo que te preocupa. Le puedes mentir y listo — propuso Malfoy.
Una risa despectiva salió de Harry, y le pegó una cachetada a la serpiente. Quién lo miró impresionado.
— …, Ginny, siempre, SIEMPRE; sabe cuando miento. Ese es su don especial. No le puedo mentir, eso tenlo por seguro..., Hermione, iré donde ella hasta estar más calmado y luego voy a casa..
Harry se visto y volviendo todo a su lugar se fue. Iría a la casa Granger-Weasley.
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La puerta de la casa Granger-Weasley sonaba sin parar. El joven matrimonio estaban fundidos en un pesado sueño, bueno, en realidad Ron lo estaba.
Hermione se sobresaltó un poco, y poniéndose su bata mientras salía de la habitación, fue hacia la puerta. Frente a ésta estaba Harry con los nervios carcomiendo su mente.
— ¿Harry? — preguntó confundida —. ¿Qué haces aquí? Son la siete de la mañana.
El de lentes pasó a la casa y ella cerró la puerta, no aguantándose más, Harry lloró.
— ¿Qué tienes, Harry? ¿Te sientes bien? — él negó — iré a llamar a Ro..
— No, Mione. Por favor no lo hagas.
— ¿Qué te pasa? — dijo tomando su varita y lanzando varios hechizos protectores, habló —: cuéntame lo que te pasa, prometo no decirle nada a Ginny o a Ron.
— Engañé a Ginny — confesó Harry, y Hermione lo miró con los ojos muy abiertos —. La engañé, y lo peor es con quién.
— ¿Con quién la engañaste, Harry?
— Malfoy...— masculló él —, la engañé con Malfoy y todo por saber algo sobre su juicio.
— ¡¿La engañaste por un maldito juicio que sucedió hace más de casi diez años, Harry James Potter?! — preguntó ella con enojo.
— Si — aceptó —. Pero, es que.., él me dijo algo que me dejó confuso, Malfoy me dijo que Ginny, mi esposa, la Ginny que es tú amiga y comadre; testificó en su contra.
Hermione cada vez se sentía más confundida, el enojo se fue de ella. No entendía nada.
— …¿Me estás jodiendo, cierto?
— No, Hermione. El mismo Malfoy lo confirmó no tan claro, pues, Ron lo interrumpió en el momento que lo iba a decir. Pero, usó las palabras precisas para saber qué era de ella de quién hablaba. Dime, ¿qué Weasley querría ver a Malfoy hundido?
— Ninguno — contestó Hermione —. Ni siquiera Ronald, la única de los Weasley que odia a Malfoy es....— jadeó mientras se cubría la boca y miró a Harry con sorpresa.
— Ginny — dijeron los dos.
— Hermione, ¿entiendes lo que esto significa? — cuestionó él —. Ginny hizo todo lo posible para dejar que Malfoy se pudriera en azkaban. Ella lo odia, lo odia demasiado.
— Pero entonces, si fue ella. ¿Por qué nunca te dijo nada? ¿Acaso sabías sobre eso? O ¿Recuerdas algo más, que se te allá pasado?
— No...no recuerdo nada, sabes que desde el accidente donde me golpeé la cabeza y terminé con una leve perdida de memoria, no recuerdo mucho. Y realmente no recuerdo casi nada del juicio de Malfoy, ni siquiera lo que te testifique.
Hermione se quedó procesando todo, ella debía descubrir la verdad. Lo haría o sino, se dejaría de llamar Hermione Jean Granger.
— ¿Alguna..no sé, actitud extraña en ella?
— Si, aveces divaga cosas poco entendibles. No sé, es algo extraño... también cuando me da galletas por ejemplo, me siento mareado y más bobo que de costumbre.
Hermione sabía lo que significaba lo último, pero no le diría lo que pasaba a Harry. No, hasta reunir todas las pruebas necesarias.
— Bueno, creo que me iré, Mione — dijo Potter y ella quitó todos los hechizos —. Nos vemos en la madriguera, recuerda que será el cumpleaños de Bill.
— Adiós, Harry — dijo cerrando la puerta — amortentia... Ginny le está dando amortentia..
