P.O.V Kara Danvers.
La sed me despertó, mi boca estaba completamente seca y el dolor se extendía por mi cuerpo como una corriente eléctrica en mis terminaciones nerviosas. Me removí en esa cómoda cama y abrí lentamente los ojos, Lena estaba sentada en un sofá de terciopelo negro, tan profundo y acogedor como un abrazo, Frente a él, una mesa de centro de cristal ahumado refleja la luz y los objetos decorativos que descansan sobre ella, creando un efecto de multiplicación que fascina la vista. Ella tomaba whiskey y me miraba con una ceja levantada, no reconocía el lugar.
- ¿Me estas mirando dormir? - Pregunté con un hilo de voz - ¿Dónde estoy Lena?
Ella se levanto y tomo un vaso de cristal de la mesa de noche, lo lleno de agua y me lo ofreció como si leyera mi mente.
- No te miro dormir y te encuentras en mi casa – respondió como si nada, pero esta definitivamente no era la casa que yo conocía y claro que me estaba viendo dormir como una acechadora.
Internamente sentí ganas de reír. Este lugar era sofisticado y elegante, pero también frio, carecía de esa calidez tan propia de Lena. El mármol negro de vetas blancas que se extendía por toda la habitación le daba aires de mausoleo. A mi alrededor, las paredes de cristal desaparecían, dejando paso a una vista panorámica de la ciudad que se ampliaba a mis pies, cuando me levanto débilmente, como un mar de luces y colores.
Unas cortinas de seda blanca y negra, enmarcadas por delicadas borlas doradas, se ondulan suavemente con la brisa que entraba por las ventanas, creando un juego de luces y sombras que hipnotiza la mirada. La luz natural se filtraba a través de ellas, bañando la habitación en un halo de calidez que contrasta con la elegancia sobria del mobiliario.
- Supongo que prefiero la otra - digo escondiendo mis emociones y pareciendo neutral.
- ¡Deberías recostarte! – Ella ocultaba la mirada – perdiste mucha sangre y no quiero que mueras en mi cama.
Me acerco desde atrás y coloco mi mano en su cadera, ella tiembla.
- Mírame – ordeno suavemente.
Ella se voltea y me encara, sus ojos son una mezcla de rabia y preocupación... me odia, pero no quiere que me muera, supongo.
- Mira no quiero hablar, solo recuéstate y descansa – dice apartándose de mí.
- Me iré, así no tienes que verme – susurro tan bajito que ella no parece escuchar.
- Disculpa, ¿Qué dijiste? – pregunta viéndome desconcertada.
Suspiro pesadamente, me enfada que este tan cerca y tan lejos.
- Me iré, así no tienes que verme – esta vez mi voz es normal.
Ella se ríe, una carcajada llena la habitación. Creo que soy responsable de volverla loca a Lena Luthor, sino que otra explicación existe para este comportamiento, regresa por el vaso de whiskey antes olvidado en la mesa y toma completamente el liquido ¡Así que necesitas valor liquido Luthor! Pensé... me mira jugando con el vaso en sus manos.
- No, tú no te vas – se acerca y cuando esta a escasos centímetros de mi coloca su mano alrededor de mi cuello – tu Kara Danvers eres mía, para hacer lo que yo quiera.
- Me quiero ir – digo intento zafarme de su agarre con rencor.
- ¿Kara debo encadenarte? – dice levantando la ceja y la severidad en sus palabras me hela la sangre, la miro con un atisbo de incertidumbre – estoy dispuesta a hacerlo así que no juegues conmigo.
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Mas allá de la razón
FanfictionLena Luthor, artista plástica de renombre, se encuentra en un torbellino. La muerte de su hermano la ha sumido en el dolor y la responsabilidad de criar a sus dos sobrinos recae sobre sus hombros. A la vez, debe lidiar con la presión de mantener a f...