21. Venus

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P.O.V Kara Danvers

Amaba la manera tan efusiva en la que Lena se enojaba, cuando esa loca mujer arqueaba la ceja, sabía que estaba en problemas y era simplemente emocionante, mis mejillas estaban sonrojadas y las mariposas en el estomagó eran como la vibración de un tambor de guerra... sonreí ante la idea que se gestaba en mi cabeza, después de todo nada grita amor como un secuestro.

Camine pausadamente a la sala, donde mi familia se encontraba reunida, la pasividad de la noche era refrescante, cuando llegué Kate estaba dejando limpia a Sam, jugando jack black Kate era campeona, no sé porque Samantha insistía en jugar con ella.

- ¿Kara necesitas algo? – Sam se levanto con preocupación.

Alex quien se encontraba a su lado, en el amplio sofá me miraba con reproche.

- Una paliza al parecer – respondió mi dulce hermana.

- Kate toma a Juliano también a Seamus y traeme a Lena – mi orden fue serena y tranquila, sin embargo mire a Alex retándola a decir algo.

- Parecía enojada cuando se marcho, no creo que quiera venir – dijo Kate inocentemente sin comprender la naturaleza de lo que le estaba pidiendo.

- Kate, si es necesario amordázala, átala y tráela de vuelta – esto me ponía impasible.

Sam y Alex me miraron con la mandíbula desencajada, ¿en serio después de todo les parecía extraño que ordenara un secuestro? Reí ante la idea.

- Sam le explicas a mi demente hermana las implicaciones de secuestrar mujeres? Al parecer no lo tiene claro.

- Ella es mía, así que no te metas Alexandra.

- Tú sabrás Danvers...

Kate se levanto en silencio y se marcho sin más, Sam algo ofuscada lanzo las cartas sobre la mesa y bebió su trago de un sorbo. Yo me dirigí a la cocina y pedí que nos sirvieran en la habitación, una bandeja de quesos, fruta fresca y chocolate.

No entendía ¿por qué hacían tanto drama? mi cuerpo estaba perfecto, ni siquiera sentía tanto dolor, y Lena, mi dulce y loca Lena, tu tendrías tu merecido por abandonarme, mordí mis labios, estaba tan jodida por ella, mi mujer me tenia bailando en la palma de su mano.

Atravesé el largo pasillo que daba a la vino teca, mi colección privada incluía botellas con más de cien años y ya que hoy estábamos celebrando una ocasión especial opte por la elección correcta, un Château Margaux 1917, un vino tinto de sabor complejo y seductor.

Decidí regresar por donde había venido, preparar una cita romántica en treinta minutos debe ser alguna clase de record, llegue justo para ver como el elevador se abría dejando salir a Kate y Seamus quien tenia a Lena sobre sus hombros como un adorable saco de papas, jum eso también debía ser un record, Lena tenía los ojos encendidos de furia, era tan malditamente sexy.

- ¿Dónde la quieres Kari? – sonreí

- Señorita Danvers toda está como lo pidió – dijo el jefe de cocina.

Parecía que esta noche todo jugaba a mi favor, todo cayendo del modo correcto y en el momento justo. Alex y Sam miraban la escena con diversión, no podía leer sus mentes pero tenía muy claro que apostaban a que Lena me daría una paliza.

- Juliano llévala a mi habitación – camine en la misma dirección, el ambiente se encontraba enmudecido, salvo por las quejas ahogadas de Lena.

El enorme hombre solo la deposito delicadamente en mi cama y se marcho a toda velocidad, la percepción era que se desataría el pandemónium, pero yo sabía muy bien como doblegar a mi chica. Me lanzo una mirada como puñales asesinos, solo le sonreí y mordí mis labios.

Mas allá de la razónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora