Mas allá de la razón

22. Mas allá de la Razón

P.O.V Kara Danvers

Amar implica valentía, rendirse ante ese torbellino de emociones que nos envuelven requiere una cantidad de coraje desprovisto de límites. Amar a Lena Luthor era mi mayor acto de rebeldía, había cambiado el curso de las estrellas solo para tener una oportunidad de vivir a su lado. Vi directamente a los ojos de la muerte y no existía miedo más grande que dejarla, ahora que la miraba dormir serena y tranquila en mi cama no había una palabra que pudiera definir lo que sentía, pero si una se acercaba seria plenitud.

Me escabullí al baño en silencio, durante las últimas dieciocho horas fui incapaz de dormir, mi necesidad de ella era mas grande, como un fuego que me consumía desde adentro, y la ame, cada centímetro de su piel, cada lunar fue besado y con gemidos versamos al amor, desprovistas de miedo, de rabia, solo eran nuestros cuerpos y la devoción que nos impulsaba. Sin embargo para empezar mi vida a su lado limpia debía terminar de una vez por todas mis asuntos con viejos monstruos.

Deje que el agua recorriera mi cuerpo, sintiendo como mis fibras y el cansancio eran restaurados, me permití disfrutar este momento tan mío, mis pensamientos y yo... Una última batalla me esperaba, sin duda la más difícil de todas, después de todo, aquellas personas que mas amamos son las que nos destruyen.

Me vestí de con mi traje negro, de cierta manera iba a un funeral. Camine en silencio por el pasillo que daba a la sala y allí como un ejército yacía mi loca familia. Alex se levanto al verme...

- ¿Kara es hora? – su voz era presa de la incertidumbre, aunque sabia que padre no moriría, su destina no menos alentador.

Me acerque a mi hermana y tome su rostro en mis manos y deposite dos tiernos besos en sus mejillas.

- No tengas miedo Alexandra, al lugar adonde va no podrá hacer más daño.

- Lo sé cariño, pero me fuese gustado un desenlace diferente.

- Algunos monstruos están mejor encerrados el armario.

Ella me abrazo, con uno de esos abrazos que te recargan la energía. Suspire absorbiendo su olor a vainilla y amor, luego de darle una sonrisa me encamine al sótano donde estaba Padre.

- ¡Kara espera! – ella me detuvo con voz vacilante – si quieres puedo ir contigo.

- Alex se que tomas en serio tu rol de hermana mayor, pero esto es algo que debo hacer sola, además el no me dañara.

Continúe mi camino cuando llegue ante aquella pesada puerta mi mano estuvo en el pomo por incapaz de entrar, mi mente aun tenia fresca la sonrisa de Padre al jalar el gatillo que casi sesga mi vida para siempre. Reuní mi valor y entonces atravesé aquél umbral de dolor.

- ¡Oh Kara, pero si sobreviviste, una Danvers en toda ley! – su risa burlesca y su mirada llena desprecio fueron justo lo que se podía esperar de El.

- Lamentablemente para ti padre, estoy aquí de pie frente a ti – lo mire directo a los ojos – jaque mate.

- ¿En serio crees que esta es tu victoria? – escupió el suelo – no te crie como a una ingenua Kara.

- Padre nunca quise que las cosas fueran de esta manera, pero no me dejaste más opciones, tu eres como una oscuridad que debía ser erradicada.

- Yo soy tu padre maldita muchacha, todo lo que crees tener es porque yo te lo di.

- Te equivocas – lo mire con el amor y la paz envolviendo mi corazón – pero te perdono, perdono todo el dolor que tus golpes me dejaron, te perdono aquellas noches encadenada en la mazmorra de tu casa, te perdono el hacer de mi un demonio que durante mucho tiempo se sintió no merecedor de amor.