Capitulo 11

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¿ Cuál es el punto de seguir tú propio camino cuando la pvt4 vida termina haciendo lo que le plazca? Camus miró con un gran sudor deslizándose por su cabeza. No muy lejos de él, montando su  dragón blanco se encontraba su esposo y principe, Degel Verseut. Que hasta el momento no se había percatado de su presencia

- JAJAJAJA vamos ,que no te sorprenda lo eclenque que puede llegar a verse, éste muchacho puede lidiar con díez de ustedes juntos.


Camus volteó a ver con expresión deprimida al gran hombre a su lado que en ningún momento había dejado de alabar su fuerza en batalla, descubrió que su nombre era Aldebarán y también se trataba de un guerrero normal y corriente. En el Reino de Mahelia había 3 clases de habitantes, en primer lugar estarían los de sangre pura, estos en su mayoría abundan entre la realeza debido a su extraña naturaleza, son los únicos que pueden atravesar y alcanzar la transformación completa de un Dragón. Es Natural que fueran los más poderosos y fueran los primeros en ser enviados al frente.

En segundo lugar estarían los híbridos que solo podrían transformar sus cuerpos humanos a semidragones, su apareciencia no cambiaría mucho pero su lado bestia lograría sobresalir. Cómo Degel aquella noche cuando lo atacó y eligió hacerlo en su estado semihumano, Camus supo de primera mano lo aterradores que podrían llegar a ser estos. Generalmente  poseerian altos rangos entre la nobleza. Cómo comandantes y subgenerales. Son considerados poderosos guerreros de élite.

Y por último estarían los guerreros como Aldebarán, gente normal sin poder ni capacidad pero que ha sido instruido con negligencia. El buen Aldebarán al principio se sintió muy deprimido de ser convocado al frente pero cuando encontró a su amigo "Un pura sangre perteneciente a la familia de los dragones rojos" pensó que este era Dios ayudándolo

Palmeó el hombre de Camus y habló

- No te alejes de mi amiguito



Camus lo miró con expresión de gatito apaleado, su casco que le quedaba algo grande cayó y cubrió sus ojos, rápidamente los acomodó y redirigió su vista al frente pensando:

"Aldebarán mi buen amigo, no te escondas detrás de mí, si lo haces te verás como un toro intentando esconderse detrás de un bambú ¡ Me van a partir en dos!"



El sonido de una trompeta se hizo escuchar a lo lejos y de inmediato los tambores resonaron a su vez que los guerreros se situaban firmes y expectantes para la contienda. Camus lucía pálido y podía jurar que su corazón iba más rápido que el golpeteo en esos tambores. Nunca había estado ni mucho menos presenciado una guerra.

Miró de reojo a Degel quien al frente permanecía imperturbable, como si nada en el mundo pudiera alterarlo. Camus no pudo evitar pensar en lo majestuoso que lucía y lo acostumbrado que debía estar a estas cosas como para ser capaz de mantener tal templanza en medio de todo el caos.

- ¡ Guerreros!- Un subgeneral al lado de Degel gritó- Prepárense

Camus tragó saliva con fuerza, sostuvo su espada y vió que su propia espada temblaba como gelatina, a lo lejos lograba verse las llamas arder y teñir el cielo de naranja. El ejército del país de la llama había llegado


Camus vió a Degel posicionar su casco y chasquear la lengua a su montura, consecuentemente el dragón blanco batió sus alas y avanzó un par de pasos para después salir disparado hacia los cielos. Todo el movimiento fue rápido pero para Camus fue sumamente hipnotizante. El pensó con tristeza: ¡ incluso si no fuera tan cabron, probablemente pensaría que te vez bien!



- Enfócate muchacho ¡detrás de mí! Ahí vienen.


Quizás fuera porque notó su nerviosismo, Aldebarán lo protegió en todo momento. Camus, que jamás había manipulado una espada en su vida la blandió sin cesar. Mientras lo movía sin dirección fija sintió la carne ser cortada, de inmediato sintió pavor y dejó caer su espada descuidando fatalmente su frente, Aldebarán que lo venía vigilando rápidamente se lanzó a contraatacar a la persona que perseguía la vida de Camus, empujó al cuarto príncipe y degolló al guerrero que lo perseguía. Luego fue a pelear contra tres más, no sin antes gritarle con furia a Camus:

- ¡¿ Qué estás esperando?! ¡ Conviértete de una buena vez!


Camus dijo

- Si ,si

Y asintió, segundos después salió corriendo como alma que lleva al diablo.

" Demonios, yo no soy bueno para estás cosas, perdóname Aldebarán, pero será mejor que no te estorbe"


Aldebarán que vió su espalda correr y perderse a lo lejos:

-......



La batalla fue feroz y toda Mahelia se encontraba en caos, mientras corría Camus escuchó los rugidos de dos feroces bestias en los cielos. Para su sorpresa cuando miró hacia arriba, descubrió que llovía.

Un tanto de hielo y fuego, para Camus fue irreal ver cómo llovía hielo y fuego

Detuvo sus pasos y de inmediato reconoció la figura de un inmenso dragón entre las nubes, un dragón con escamas verdosas y celestes. Camus recordó las escamas que noche anterior habían cubierto parte del rostro de Degel. Entonces ese Dragón gigantesco... Debería ser Degel

- ¡Niño ten cuidado!

Un soldado lo empujó y de inmediato una bola de fuego lo envolvió, Camus vió anonadado al soldado siendo quemado vivo entre las llamas

Retrocedió y sus pasos fueron inestables, una espada lo cortó por detrás cuando volteó, un guerrero del norte ya había asesinado a la persona que lo cortó

Ésto era la guerra, Camus miró por todas partes, El principe heredero es el primero en ser enviado a combatir. Ha perdido hermanos y amigos, lo han lastimado y ha lastimado.

Camus se sintió decepcionado de si mismo al pensar que una vez deseó que su matrimonio con Degel fuera uno normal.

Degel fue entrenado para ésto y jamás, jamás lograría ser alguien normal. Era una bestia de pelea, diseñado para acabar con sus enemigos. No tiene tacto y mucho menos tiene sentimientos. Más que una persona era la máquina asesina que siempre aseguraba la victoria de toda Mahelia.

















Continúa parte 12...








Explota en la Sangre (DegelxCamus)Where stories live. Discover now