❝ Me llamo Jungkook, yo soy tu omega y tú eres mi alfa ❞
Jungkook siempre amó a su alfa desde que supo de su existencia, no le importaba ser mayor que él ya que ambos se quieren mucho y prometieron ser alfa y omega desde que tienen uso de razón, nad...
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Habían pasado tres tortuosos días, tres lamentables días, en los cuales no pudo ver ni hablar con su omega.
Sinceramente el pequeño alfa ya se estaba preocupando por su omega, quería verlo, ansiaba verlo, su papá le dijo que podía verlo cuando estos tres días pasaran y estos ya se habían cumplido, ahora solo quería ir a visitarlo, ayudarlo por si necesitaba algo.
Sus papás le habían dicho que el primer celo era el más doloroso y eso solo lograba preocupar aún más al pequeño alfa.
Luego de una intensa sesión de convencimiento por parte del menor a sus padres, pudo lograr que estos se comunicaran con los padres de su omega para ver si estaba en condiciones para irlo a visitar.
Grande fue su alegría cuando estos aceptaron pues ya habían pasado los tres días, y su hijo mostraba mejoría, decidieron que no habría problema que el pequeño alfa viniera.
Y así fue como en menos de media hora Taehyung se encontraba en aquella sala de la casa ajena, esperando que Hoseok hyung bajará de revisar a su hijo para informarle que el pequeño alfa se encontraba ahí.
Jungkook quien se encontraba más calmado, asintió, aunque por dentro su lobito estaba más que emocionado de por fin ver al alfa por quien había pedido todo ese tortuoso celo.
En menos de dos minutos ya el alfita se encontraba abriendo la puerta luego de que el adolescente diera su aprobación.
Para lo que Taehyung no pudo prepararse fue que el aroma a vainilla lo golpeara de lleno a penas al entrar, era sumamente delicioso, tampoco pudo prevenir a cierto adolescente abalanzandose hacia él, con ojos brillando en amatista.
— Alfa, mi alfa vino por mí — Jungkook -o más bien su lobito- empezó a restregarse contra el menor, enterrando su nariz en el cuello del alfa, para aspirar profundamente ese aroma suave a chocolate ¡Simplemente delicioso! — Alfa... Ven mi alfa.
Taehyung estaba un poco confundido con el comportamiento del contrario, el menor siempre lo abrazaba y mimaba al llegar, pero estaba vez era un poco diferente.
Se dió cuenta de que no era completamente su Jungkook, pues al separarse pudo ver los hermosos ojos morados de su amado, era tan bonito, concluyó que era el lobito en sí de su omega y estaba más que encantado con eso.
Jungkook lo tomó de la mano para llevarlo a su cama, donde se encontraban varias prendas del adolescente, con unas cuantas más grandes -de sus padres- puesto que el mayor no poseía alguna de su alfa y el aroma de sus padres logró reconfortarlo.
— ¿Te gusta mi nido alfa? — muy emocionado preguntó el lobito, antes de entrar en él.
— Es muy bonito omega — el mencionado se regocijo ante la afirmativa de su alfa.
