sociedad

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Armin no era alguien de la alta sociedad como lo dirían los más antiguos, sin embargo mantenía una gran amistad con la actual " reina de las murallas " gracias a sus mejores amigos Eren y Mikasa. Tuvieron el privilegio de conseguir un puesto como  damas de compañía, solo que dos eran hombres. 

Él ni tenía idea de como ni cuando lo subieron de puesto a ser como un hermano para la reina Historia, sirvió el té en dos vasos de porcelana dando pase a la hora del té. Tomó asiento a la derecha de su reina, ninguno emitía ni una sola palabra. Mientras la pelinegra peinaba el fino cabello de su soberana esta solo mantenía la mirada perdida. 

—Se encuentra bien? — preguntó Armin.

—Solo estoy cansada,  los preparativos se están preparando desde muy temprano — respondió.

Los tres amigos se miraron de reojo tratando de encontrar una respuesta, algo que claramente Historia notó al mismo tiempo que soltaba un risa por debajo. La familia Reiss no tuvo ninguna fiesta después de la muerte del ataque a la familia real, esos bailes sin duda era el desagrado de su padre, aunque para sus hijas y sirvientes eran el único día en donde la mayoría podría divertirse o irse a sus casas y tener un buen sueño. 

—Entonces tendremos que prepararla para la noche — agregó Mikasa.

—Espero que vengan chicas lindas y no las que hay dentro de este castillo — 

—Estás diciendo que Mikasa te desagrada? —

Los muchachos no tardaron el dirigirse a la habitación de Historia con su consentimiento, el vestido de finas telas y blancos bordados, su piel blanca hizo resaltar los encajes y la tela negra llamativa, como una muñeca recién hecha. Armin acomodó el cabello de la rubia mientras pasaba el peine por el suave cabello de la majestad, Eren le retocaba las uñas y Mikasa atendía las cartas pendientes. 

Pero una resaltaba más que las otras por su caligrafía bien hecha, no obstante ella no podría reconocer de quién vino ese papel. 

—Mi señora, esto es irreconocible —

—Dámela, ¿ Llegó una de Ymir? —

—Ninguna —

— Odio a esa zorra —

Los amigos rieron al saber sobre el amorío que ellas dos ocultaban, al igual que el dúo todos ya tenían un amor que ofrecer y recibir, por otro lado Armin seguía en su mundo, sin las cualidades ni el mejor físico estaba resignado a solo ser el tercero débil, era un ser condenado a fracasar en el amor y en ser afable. 

— Esta carta es de la princesa de Marley, aceptó la invitación de nuestro armisticio —

— ¿Significa que el baile es por la alianza con ellos? País de xenofóbicos y aporofóbicos —

— Se más educado con tus palabras Yeager — finalizó Historia.

Los muchachos se miraron con sorpresa ante tal reacción inesperada, el lazo debió ser muy fuerte como para considerarle alguien muy importante para la reina, sin embargo Eren siguió su orden a regañadientes y el ceño fruncido, mientras que las horas pasaban el cuarteto no terminaba con sus labores. El sonido de la orquesta retumbaban en el palacio, tan rápido calló el sol como lo que canta un gallo.

—¡Rápido chicos, ustedes serán mis representantes! —

Obedecieron sin rechistar adelantándose a la mención de su amiga a la que darían pase y mención, veían a todo tipo de gobernantes en el castillo. Duques, marqueses, condes, etc. Todos con sus representantes y gente que conocían, los sirvientes de otros pueblos y países.

Entre todos a excepción de los Marleyanos, la Princesa quien vino con su Duque y un acompañante. Los muchachos miraron con incredulidad ante tal alianza con dos linajes tan incompatibles, sin duda son rostros no familiares para todos que se encontraban con la mirada depredadora y llena de dudas. Que más podrían esperar de una reunión hecha por la soberana.

La Reina se hace presente ante este excitante reencuentro y pacto entre dos terrenos enemigos y ahora aliados ❞

La fría fiesta dio palmas ante las dos figuras importantes siendo seguidas por sus fieles acompañantes, era obvio el aire de superioridad en el ambiente, no era el momento ni la escena. Pronto la extranjera se hizo un corte en la palma siendo seguida por la reina de Paradise para luego estrechar las manos, ambas mangas de los vestidos fueron manchados de sangre de la otra, pero rápidamente fueron atendidas para vendar la herida.

— No pensaba que tendrías agallas para hacerlo, Reina de Paradise —

— ¿Me subestimas Marleyana? —

— Creo que es muy obvio —

Eren bofeteó la visitante haciendo quedar a todos estáticos, por suerte estaban detrás del gran y rojo telón. La dama sintió su mejilla arder mientras veía como su Escolta Porco y su Duque Nicolo, siendo Mikasa quién defienda a Eren junto con Historia.

— ¡¿Que nos les da vergüenza montar este teatro?! 

Los jóvenes se miraron entre sí deteniéndose ante las palabras del calmado rubio, este guio a su superior dejando de lado al resto perplejo, tenían la mirada del resto puesto en sus cuerpos . Quien diría que un sirviente tuviera del descaro de pasar a la pista de baile siendo acompañado por una de la familia real. Un completo circo, aunque Armin sea un fiasco para el baile apegó el cuerpo de la femenina hacia su torso. Cerca de ellos habían juglares marchitos, aquellos que son obsesionados por tener una amistad con los reales y que llegan sin la esperanza de casarse con uno. 

Los pasos del varón eran torpes y cortos, siendo el hazme reír de los presentes lo que él pudo notar, sintió sus mejillas y su rostro acalorándose mientras que los latidos de su corazón iban aumentando, con el poco valor que tenía solo obtuvo la dedición de irse corriendo dejando sola a la distinguida.

Él se sentía incomodo con las fiestas y mucho más cuando está solo, ha pesar de tener la iniciativa de dejar la vergüenza, no puede evitar considerar absolutamente todos los comentarios negativos respecto a él. Mayormente siempre era acompañado por Eren o Mikasa, sin embargo ninguno de ellos se encontraba con él en ese instante 

—¡Que mierda hiciste Armin! —

—N-No lo se... Necesito un vino.

Una, dos, tres, cuatro copas de vino bastaron para embriagarlo, sus ojos nublados y la mirada perdida indicaba que había hecho efecto, por otro lado sus dos amigos estaban compartiendo algunos pequeños aperitivos, era sinónimo que habían hecho las pases.

Todo era tan confuso para él, prontamente o al menos, se dio cuenta de lo tan poco caballeroso que fue dejar a una superior a su alrededor la aglomeración y gozo de la gente fue cada vez aumentando, todo parecía ir bien hasta un cierto punto. Por él mismo.

—No crees que deberías irte? apestas a licor.—

—Eres de mucha ayuda Mikasa —

Observó por un rato entre toda la multitud como la Marleyana moría por el aburrimiento, sus dos " perritos " se encontraban jugando cartas por un lado dejándola sola dando pase a los presentes, absolutamente todos a bailar una pieza una de las figuras más importantes. 

—Ni se te ocurra, Historia te matará y de paso sus dos guardias también —

—A la mierda con los tres, iré. —

ꮺ 𝐀𝐫𝐦𝐢𝐧 𝐀𝐫𝐥𝐞𝐭 ⸻  𝐒𝐓𝐔𝐅𝐅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora