Miedo del monstruo

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17.



Estado: Le tengo miedo a ese monstruo que decía quererme como un hijo.




Había escuchado la puerta de la casa ser cerrada haciendo que mis ojos se abrieran de inmediato quite las sabanas de mi cuerpo corriendo hacia mi puerta abriendola lentamente sacando mi llave de ella volviéndola a cerrar ahora esta vez con seguro puesto.

Suspire aliviado recostandome de golpe en la cama haciendo asustar a Haru el gato negro de la casa, el solo me observó con molestia volviendo a recostarse a mi lado sonreí cerrando los ojos un ruido de llaves me hizo abrirlos nuevamente escuchándose como mi manija se movía dejando a notar que alguien estaba abriendo con llaves, la puerta fue abierta y con ello mis ojos se cerraron con fuerza.

—Hoseok ven vámonos a la habitación—.Susurro aquel hombre pasando sus manos por mi cuerpo aquellas manos que me costaba tanto borrar en la ducha, me jalo hacia el filo de la cama y poso sus labios de manera asquerosa por cada parte de mis clavículas y labios mis lágrimas amenazaban en salir.

Mi cuerpo volvía a sentirse sucio y yo sentía asco.

Negué con la cabeza.—No, me duele la barriga—.Susurre buscando una excusa para no ser molestado.—No, ya no te creo tu solo hablas con mentiras—.Dijo molesto mirándome con rabia.

Me dejó libre con molestia mientras mi cuerpo quedaba quieto el cerro la puerta con fuerza haciendo que sonara con por toda la habitación un sollozo salió de mi boca mientras mi cuerpo reaccionaba lentamente haciéndome bolita sobre mi propia cama, Haru quien observaba todo desde la pequeña alfombra miraba la escena con confusión.

Abrace mi almohada aferrándome a ella mientras limpiaba mis labios con mi mano.

Mi puerta volvió a ser golpeada haciéndome despertar lentamente con lentitud me Levanté hacia la puerta abriendo la misma dejando ver la otra habitación abierta.—Ven vamos a hablar seriamente.—Dijo el mayor desde la otra habitación, con miedo y duda decidí ir hacia esa habitación hasta sentarme en la esquina de la cama.

Debí haber parado todo cuando tuve la oportunidad pero el miedo me cegó haciendo que accediera a sus peticiones, aunque no quisiera debía hacerlo.

Porque nadie me creería a mi, no tenia pruebas.

—Hoseok sabes que si por mi fuera yo me largara de esta casa y tu madre se quedaría sola llena de deudas—.Escupió fríamente y mi labio inferior tembló escuchando sus primeras palabras.

Llena de deudas por tu culpa.

—Además como saco tu celular con mi tarjeta es una deuda mas en la que yo la ayudo a pagar por mi yo dejo de ayudar de pagar y tu mama se volverá loca pagando todo—.Dijo mirando algún lado de la habitación.—Si tu me sigues mintiendo, yo me iré dejo a tu mama y me importara un pepino lo que pase con ella—.Soltó bruscamente y mi mente solo se lleno de rabia poco a poco.—Dime un dia exacto para poder hacerte mio y yo me quedaré con tu mamá ayudándola.—La decisión está sobre ti, eso no dolerá Hope además lo disfrutaras—.Susurro con su mirada sobre mí.—Dime la fecha—.Lo mire con ira y miedo.—Después de mi graduación—.Solté tratando de no sollozar frente a él.—Muy lejos, quiero algo más cercano—.Dijo con seriedad.—Eh...a inicio del mes próximo—.Susurre y el dejo ver una sonrisa satisfecho.

—Veras Hope, si me vuelves a mentir yo soy capaz de muchas cosas—.Dijo finalizando aquella conversación para poder irme a mi habitación dejando caer las lágrimas acumuladas.

Cerré la puerta con seguro Haru quien ahora estaba en la cama se levantó observando inquieto, mis pasos se dirigieron hasta una esquina de la habitación empezando a llorar sin poder parar había cavado mi propia tumba dándole una fecha siempre había puesto una excusa para no dar lo que pedía, había esperado que las excusas funcionarán hasta graduarme y poder decir la verdad a mi mamá e ir nuevamente a la fiscalía, pero no había durado tenía una fecha aunque Seokjin  y Yoongi habían dando soluciones para demandarlo, el miedo ganaba sobre mi.

Dentro de mi peleaban dos personas una quería tomar el valor de grabar y tomar pruebas de lo que sucedía para poder denunciarlo y luego estaba el miedo constante de sentir que nadie creería en mi palabra años atrás mi familia había demostrado de que lado estaban.

Ellos habían elegido a Artur, creían  en el ciegamente mi madre había hecho lo posible para que el nunca se enterara de la denuncia o eso era lo que yo tenía entendido.

—Dios te está castigando por mentir sobre el, el jamas haria algo como eso—.Decia mi tia con seriedad mientras yo intentaba respirar un ataque de ansiedad estaba pasando por mi mientras ellos decían que dios me castigaba.

Entonces me merecía esto Dios

Mi propia familia me había obligado a decir que era mentira todo y que lo había inventado porque mi hermano se había ido de casa, pero por no me creían? mi hermano lo odiaba y sabia que habia algo mal.

Mi tia lo decía siempre el era demasiado cariñoso conmigo cuando era mas pequeño, la mayoria lo habia notado ¿porque mi mama no lo notaba?

Lo triste era que si mi mamá debía elegir nuevamente lo elegiría a él y no a mi, ya había sucedido con mi hermano ella eligió a Artur hacia todo lo que él quería.

Artur tenía el poder de todo en esa casa mi padre no podía ni acercarse a verme mi madre por orden de Artur me había prohibido verlo desde que había sido pequeño había crecido sin mi padre y con el tiempo tampoco solía ver a mi hermano, tenía prohibido salir con amigos hasta la edad de los 17 años fui aislado de todos, criandome con la ausencia/presencia de mi mama y por un hombre que me veía como juguete sexual.

Con el único propósito de graduarme e irme de casa en cualquier momento vivo o muerto, mi mente se habia dañado por culpa de el pensando en miles de manera de asesinarlo y miles de maneras de cómo acabar con mi propia vida liberando a mi mama de un infierno del cual ella aun no se daba cuenta que estaba.

Me destrozaba saber que solía llorar porque no sabía cómo ayudarme pero yo no podía decirle nada a ella por el miedo a que me culpe o se sienta culpable.

No quería abandonarla pero tampoco quería permanecer en ese lugar donde empezó mi tortura.

No lo disfrutaba pero no podía huir sin intentar hundirlo.

Le quitaria esa máscara de buena persona aun si eso costara perder la vida.

Aunque yo solía fingir quererlo como un padre mi cerebro tomaba recuerdos bloqueados para recordarme que él no me quería como un hijo, solo era un juguete sexual.




Hola actualizacion doble, este capítulo me dolio muchisimo entiendo demasiado lo que siente Hobi en este capítulo si se sienten mal pueden ir a mis chat, siempre estaran abierto para ustedes nose dar consejos pero los escucharé

Cuidense, coman y tomen agua

—Bunnie

El rincon de la felicidadWhere stories live. Discover now