Katelena

82 5 0
                                    

Nuevamente voy a una no-cita con Yelena. Comienzo a desesperarme. Supongo que será lo mismo de siempre, una cena, unas velas y un poco de vino para acompañar.

No me molesta, simplemente siento que mi ansiedad me está por colapsar.

― ¿Sabes cuál es mi color favorito?― pregunté de la nada en medio de la cena. Asintió.

― Azul― contestó inmediatamente. Sonreí― ¿Intentabas ponerme a prueba?―alcé los hombros― Lo sé porque es mi color favorito también― alcé las cejas.

― ¿De verdad?― ella asintió nuevamente ― ¿Desde cuándo?― tomé un poco más de pasta para llevármela a la boca.

― Desde que supe que era tu color favorito... Porque me recuerda a ti― murmuró con las mejillas un tanto coloradas. Reí levemente y cambié de tema.

__________

― Ya llegó a su hogar sana y salva, señorita pasajera― dijo mi rubia mejor amiga al abrirme la puerta del copiloto para bajar e ir a mi casa.

― Muchas gracias― respondí dándole un abrazo de agradecimiento. Al medio separarnos nos quedamos observando por un momento, pero corté aquel pequeño contacto para abrazarla nuevamente y alejarme definitivamente de ella en aquel momento― Cuídate. Me mandas mensaje cuando llegues a tu casa.

― Sí, claro― sonrió y entró al su auto. Hasta que no la vi partir, no entré por completo a mi casa.

Entré rápidamente en casa y fui a cambiarme para luego ir a mi habitación. Me desmaquillé con una tranquilidad que jamás había sentido. Eso me transmite Yelena, tranquilidad.

Una vez me acosté en la cama, unas pequeñas lágrimas comenzaron a salir por los costados de mi ojos, ¿por qué eres tan difícil, Yelena?

Llevamos siendo solo amigas desde hace mucho tiempo, desde que éramos solo niñas, pero desde hace tiempo atrás cada que estoy en un lugar muy hondo y solo tú puedes sacarme... Creo que he caído por ti.

Decimos que solo somos amigas, pero te veo del otro lado de la habitación. No tiene sentido porque parece que pelear por estupideces es lo único que hacemos. Además, no creo que haya manera de que termine contigo, sin embargo; los amigos nos se miran de esa manera, ¿o sí?

No estoy segura de si te amo o te odio más. Parezco adicta a ti y no sé si es tu culpa o mía por haberte dejado meterte hasta lo más profundo de mi corazón. Todavía no entiendo que planeas hacer cuando actúas de esa manera y eso está rompiendo mi corazón porque cada que creo saber leerte a la perfección, sales con algo nuevo que me desconcierta. Siento como si cada vez que habláramos mi interior se rompiera más y más porque ni siquiera sé qué somos ni si llegaremos a hacer algo a pesar de que casi me besas en la oscuridad.

No sé si sea la forma en la que pronuncias mi nombre o la forma en la que me tratas, pero nunca conocí a nadie como tú. He escuchado que el amor verdadero llega solo una vez en la vida y aunque puede que crea que eres tú aquel amor mío, no puedo estar igual de segura de que yo significo lo mismo para ti.

Una noche más y estoy otra vez, recordando cosas del ayer. La vaga ilusión de sueños rotos que ya no me importa perder. Quiero volar y siento que vuelvo a caer, pues siento que me rompo en pedazos al ver que choco contra la pared que yo misma creé entre las dos.

Ahora estoy perdida en mis sueños con el tiempo a destiempo, perdida en un beso que no me darás. Te tengo tan cerca, pero te siento tan lejos que cuando despierto me siento perdida en una realidad que no sucederá. No puedo creer en cuentos de hadas que acaban tan bien aún cuando no puedo percibir bien la realidad.

OS KatelenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora