VIII

240 39 13
                                    

《ALASTOR》

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

《ALASTOR》

Divertido, es la palabra exacta con la cual yo describo la situación de ahora.

Desde hace casi media hora, Lucifer trata de acercarse a mí para sacar sangre y compararla con la esencia que busca. Pero tiene un pequeño obstáculo, uno muy pequeño e hiperactivo.

—¡Ay, por favor! –grita exasperado— No le voy a hacer nada malo.

—¡No lo toques! –Niffty le gruñe mientras se posa sobre mi cabeza.

Ya trató de todo, incluso cambia de escenario más de una vez. Primero estuvimos en su oficina, nos llevó a algo parecido a un laboratorio y luego nos trajo aquí, un prado, intentado que Niffty se tranquilizara y por fin le dejara acercarse.

Obviamente no funcionó.

—¿Qué tengo que hacer para que me dejes en paz? –Coloca sus manos en su cadera— ¡No me dejas hacer nada!

—¡No te acerques!

Se toma el cabello con desesperación y suelta un fuerte grito frustrado.

La paciencia no es lo suyo, majestad.

—Bien. Está bien –dice cuando vuelve a recuperar la cordura—. ¿Qué sugieres?

—No lo toques.

—Sí. Eso ya lo dijiste –gira los ojos—. ¿Quieres algo? ¿Juguetes, comida? Solo dilo y te lo daré.

De acuerdo, ahora está negociando. Quiero ver cómo terminará esto.

Me acuesto en el suelo, apoyando mi cabeza sobre el suave pasto del lugar y contemplando con gracia lo que pasa entre esos dos.

Niffty rápidamente se baja de mi cabeza y se dirige a pararse firmemente frente a Lucifer, frunciendo el ceño y colocando sus manos sobre la cadera, desafiante.

—Quiero que te alejes.

Buena suerte, su alteza, porque no parece que mi pequeña vaya a cambiar de idea pronto.

—Dios, siento que estoy hablando con la pared. –Se golpea la frente con su palma—. No, estoy seguro de que llegaría a un acuerdo más rápido con la pared que contigo.

Rio por su comparación.

Cómo se nota que nunca lidió con los berrinches de una niña pequeña.

—Es bueno saber que mi problema te causa risa –me reclama de brazos cruzados e inclinado.

Con una gran expresión de sorpresa, Niffty me voltea a ver casi lastimándose el cuello por lo rápido que se giró.

—¿Qué le pasa ahora? –pregunta Lucifer al ver cómo se quedó callada.

La pequeña apenas le da tiempo de terminar de preguntar antes de acercarse a mí lentamente. Luego de mirarme por un par de segundos, vuelve a mirar a el pequeño rey.

En lo oscuro - [APPLERADIO]Where stories live. Discover now