En lo oscuro - [APPLERADIO]

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<<CHARLIE>>

Después de la terrible y desalentadora noticia de que por mi culpa el exterminio había sido adelantado esperaba recibir un par de preguntas, reclamos, tal vez hasta gritos, pero lo que obtuve en ese momento fue aún más perturbador.

En cuanto la televisión fue apagada todos nos quedamos en silencio. Vaggie trató de acercarse a brindarme apoyo, y aunque lo agradezco, esperaba escuchar lo que dirían Angel y Husk.

Nada, esa fue mi respuesta. Una preocupada mirada, después de unos segundos, una mueca de dolor por parte de Husk y después ambos salieron del hotel igual de silenciosos.

¿Es un rechazo indirecto? ¿Tal vez la ley del hielo? No lo sé, pero creo que eso al menos no me hizo sentir tan mal.

Mi linda novia trató de animarme y sugirió que saliéramos a promocionar el hotel, diciendo que, ahora que tienen una oportunidad de salvación, iban a interesarse.

Y aquí estamos. Llevamos al menos tres horas buscando algún nuevo huésped, pero todo lo que obtenemos son burlas, comentarios hirientes u olímpicas formas de ignorar a alguien.

No quiero desanimarme, aunque me resulta muy difícil, porque Vaggie confía en mí, y creo que Alastor también, a su modo, y quiero que ellos tengan la certeza de que no me voy a dejar vencer.

Esto no me supera. Yo sé que yo puedo. Necesito poder hacer esto. No puedo fallarle a mi mamá, o a Vaggie, o a Alastor, no puedo fallarle incluso a Angel Dust, que no se ve muy comprometido con la causa, pero al menos intenta.

—Charlie, amor. –Doy un brinco por el susto que me causó que me hablaran de la nada.

Volteo para ver a Vaggie con una sonrisa.

—Dime.

—Creo que ya deberíamos volver –señala el hotel—. Es hora de comer. –Me sonríe.

Sé que está intentando distraerme, por eso y muchas cosas más la amo tanto.

—De acuerdo –Asiento devolviendo la sonrisa.

Ella se acerca a mí con una gran calidez, coloca su mano sobre mi hombro y me da un beso en la mejilla (tuvo que ponerse de puntitas para hacerlo. Es tan tierna), para después comenzar a caminar conmigo tomadas de la mano.

Al ya estar frente el hotel un increíble olor llega hasta nuestras narices.

Volteo a verla con intención de preguntar si sabe algo, pero ella me devuelve una mirada igual de confundida.

Entramos y el delicioso olor se intensifica. No puedo reconocer bien que es, pero sé que sabrá delicioso.

La figura de Husk con una botella en la mano y dirigiéndose a la cocina es lo primero que nos encontramos al entrar.