، 🐺 : Te entrego un nido.

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Es viernes y Jungkook está sentado en el sofá, con el omega en su regazo, las piernas de Jimin una a cada costado, el alfa lo sostenía por la cintura mientras el omega acunaba su rostro, compartían un beso suave y lento que los hacía suspirar fascinados, el mayor marcaba el ritmo y el otro lo seguía gustoso.

Era claro que después de ese nuevo progreso se harían algo como muy adictos a los labios del otro, los días se habían pasado entre besos fugaces o profundos para saludarse, para despedirse, o en casos que no resultaban extraños besos profundos en cualquier momento del día.

Jimin recién llegó al hospital y como cada día acudió a saludar al de rizos, el omega se encontraba un poco cambiado físicamente, las ojeras se hacían presentes debajo de sus lindos orbes, haciendo que el azul se viera un poco más brilloso pero no relucía debido al cansancio que en ellos se reflejaba, su rostro se veía más delgado y las uñas de sus manos se encontraban desgastadas, todo esto debido al esfuerzo que estaba realizando para mantener sus múltiples empleos.

—Mi precioso ángel —Jungkook se separó del beso y acarició su rostro—. Me prometiste que si te afectaba dejarías que yo interviniera.

—Pero no me ha afectado, estoy bien —sonreía el ojiazul—. Es normal tener ojeras —rodó los ojos.

—Pero siempre estás tan cansado, no duermes bien —reprocha—. Lamento que los socios no aprobaran la modificación del presupuesto —hace una mueca de pena.

Hyungwon reunió al grupo de socios de su empresa, él es el propietario del 70% de las acciones de la compañía, por lo tanto es el dueño mayoritario, pero las decisiones de ese tipo tienen que tomarse en consenso, pero para mala suerte de los Jeon los socios se negaron a retirarla inmediatamente ya que existen contratos de por medio, sin embargo, aceptaron consultar dentro de unos meses para establecer nuevos plazos y trazar nuevas estrategias de ahorro.

—No hay problema —se encoge de hombros dándole un beso rápido en los labios—. Hicieron lo que pudieron.

—Pero en unos meses volveré a intentarlo, planearé nuevas estrategias, te lo aseguro —acariciaba suavemente la cadera del omega.

—Sé que si —deja un beso en su mejilla y se levanta rápidamente—. Tengo que ir a trabajar, te veo en un rato —se despidió con su mano y salió del lugar.

Como siempre el alfa se quedó sólo con sus pensamientos por un rato, Jiyoung llegó luego de unos minutos, pero tuvo que salir a resolver algunas diligencias, el alfa comprendía que sus padres tenían una vida que solucionar después de pasar cuatro meses fuera de un hospital esperando para que su hijo despierte, así que la animó a irse sin problemas, y al encontrarse solo de nuevo, era claro que todos sus pensamientos fueran dirigidos al omega que roba su corazón con cada beso.

Le alarma su salud y sabe que para el chico es fastidioso que se lo recuerde cada que puede, pero no hay nada que él pueda hacer para calmar a su lobo preocupado, solo trata de esperar para que el omega pida su ayuda, no quiere ser obstructivo con las decisiones del chico.

Sus pensamientos lo llevan a las buenas noticias, está próximo a salir del hospital, los médicos se lo confirmaron, si todo marcha bien saldrá el día siguiente por la tarde así que debe pensar en que hacer al salir del nosocomio, sabe que seguramente sus padres no permitirán que vuelva a su apartamento por algún tiempo y eso le molesta un poco, quiere volver a su vida normal, donde era alguien independiente al que no cuidaban de noche y día.

Pronto deja de divagar cuando ve a su chico favorito entrando por la puerta, sus ojos no muestran alegría pero sonríe, no lleva alimentos en sus manos, contrario a eso lleva un par de libros que deja en la mesa donde Jungkook suele tomar sus alimentos.

where we land › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora