، 🐺 : Tu terquedad.

1.8K 266 13
                                    

Después de que Hyunbin y Shinhye salieron de ver a Jimin todos lo miraron esperando a que entrara él, es claro que no iba a negarse. Algo muy feliz se puso de pie y caminó por el pasillo de cuidados intensivos.

Podría ser tonto que esté alegre en estos momentos pero después de las horas angustiantes que vivió, tener la certeza de que la salud de su chico mejorará es como tener una botella de agua en el desierto.

A través del cristal observó al castaño, su respiración seguía siendo tranquila, su rostro pacífico, tenía solo una manta sobre las piernas dándole a entender que el frío había pasado, su torso seguía siendo cubierto solo por una venda. El corazón del alfa latía apresurado, sentía que habían pasado años sin verlo aunque en realidad fueron solo unas cuantas horas.

Entró a la habitación y aspiró el ligero toque de café que permanecía en ella, su lobo movió la cola contento al percibirlo, tomó asiento al lado de la cama, en la silla de siempre, sujetó la mano de Jimin entre las suyas y la besó con dulzura. Su mejilla se restregó contra el dorso de la muñeca del pequeño omega

—¿Lo de cortejarme iba enserio? —cuestiona una voz suave que él conoce a la perfección, era algo ronca por despertar recién pero igual le provocó un paro cardíaco momentáneo, enderezó su cuerpo para verlo a la cara.

Ahí estaban esos ojos azules y adormilados que lo veían con cariño, esos gruesos labios cargándose hacia arriba en una sutil sonrisa, el omega llevó su mano libre hacia la mejilla del mayor y la acarició, la sensación que invadió su pecho fue indescriptible, la sonrisa del alfa bien podría acalambrar sus mejillas, sus ojos verdes brillaban al ver al amor de su vida sonreír de nuevo.

—¡Claro que es enserio, bebé! —acunó su rostro con necesidad apremiante y picoteó sus labios repetidas veces—. Te amo tanto, tanto —su voz se cortó—. T-Tuve tanto miedo —lo abrazó con fuerza pero sin perder el cuidado de lastimarlo, su mejilla frotándose ansiosa contra el cuello del más chico, los sollozos haciéndose presentes—. La v-vida se me estaba yendo y tú eras el único que p-podía tranquilizarme pero no estabas, es lo más feo que me ha pasado, por favor n-nunca me dejes —suplicaba y lloraba.

—Shh, ya pasó —Jimin frotaba su espalda y liberaba su aroma para tratar de calmarlo—. Estoy aquí, estoy bien —sonrió un poco y acunó el rostro de Jungkook cuando este se separó para verlo a los ojos—. ¿Qué fue lo que me pasó? —Jungkook lo miraba embelezado mientras más lagrimas bajaban de sus mejillas.

—Tenías una úlcera y tu apéndice se reventó —explica—, te operaron en cuanto te traje y has estado semi inconsiente desde entonces.

—Recuerdo estar en la cafetería pero no recuerdo verte llegar —dice extrañado—, y recuerdo algunas cosas de hace un rato pero en su mayoría es dolor y tú diciéndome cosas lindas —sonríe con las mejillas tomando un color rosa que hace que el mayor quiera besarlas.

—El sábado me llamaste porque... —seguramente Jimin olvidó las cosas debido al estrés y al shock, no sabe si es buena idea soltarle todo ahora, es mejor esperar y así que decide no ponerlo triste ahora que recién se recupera—, ¿sabes qué? No importa porqué me llamaste, lo importante es que pude traerte a tiempo —sonríe un poco incómodo pero Jimin no lo nota.

—Supongo que tienes razón —asiente tiernamente—. Quiero dormir otro poco —confiesa acomodándose mejor en la cama.

—No esperaría menos, amor —sonríe, levanta la manta que cubría sus piernas para arroparlo—. Descansa, estaré afuera si me necesitas —besa su mejilla y trata de alejarse pero Jimin toma su mano.

—Te amo, alfa —dice con las mejillas pintándose de rojo intenso—. Gracias por volver a quererme —la timidez actuando por él.

—Nunca dejé de quererte, amor —toma asiento para quedar frente al otro y se acerca hasta quedar a unos escasos centímetros de distancia entre sus rostros—. Fui un estupido y voy a explicarte todo, pero nunca, jamás dejaré de amarte como lo hago —besa sus labios—, eres lo mejor que me ha pasado, eres mi razón de estar vivo y voy a demostrártelo cada día del cortejo y cada día de mi vida si me lo permites —deja un beso rápido en su mejilla—, descansa, te amo mucho —acomoda su flequillo y lo ve asentir con los ojos cerrados y una sonrisa en los labios.

where we land › kookminWhere stories live. Discover now