Capítulo 6

104 9 0
                                    



 A la mañana siguiente, las vecinas del Paseo de los Lirios salían de la iglesia del barrio después de la misa de mañana. Iban de dos en dos quitándose el velo tras salir y comentando el sermón que había escogido para aquella misa el párroco Alejandro, a su vez también alababan la claridad con la que hablaba y lo amena que había sido.

Doña Noemí y doña Flora iban en cabeza seguidas de doña Beatriz y doña Naiara, las últimas por supuesto eran doña Violeta Hódar y la señorita Chiara Oliver que al contrario de sus vecinas, ellas hablaban de otros temas de más enjundia. Violeta le estaba contando a Chiara que su marido marchaba de casa por unos días y la joven escuchaba atentamente entendiendo la pena de su amiga.

Mientras caminaban hacia La Primorosa se encontraron delante del número 27 con don Juanjo que ya casi tenía preparado todo para su marcha. Las señoras se pararon junto a él y Violeta se acercó a su lado dándole un beso en la mejilla a modo de saludo.

-Don Juanjo, ¿se va usted de viaje? -Preguntó doña Flora.

-Así es, marcho por asuntos de trabajo pero en unos días estaré de vuelta.

-¿Usted no va? -Volvió a preguntar esta vez mirando a Violeta.

-Me es imposible acompañar a mi marido en este viaje, quizás en el próximo.

-Lo normal sería que le acompañase... Una esposa ha de estar junto a su marido siempre.-Siguió a la vez que les echaba una mirada reprobatoria.

-De ser así, usted debería estar con su marido ahora mismo -miró a los lados- y no lo veo junto a usted en estos momentos -Habló la pelirroja tranquilamente.

Las reacciones ante la contestación de doña Violeta Hódar fueron diversas y muy diferentes entre ellas. Por un lado doña Beatriz intentaba disimular una sonrisa, doña Naiara no pudo contenerse y soltó una risotada, doña Noemí miró a su amiga sorprendida pero no en el buen sentido, la señorita Chiara estaba estupefacta, don Juanjo miró a su esposa como si no se creyese lo que acababa de decir y por último doña Flora primero la miró con enfado contenido y unos segundos después volvió a la seriedad que la caracterizaba.

Sin decir nada más, se dirigió a La Primorosa y el resto de señoras la siguieron para dejar que los esposos se despidieran tranquilamente.

-Vio te has pasado -Dijo Juanjo con una gran sonrisa cuando las vecinas ya marcharon y la abrazó.

-Me ha salido solo, esta mujer me saca de mis casillas. ¿Qué necesidad tenía de decirme eso? Ninguna, lo ha soltado sin más para conseguir vete a saber que.

-Ya la conoces Vio, cualquier oportunidad que tiene para mostrarse superior la aprovecha y he de decir que muy a mi pesar que  le dejamos la oportunidad en bandeja.

Violeta asintió estando de acuerdo.

-Olvidémonos de esto, te voy a echar mucho de menos, cuídate por favor.

-Tranquila, como ya te dije ayer, nada malo me va a pasar, en unos días me tienes de vuelta a tu lado y te contaré que tal el viaje.

-¿Lo prometes? -La inseguridad y preocupación se apoderaron de ella.

-Te lo prometo, te quiero mucho.

-Y yo a ti. -Respondió mirándole a los ojos y cogiendo su mano.

-Nos están mirando. -Dijo Juanjo después de mirar hacia La Primorosa disimuladamente.

Violeta entendió lo que quería decir y se acercó un poco más a él para darle un beso casto en los labios.

Al separarse, él acarició su mejilla y le sonrió.

Lirios (kivi)Where stories live. Discover now