Capitulo 12

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Willow:

(Escuchen- Adagio Amoroso, Jorge Avendaño)

Maella se fue aparcando en una tienda de vestidos de novia, respiré profundamente, sonreí de manera que sepa que estaba preparada para esto. La camioneta de Massimo con todas las personas de seguridad se fuero bajando, esperé unos segundos más pero la caballerosidad de Massimo no se demostraba en ningún momento. Abrí la puerta bajándome, él se acercó sosteniendo mi rostro entre sus manos.

Massimo: Deseo que tengas el mejor vestido para nuestro día.

Lo empujé sin querer escucharlo, Maella se acercó rodeándome de los hombros.

Maella: es la mejor tienda, escogerás hasta que te decidas.

Caminamos hacia la entrada, las puertas se abrieron cediendo nuestro paso, entré mirando por todos lados.

Asistente: Buenos días, han llegado al mejor lugar. Tendrá el vestido de sus sueños.

Pasé de largo sin prestar atención a las palabras de la mujer, me acerqué donde estaban colgados todos los vestidos los iba extendiendo uno por uno, los soltaba sin sentir esa emoción que cualquier novia pudiera sentir deseando su boda con ansias, sinceramente me daba cuenta que no era mi caso.

Maella: queremos el mejor vestido, no importa el precio.

Asistente: claro, tenemos un catálogo como para personas de su clase.

Willow: ¿Personas de nuestra clase? ¿Qué clase?

Maella y las asistentes que estaban a nuestro alrededor fijaron su mirada hacia mi. La chica sonrió caminando hacia mi, sostuvo mis manos haciendo que soltara el vestido que miraba.

Asistente: Personas con mucho valor capaz de pagar por estos modelos exclusivos. Solo quienes tienen el dinero suficiente para comprar uno de nuestros diseños son merecedoras de estar parados en nuestra tienda.

Arrebaté mis manos, no me gustaba la manera en que decía las cosas, por el contrario, me hacía sentir peor al escucharla. Ella miró hacia Maella que rodó los ojos, bajé la mirada caminando hacia otro lado, mis ojos me ardían en tener que contener las lagrimas. Las esperanzas eran menores y hablamos que mañana sábado estaría sentenciando mi propia vida.

Willow: Nadie es más que nadie solo por no tener el suficiente dinero para entrar a esta tienda.

Miré a la mujer donde mis lagrimas rogaba que no cayera, pero era inevitable,  empezaban a caer, la mujer sonrió mirando hacia Maella.

Maella: Lagrimas de emoción, mañana se casa.

Rodé los ojos apartando la mirada, nos hicieron entrar en uno de los salones donde había muchas personas y jovenes que escogían muy felices sus vestidos. Nos sentamos donde varias de las mujeres que nos estaban atendiendo nos trajeron los catálogos. Maella los tomaba con una sonrisa de triunfo, me miraba sin decir nada, espero que sepa lo que estaba sintiendo.

Realmente, nada era igual, desde llegar a este lugar, las personas parecían sin sentimientos donde solo les importaba que se escogiera el vestido más caro.

Maella: Aquí hay muchos mira.

Maella me señalaba algunos vestidos, ella iba pasando página en página, pero no había ese ideal de conexión para decidirme por alguno, no lo iba a negar eran muy bonitos pero nada se comparaba a lo que era yo. Ninguno lograba captar mi esencia ni lo que podía representar.

Asistente: ¿Cuál le llevamos a probarse?

Maella: ¿Willow?

Reposé mis codos en mis piernas sosteniendo mi cabeza, apartaba mis lagrimas que recién salían con mis dedos.

Capítulos Sin censura: Mi Infierno... en el InfiernoWhere stories live. Discover now