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Es un lunes por la noche y Emily y yo esperamos fuera del edificio de chicos, ocultas en las sombras, aguardando a que el cuidador del edificio caiga profundamente dormido. Las chicas no están permitidas después de la nueve de la noche, y el reloj marca las diez de la noche. Una hora tarde.

Luego de recibir el mensaje de Steve, Emily y yo habíamos regresado apresuradamente a clases y tras finalizar nuestras clases, nos apresuramos a tomar una ducha y nos colocamos nuestros pijamas. Un gruñido se escapa de mi estómago. Mierda, ni siquiera cené por estar a las prisas.

Según lo que Jasper nos había explicado en el desayuno, el cuidador de la residencia seguía una rutina meticulosa, casi marcada en las notas de su móvil: cena en la recepción, hace una llamada con su madre, mira documentales de crímenes o a veces casos de alienígenas en ese canal de historia, de vez en cuando ve documentales de las amazonas también.

Pero mientras su atención se perdía entre los misterios de la pantalla y sorbía de una petaca cubierta con un calcetín, el sueño lo vencía, y se quedaba profundamente dormido en su sillón. Sus ronquidos resonaban en la entrada, creando un eco que se mezclaba con el sigilo de nuestros pasos.

—Bienvenidas a la pijamada —nos recibe Jasper al abrir su puerta. Viste su pijama de cuadros, listo para la supuesta pijamada. Que emoción. 

¿Pijamada con James Cavannagh? Ugh, por favor nadie me despierte.

Al cruzar el umbral, el gato negro de James nos da la bienvenida, enredándose entre nuestras piernas y luego se acuesta en su cama. Jhoana y Steve se encuentran conversando en el sofá, mientras James desliza su dedo por la pantalla de su celular. Y sí, todos están en pijama.

—¿Bruno se quedó dormido? —nos pregunta Jas.

—¿Bruno? —Emily arquea una ceja.

—El cuidador. Sí, profundamente dormido —le dio a Em y asiento para Jasper.

—¡Bienvenidas! —Jhoana saluda con una sonrisa cuando se da cuenta de que hemos llegado.

—Genial, ahora solo falta que llegue la cena para comenzar con esto —Steve comenta.

—¿Ordenaron de cenar? —inquiero y joder, la panza vuelve a gruñirme. Gracias al cielo que lo han hecho.

—Por supuesto, ¿crees que nos íbamos a perder de esto sin una buena pizza?

—Mierda, Steve, parece que disfrutas esto —Jhoana le da un golpecito en el hombro.

—No lo hago, solo tengo hambre, jo —replica.

Finalmente, James levanta la mirada por una fracción de segundos, nuestros ojos se encuentran y luego desvía la suya. Porta una camiseta oscura de manga larga y unos pantalones de dormir cuadros. Al instante, se me viene a la mente la imagen de él sin camiseta la primera vez que visite su dormitorio y lo guapo que se veía. Emily me da un ligero pellizco para que tome asiento.

Nos acomodamos en el juego de sillones de cuero. Emily toma asiento en una de las esquinas del sillón donde se encuentra James, dejándome el espacio al lado de él. Sin más, tomo asiento.

—¿Dónde están Max y Dean? —inquiero, y como si el universo hubiera escuchado mi pregunta, Dean sale del baño con su cabello ligeramente largo que les llega a los hombros, recogido en un moño.

—Ahí está —dice Jasper.

—Chicas, los tíos con moño, ¿es una estupidez o no? —lanza la pregunta al aire, llevándose las manos a la cintura.

—Una estupidez —James responde al instante.

—Por favor, no otra vez esa conversación  —Jasper se deja caer en uno sillón de una pieza.

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⏰ Last updated: May 09 ⏰

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MY DARK LEXIEWhere stories live. Discover now