34

328 46 0
                                    

Sadie:

Ingreso al salón de baile y siento las miradas encima de mi, he respirado profundo por lo menos tres veces y ya estoy aqui, no pienso dar media vuelta e irme. 

—¡Buenos dias, señoritas!

Es la profesora quien me observa con sorpresa al notar que estoy aqui.

Me examina rapido y vuelve a mis ojos.—¿Nos acompañara esta tarde, Señorita Crane?

Miro a las demás chicas, escucho murmullos que la profesora de danza intenta apagar con gestos, sin embargo no dejan de hacerlo, trago saliva y regreso mi mirada hacia ella.

—Lo hare.—Contesto firme.



(***)




—¿Cómo estuvo?—Pregunta Parker al otro lado de la linea, estoy en la sala mientras mamá me muestra los vestidos que eligió para mi según mi gusto.

Mantengo el móvil en la oreja, mientras ella me hace gestos para cortar la llamada, afortunadamente nuestra costurera contratada la distrae.

Les doy la espalda por un momento, durante estos dias entre él preparándose para conseguir ese puesto entre los cuatro primeros y yo seguir adelante con el certamen y/o recuperar mi puesto, ambos hemos estado ocupado.

Aunque no lo suficiente para distanciarnos.

—Mejor de lo que esperaba, aunque despues de un largo regaño y una advertencia dejo que me quedara.

—Reina, es grandioso.

Sonrio despacio.—Este viernes ya..

—Compito.

—Sadie.—La voz de mamá me hace girar y niego.

—Paso por ti.

—No.

—¡Sadie!

—Iré con Mitch, te vere allá, no quiero que nada te distraiga.

—No eres una distracción y si lo fueras serias la mejor.

Me rio.

—Exactamente por eso lo digo.—Muerdo mi labio.—Despues celebraremos cuando ocupes uno de esos cuatro puesto, no..—Sonrio.—El primero.

—Si mi chica lo exige asi será.

Mi sonrisa se ensancha.

—¡Sadie Crane!

Respiro profundo.

—Te tengo que dejar.

—Eso oí.

—Se ha mantenido al margen, no le demos motivos.

Guarda silencio y luego responde:

—Te quiero.

—Y yo.

Corto la llamada y mamá me extiende la mano, toma mi brazo y levanta uno de los vestidos, lo coloca sobre mi mientras ambas mujeres comparten diálogos sobre cual me quedaría mejor.


(***)



La mujer que contrato mamá se retira y estoy lista para subir a mi habitación, me dirijo a la escalera y solo alcanzo a subir dos gradas.

—Sadie, antes que subas.—Mamá dice a mis espaldas.—Tu padre llegara tarde ¿Te parece si vamos a cenar?

Me vuelvo hacia ella.

—Solo las dos.

Asiente.

—¿Ahora?

—Si, ahora.



(***)



Bajo las escaleras con un cambio de ropa nuevo, mamá gusta de los lugares exclusivos y elegante, por lo que elijo un vestido negro de mangas largas y trasparentes con un tono igual, junto a un saco fucsia oscuro y unos tacones del mismo color, y llevo conmigo un bolso negro donde cargo mi móvil.

El coche me espera afuera, nuestro chofer me abre la puerta y agradezco antes de entrar, mamá deja de maquillar sus labios para observarme.

Hay un corto silencio mientras escucho al chofer arrancar.

—Hoy te ves hermosa.—Pronuncia y cierre el espejo pequeño que trae entre las manos, para luego guardarlo en su bolso, donde visualizo lo mismo que lleva siempre.

Maquillaje, paños desmaquillantes y un perfume, junto al móvil, este ultimo empieza a sonar.

Alzo las cejas.—¿Te encuentras bien, mamá?

—Claro que si.—Le contesta a papá luego de responder y escucho su breve conversación, a la que dejo de tomarle importancia unos minutos despues.

El coche se detiene frente a un anuncio publicitario mío sobre los carteles de un paradero, me quedo viéndolo hasta que veo a un grupo de adolescentes  llegar al cartel, grabar mientras otros rayan mi imagen.

Aparto la mirada e intento subir la ventana, no puedo y me dirijo a nuestro chofer.

—Por favor sube mi ventana.

—Claro, señorita.

Siento la mirada de mamá sobre mi, deja de hablar con mi padre y claro que ve el alboroto allá afuera.

Me giro hacia ella al escuchar una queja.

—Mamá.—Niego.

—¿Sabes el dinero que se invito en eso?

—¿Desde cuando cuentas lo que cuanto gastas?

—Desde que eso afecta a mi hija.

Abro mucho los ojos y si, se baja del coche. Va tras ellos y me quedo viéndola, los chicos huyen y mamá los maldice, la gente alrededor y que esperaba los autobuses huyen al ver a mamá, ella se gira hacia mi y nota mi atención en el cartel, entonces abre su bolso volviéndose hacia el y saca los paños desmaquillantes.

—Mamá, que..

Bajo del coche y me acerco a ella, nuestro chofer busca un lugar donde estacionarse cerca y se detiene al lado de nosotras para cuidarnos.

Mientras mamá... ella esta limpiando el desastre en el cartel.

Trago saliva.—Mamá, basta.

Me detengo a su lado y sigue rascando las manchas.

—Mamá.

—Nadie va a burlarse de mi hija, Sadie.

Siento una presión en el pecho.

Respiro profundo y me vuelvo hacia nuestro cochero.

—Señorita Crane.

—¿De  casualidad necesitas un pañuelo?

Parpadea confuso por un momento y luego sonríe.—Por supuesto que si, señorita.

Lo saca de su bolsillo y me lo entrega, lo recibo y me acerco a mamá, empiezo a pasar el pañuelo en las manchas de mi cartel mientras siento el peso de la mirada de mi madre sobre mi.

—Llegaremos tarde a la reservación.—Le recuerdo sin dejar de limpiar.

—Lo se.—Contesta.

Una leve sonrisa dibuja mi rostro, porque si, tal vez es el mejor momento cercano que tenemos como madre e hija.

En los neumáticos de la bestiaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang