Capítulo 34

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Itachi sonrió de lado -esos dulces no se comerán solos, vayamos a la aldea- el Senju asintió con duda, se sintió tímido intrigado, tal vez sólo había bromeado, suspiró quedito dejando salir el aire de sus pulmones lentamente, lo había puesto nervioso, su corazón latía inquieto, ambos caminaban uno a la del otro -gracias- el pequeño lo vió con duda- gracias por contarme, sé que es algo íntimo- Naruto sonrió ligero- ¿por qué agradeces?, simplemente te conté algo de mi vida- Itachi negó- no, me contaste parte de tu pasado y eso me hace feliz- el ojiazul lo observó con cuidado, mordió su mejilla recordando lo que hace unos momentos le dijo, debía estar confundido, sonrió quedito- por alguna razón no puedo guardarte secretos- ambos sonrieron cómplices.

Los dos llegaron al restaurante de dulces, tomaron asiento, pidieron dangos y té -terminé cayendo ante tu adicción -Itachi sonrió- lo sé, estoy orgulloso de ello- Naruto sonrió divertido, observó al Uchiha verlo con intensidad, se sentía tímido ante su mirada, vió el té frente a él,  un mechón de su cabello caía sobre su rostro, lo tomó y lo llevó detrás de su oído con cuidado- si me ves así, podría pensar que te gusto enserio y que no bromeas -infló ligeramente su mejilla en un puchero, Itachi sonrió de lado de manera diferente nuevamente, se veía descarada y seria, sólo él podía lograr un equilibrio entre ambas actitudes- no bromeo, simplemente es la verdad -Naruto abrió sus azules demasiado, vió como la mesera dejó un enorme plato de banderillas de dango frente a ambos.

La chica sonrió coqueta viendo a Itachi -lo que se le ofrezca Itachi-sama, estoy aquí para atenderlo- cerró su ojo con descaro, el Uchiha ni siquiera la veía -estoy ocupado, ¿puedes dejarnos platicar por favor? -la chica se avergonzó, asintió saliendo con velocidad de ahí, Naruto lo veía aún perdido en sus palabras y sus acciones- pero… -Itachi comió un delicioso dango, masticaba con emoción su dulce, sonrió coqueto- si no reaccionas, terminaré por comer los tuyos- el pequeño infló su mejilla -deja la mitad, son míos- el Uchiha sonrió al escucharlo más tranquilo, el rubio masticaba su dulce lentamente -entonces, ¿simplemente lo dirás y guardarás silencio?, ¿ese es tu plan?- Itachi suspiró audible tomando aire con tranquilidad- bueno, siempre hay un primer paso, ya lo dije, tal vez me vuelva un acosador de ahora en adelante-

Naruto sonrió divertido- ¿acosador?- Itachi asintió con una sonrisa descarada que nunca había visto el menor- ya sabes, buscaré pretextos para buscarte, invitarte a citas, tal vez algunos regalos, no lo sé, sólo sé que eres mi objetivo pequeño -el rubio sonrió con diversión, vió al Uchiha levantar un dango y meterlo en su boca observando sus labios, Naruto con vergüenza comenzó a masticar el dulce, bajó su mirada tímido, tragó su dulce con dificultad -ahora entiendo- Itachi sonrió divertido, se acercó susurrando en su oído -olvidé decir que tal vez me vuelva descarado- el menor abrió sus azules bastante, su rostro era color cereza, levantó su mano y alejó el rostro de Itachi, su piel estaba erizada, sus ojos aguados, el Uchiha sonrió con diversión comiendo uno de sus dulces, le había encantado su reacción- tch descarado- Itachi rió con diversión ligero.

-Tomaré otro té, ¿quieres uno?- Naruto lo vió, asintió quedito -señorita, me trae dos tés más, por favor- la chica asintió con una mirada soñadora moviéndose con velocidad -¿por qué yo?, tienes cientos de chicas a tus pies, además -lamió sus labios con ansiedad, levantó su mirada avergonzada- ya sabes, somos… chicos- Itachi lo observó un segundo- eso es lógico- Naruto levantó una ceja con duda- ¿qué es lógico?, ¿las cientos de chicas a tus pies?- el Uchiha negó -preguntaste por qué, sólo digo que es lógico el porqué tú, eres único aunado a que eres hermoso y con una agradable personalidad -sonrió ligero, el pequeño ojiazul abrió sus azules enormes, ¿lo llamó hermoso?, su rostro adquirió una nueva tonalidad de rojo, Itachi sonrió de lado ligero al verlo así, masticó con diversión su dulce, al parecer no era tan indiferente a él -Itachi-kun, tenía mucho sin verte-

El heredero apretó ligeramente el ceño cambiando su mirada a una seria en blanco, Naruto lo observó con cuidado, su sonrisa era para él solamente, se sintió especial, giró su mirada viendo a la chica, era la misma de hace años, la del edificio de ballestas y obviamente era aquella chica del hospital que quería ver a Itachi, mordió su mejilla sintiéndose incómodo- Izumi, estoy ocupado, ¿qué necesitas?- la chica vió al de gemas azules, sonrió linda- ¿es tu amigo?, soy Izumi Uchiha, un placer, los amigos de Itachi también pueden ser mis amigos-

Naruto apretó ligeramente el ceño, su desconfianza con los extraños no había mermado, bajó su mirada viendo su mano estirada, giró su mirada azul a Itachi incomodando a la chica que retiró su mano, el Uchiha suspiró exasperado -no es un buen momento Izumi- la chica asintió- entiendo, cómo te ví platicar, creí -Itachi la veía con seriedad, la chica lo había visto sonreír, pero era evidente que no era el momento, asintió- lo lamento, debo irme- salió del lugar incómoda, el Uchiha vió al pequeño, levantó su mano con un dango, lo metió suavemente a la boca del pequeño quién simplemente se dejó hacer, sonrió al verlo tan dócil -te llevo a tu casa-

Naruto levantó una ceja- no es necesario, puedo cuidarme solo- Itachi sonrió ligero- dije que te cortejaría- el menor sonrió divertido olvidando a la chica- entiendo, vayamos- Itachi pagó la cuenta, Naruto rascó su nuca avergonzado, no estaba acostumbrado a eso, ambos caminaron en un silencio agradable por la aldea a la zona de clanes, el menor veía con el filo de la mirada al Uchiha, era bastante guapo, sería idiota sino se hubiera dado cuenta, adquirió un ligero sonrojo al ver el rumbo de sus pensamientos, al llegar a la casa Senju el rubio paró en la puerta, giró hacia el mayor- gracias por acompañarme-

Itachi negó -gracias por no partirme la cara- Naruto sonrió divertido, abrió sus ojos bastante al ver cómo se acercó con velocidad a su rostro y besó su mejilla rozando sus labios, susurró ligero para él -te buscaré hermoso- el pequeño Senju abrió y cerró su boca sin saber qué decir, lo vió desaparecer en cuervos, levantó su mano tocando suavemente algo perdido acariciando el lugar del beso, su rostro se hizo completamente rojo, podía sentir su piel erizada después del susurro, sintió su corazón latir con fuerza, duró minutos observando el lugar donde el Uchiha estaba hace unos momentos, suspiró quedito entrando a su casa.

Noppera bo (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora