Una vez pasada la sorpresa inicial de que Coral era la princesa de Draguamar, hija del Rey Aegir, los jóvenes dragones, bajo la voz de Spyro, le explicaron el motivo de su visita, como los embajadores que buscaban unir las ciudades del reino de los dragones. El rey, a comparación del alcalde de Stonemere, era mucho más jovial, agradable y fácil de razonar, más aún con los que se habían vuelto tan amigos de su hija.
"Bueno, verán..." les dijo luego de haber escuchado sus argumentos, "Nuestro reino no ha tenido mucho contacto con vosotros los dragones que vuelan libremente por el cielo o con los topos. Sin embargo, creo que esta nueva alianza que vosotros nos ofrecen puede ser una gran oportunidad para abrir nuestras fronteras... aunque no podamos estar tanto tiempo en vuestro ambiente"
"¿No pueden estar mucho tiempo en nuestro ambiente?" preguntó Thorr, "Entonces, ¿tienen un límite de tiempo al igual que las algas?"
"Yo creo que quiere saber una forma para que Coral venga con él.." susurró Sparx a Ray, en forma de broma. Sin embargo, decidió quedarse callado al ver que Jhonny había girado la cabeza ligeramente.
"En definitiva, mi hija Coral ya les ha mostrado el efecto de las algas que les permiten andan en nuestro ambiente marino" continuó el rey, sin darse cuenta del incidente de la libélula, "Nos dedicamos a cultivarlos en nuestro huerto especial, para ocasiones especiales como vuestra llegada. De igual forma que esas algas, existen otras que nos dan vuestras habilidades para respirar en la superficie por el mismo tiempo"
"Entonces Majestad... ¿acepta la alianza con el resto de ciudades?" preguntó cordialmente Spyro.
La expresión del rey Aegir se iluminó con una sonrisa mientras asentía con la cabeza.
"Por supuesto, jóvenes dragones. Vuestra propuesta es más que bienvenida en Draguamar. Creo que es hora de que nuestro reino se una al resto de las ciudades en unión y prosperidad", respondió con determinación.
"Nos sentimos honrados de haber sido recibidos tan cálidamente en Draguamar, Majestad", expresó Cynder con gratitud.
"Esperamos poder contribuir al progreso y la armonía de su reino", agregó Edel, mostrando su respeto.
Los jóvenes dragones sintieron un alivio profundo al escuchar la respuesta positiva del rey, sabiendo que su misión había sido exitosa al menos en esa parte del reino. Acto seguido, el rey Aegir les entregó un amuleto con forma de concha plateada en el cual estaba cincelada la firma real; con este objeto, así como el pergamino que les había dado el alcalde de Stonemere, estaba asegurada la misión a Draguamar.
"Nos sentimos honrados de haber sido recibidos tan cálidamente en Draguamar, Majestad", expresó Cynder mientras recibía el regalo con gratitud.
"Esperamos poder contribuir al progreso y la armonía de su reino" agregó Edel, mostrando su respeto.
"Entonces... ¿ya se marchan?" preguntó Coral algo decepcionada porque sus nuevos amigos se retirarán. Esto también le llegó profundo a Thorr.
"Bueno... aún tenemos algo que hacer" dijo este.
"Es verdad" continuó Jhonny. Luego, se volvió hacia el monarca, "Disculpe, majestad... ¿podríamos preguntar si vosotros poseen un fruto llamado Marefructus Spiralis?"
Tanto los guardias del rey como este mismo se mostraron sorprendidos por al oír el nombre del fruto que buscaban sus jóvenes invitados. Estos, al notar las reacciones se preguntaron si mejor sería buscarlos por su cuenta o preguntarle a alguien más, hasta que el mismo rey les dijo:
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La Leyenda de Spyro, Los Dragon Hunters
Fanfiction¡Es hora de aplicar lo aprendido! Spyro, Cynder y los sucesores a guardianes son llamados para una tarea especial: ser... ¿embajadores? A bordo de un nuevo vehículo, con un pequeño aliado, viajaran por distintas partes del reino de los dragones trat...