La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por todo el mundo entre los fanáticos del deporte.
Lola, es una chica directa y sin miedo a decir lo qu...
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01 de Marzo 2023 Baréin Fiesta comienzo de temporada.
La vista de la ventana me parecía muchísimo más interesante que las palabras que soltaba Margot repitiendome todo un reglamente de cosas que podría y no podría hacer esta noche. La quería mucho, pero era muy estricta con respecto a seguir las reglas, todo lo contrario a mi, que mientras más reglas rompía más libre me sentía. Tony solía decir que era como una niña pequeña a la cual si le dices que no haga algo, lo hacia con mas razón.
—Lola ¿Me estás escuchando? —pregunto al notar que no le estaba prestando atención a lo que decía.
—No. —respondi sincera con la vista clavada aún en la ventana, notando como el auto frenaba. La escuché suspirar. —Las dos sabemos que voy a estar ahí una hora y después me voy, Margot. —añadi bajando del auto y acomodando mi vestido.
—Lo se. —admitio. —Tengo que irme, pero ya sabes, habla con los patrocinadores y los demas pilotos, que vean que tienes una buena relacion con ellos.. —Le asenti mientras miraba la puerta dudosa en si entrar o irme a cualquier otro lugar. —Estas hermosa. Adiós. —se despidió con una sonrisa dejándome sola.
Cerré mis ojos por un momento, respirando lento en un intento de calmar los latidos acelerados de mi corazón. Forcé una sonrisa que pareciera lo más genuina posible y camine segura hacia la entrada.
El ambiente del lugar me inundó apenas puse un pie adentro. Charlas amenas entre los grupos divididos por todo el salón y la suave musica acompañada por la tenue luz del lugar gritaba "millonario". Mire el reloj de mi teléfono, tenía la hora aquí contada segundo por segundo, no iba a pasar más tiempo del necesario en este lugar. No me sentia cómoda.
Solo una hora y me iba a cualquier otro lugar que tenga buen alcohol y música movida.
—¿Lola? —me pregunto alguien a mis espaldas.
Gire sobre mis talones y me encontré con el rostro de Max, quien ahora seria mi compañero de equipo. Le sonreí realmente feliz de verlo, ahora ya no estaría parada como boluda por no conocer a nadie en aquel gran salón.
—¡Max! —nombre en forma de saludo y el me dió una sonrisa de labios cerrados.
Al principio Max me parecía una persona demasiado antipática, la primera vez que nos vimos ni siquiera me saludo como tal, solo me estrecho la mano y me subestimó con una sola mirada, como solían hacerlo todos. Pero después de un par de actividades y entrevistas que el equipo nos pedía hacer en conjunto, nos fuimos conociendo y nos dimos cuenta de que no eramos tan distintos, aparte de su curiosidad por la cultura de mi pais lo cual me parecio asombroso y gracioso a la vez.
—Hasta que llegas. —dijo, provocando que soltará una leve risa.
—Perdon, un pequeño problema de peinado. —señale mi cabello que traía suelto con unas pequeñas ondas. La idea era hacerme un peinado recogido, pero no resultó como esperaba. Todavía me dolían un poco los brazos.
