54

8.3K 870 236
                                    

10 de octubre 2013Mar del plataArgentina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

10 de octubre 2013
Mar del plata
Argentina

El techo de un color gris opaco era todo lo que podía ver a excepción de las otras cuatro paredes que ya habían perdido su chiste. Hacía frío, mis ojos ardían de tanto llorar y mi garganta dolia de tanto gritarle a mamá para que me sacará de ahí.

Habíamos peleado otra vez por las carreras, éramos solo nosotras dos, así que cuando se cansaba de mi me encerraba en un cuarto vacío con una pequeña ventana a la que no llegaba para correr la cortina y que entrara el sol. Odiaba ese cuarto, era tan pequeño, aburrido y solitario, similar a un elevador. Se me acortaba la respiración la primera hora que estaba ahí, pero de a poco me iba acostumbrando.

A veces pasaba noches o hasta días enteros sin salir de ese cuarto, depende de que tan enojada estuviera mamá, este era su castigo, si es que no llevaba un par de tragos encima y me levantaba la mano, pero habían sido pocas veces, nada de que preocuparse, lo juro.

Mis ojos ya se estaban cerrando del sueño, no había dormido en toda la noche que llevaba aquí, era casi imposible sin el sonido de las olas a lo lejos cuando la ciudad se encontraba en completo silencio.

El sonido de la llave girar en la cerradura me hizo levantarme de golpe del piso, provocando que mi espalda doliera un poco. Cuando sentí los pasos de mamá alejarse un poco fue cuando abrí rápido la puerta para alcanzarla antes de que saliera de casa, necesitaba asegurarme de una cosa.

—¿Mamá? —logre apenas decir para que me escuchará.

Mi madre freno en seco, con la mano en el picaporte y volteo apenas su cabeza, clavando sus ojos oscuros en mi con algo de frialdad.

—¿Que querés? —pregunto brusca y trague saliva antes de hablar. Seguía enojada.

—¿Vas a llegar a medianoche para cantar mi cumpleaños, no?

Era algo que siempre solíamos hacer, cantar el cumpleaños a las 12 en punto con una pequeña torta hecha por las dos para después ver una película que nunca terminamos y a la mañana siguiente ir a la playa para pasar el resto del día paseando en la ciudad.

—Prometo no hablar sobre formula 1... —prometi con una temblorosa sonrisa, para ver si así se le iba un poco el enojo.

—Vere que puedo hacer. —dijo sin una expresión en su rostro para salir por esa puerta directo al trabajo.

Me quedé un rato ahí parada para después sonreír un poco, esperanzada de que las cosas con mamá mejorarán.

Había estado enojada conmigo desde que descubrió mi mentira sobre las competencias en karting y mi posible ascenso a Formula 4 con la academia de Ferrari. Su razón de rechazo a esto era simple pero poco entendible: mi papá.

Nunca lo conocí realmente, ni una foto, una llamada, cena, tarjeta de cumpleaños, paloma mensajera o señal de humo. Según mi tío era un hombre muy dedicado a las carreras, un piloto "aceptable" como el solia decir, mientras que mamá lo trataba como un idiota lo suficientemente responsable para su trabajo pero no para cuidar o hacerse cargo de su hija (osea yo). Pero lo único que sabía de él con exactitud es que ahora era Team Principal en un equipo de Formula 1, aunque nunca supe de que equipo, solo esperaba que tuviera muchas victorias. Y por si se preguntan cómo se esto y porque confío tanto en su veracidad, es simple, me lo contó mi abuelo, y a él le creo lo que sea.

WINNER ━━ 𝗙𝟭 ❪✓❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora