La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por todo el mundo entre los fanáticos del deporte.
Lola, es una chica directa y sin miedo a decir lo qu...
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Pov's Lola
El sol entrando por la ventana hizo que abriera mis ojos de a poco para poder acostumbrarme bien a la luz, intenté moverme pero los brazos de Charles me lo impidieron, como todas esas mañanas en las que solíamos dormir juntos y no dejaba que me levantara, pidiendo siempre por cinco minutos más como un niño que se rehusa a levantarse para ir al colegio.
Lo mire por un segundo mientras aún dormía, siempre había envidiado sus pestañas y admirado lo lindo que se veía cuando se encontraba en completa calma. Si soy sincera podría quedarme así por el resto de mi vida, no me haría falta nada más que la calma que solia transmitirme Charles.
A los pocos segundos el verde de sus ojos empezó a hacerse ver de a poco, abría sus ojos con lentitud y al lograr divisarme a mi se sorprendio, de seguro pensó que no seguiría aqui para cuando se despertará.
¿Y ahora que hago? Fue la única pregunta que cruzo por mi cabeza en ese momento, había llegado hasta acá para arreglar las cosas con el pero no había preparado nada, esa fue una de las razones por las cuales no me presente en su fiesta ayer, pues ¿Que le diría una vez que lo tuviera en frente?, tal vez si hubiera escrito un guión o algo por el estilo esto sería más fácil.
—¿Por qué esa cara? —pregunte para poder romper el silencio que se había formado por unos minutos.
—Pensé que te irías antes de que despertara. —hablo aún algo adormilado, separándose un poco de mi.
Aprovechando que se había alejado un poco, me senté en la cama apoyando mi espalda en el respaldar y Charles no tardó en imitar mi acción, fijando su vista en mi perfil.
—No me diste tiempo. —bromee encogiendome de hombros antes de voltear a verlo. No importaba cuántas inseguridades tuviera, no planeaba irme a ningún lado.
—Gracias por traerme hasta aquí y quedarte...
—No iba a dejarte tirado en la terraza del edificio, además te debía una por lo que pasó en Suzuka.
Charles asintió con la cabeza y una leve sonrisa que marco sus hoyuelos para que el silencio se volviera a adueñar de la habitación, no era un silencio incómodo, más bien delataba que ninguno de los dos sabia como comenzar esta conversación. Ambos sabíamos que teníamos cosas que aclarar y arreglar, solo que eran tantas que no sabíamos por dónde arrancar.
—¿Cuál es tu versión de la historia? —le pregunté jugando con mis propias manos ya que no podía hacerlo con las de él.
—¿Mi versión de la historia?
—Dino me contó su versión, creo que es algo justo dejar que tú me cuentes la tuya ¿No es eso lo que buscar hacer desde ese día? —Aclare, clavando mi vista en él, atenta a cualquier cosa que dijera.
