Me bajé del taxi junto con mi hermana y mi madre, estábamos llegando a casa luego de haber ido de compras toda la tarde. Subimos con prisa al departamento, queríamos probarnos todo para hacer una elección final para los próximos dos días.
Era algo en común que nos apasionaba a las tres, la ropa que estaba de moda, tendencias de maquillaje y vernos siempre glamurosas, sobretodo para ocasiones importantes. No lo veíamos como algo materialista, pues nuestros corazones siempre se han mantenido humildes.
—Mamá, ese te queda muy hermoso. —mi madre se probaba un traje de dos piezas, la parte de arriba era un blazer con un lindo escote, y la parte de abajo, un pantalón ceñido hasta los muslos, y luego caía un poco más suelto hasta los tobillos. Era color verde aceituna, y le lucía muy bien a su tono de piel.
—Estoy entre éste, y el traje azul marino.
—Pues pruébate el otro, a ver cuál te queda mejor. —Ana la alentó.
Si con el anterior se veía hermosa, con éste se veía divinamente perfecta.
—Sin duda el azul marino mamá, te ves preciosa.
Anabella se probó un vestido beige, ella era mucho más morena que yo, y muy delgada, por lo cual se veía exquisita.
—Te ves hermosa Ana, tienes que usar ese mañana.
—Gracias Soph, tú pruébate el vestido rojo, estoy segura de que te queda perfecto.
Así lo hice. Sin duda era un vestido muy bonito, de tela satinada que se ceñía muy bien a mi cuerpo.
—¿No será muy corto para la ocasión?
—Claro que no Sophia, te ves exquisita. Mira nada más cómo se ven tus curvas y lo pequeña que se te ve tu cintura...
Anabella me hacía girar admirando mi cuerpo.
—Te juro que siempre voy a envidiar tu trasero.
Reí.
—Ana, ¿de qué hablas? Tu cuerpo es muy bonito y también tienes un muy lindo, firme y redondo trasero.
—Sin duda ustedes salieron a las mujeres de mi familia, claro que sí. Ana tiene el mismo cuerpo de mi hermana Graciela, alta, delgada y muy bien proporcionada. Y mira nada más a Amelia, no ha cumplido aún los dieciocho y ve que grandes tetas y qué trasero se gasta, el mismo cuerpo de tu abuela mi niña. Habían muchas mujeres que la envidiaban y decían que tu abuela tenía cirugías plásticas, ya que su cuerpo era perfectamente proporcional y su cintura era tan pequeña... Idéntica a ti, sin duda.
Anabella y yo reíamos por las comparaciones de nuestra mamá, pero tenía razón, no lo había notado pero Ana se parecía mucho a mi tía Graciela y yo si me parecía mucho a la abuela, recordando las fotos de cuando era joven que siempre nos enseñaban en las reuniones familiares.
Mi madre salió de mi habitación para ir en busca de mi padre y coordinar la hora a la que asistiríamos a la junta de mañana.
—¿Y qué le dirás a Benjamín? —Ana cerró la puerta y hablaba bajito.
—¿A qué te refieres?
—Sobre el miércoles, quedaste con él en salir.
—Papá había comentado que la fiesta sería en la noche, puedo llamarlo y verlo durante el día.
Mi teléfono sonó.
—¿Es él?
—No, es Erick.
—Hola Erick. —contesté la llamada.
—Princesa, ¿cómo estás?
—Muy bien...
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Encantadora
RomanceUna chica que apenas inicia la transición a la adultez, desencadenando un "hechizo" arrollador en los hombres que la rodean, lo cual se convierte en un dilema cuando se ve inmersa en un triángulo amoroso que la sumerge en un torbellino de emociones...