35. Sr. y Jr.

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Carlos golpeaba el suelo con la punta del pie, perdiendo de a poco la paciencia mientras observaba a Charles revolver todo el contenido de su maleta y descartando prendas como loco. Nunca hubiera pensado que quisiera dar tan buena impresión a sus padres y verlo tan desesperado por tan solo su atuendo lo hacía preguntarse si ofrecer la comida con sus padres tan repentinamente había sido buena idea.

—Charles, ya te dije que no es nada formal. Ponte lo que quieras, a mis padres no les importa ese tipo de cosas. —le aseguró Carlos, pero Charles solo levantó la vista de unos pantalones de vestir que tenía en las manos para fulminarlo con la mirada.

—Es fácil para ti decirlo. Nunca le pones empeño a tu vestimenta. —se quejó. —Seguramente tus padres ya están acostumbrados a tu falta de sentido de la moda. Podrías aparecer con sandalias y calcetines y te recibirían con una sonrisa, pero a mí me importa.

Carlos suspiró y no pudo evitar sonreír sobre el comentario, sabía que era en gran parte verdad, pero se tenían que marchar en alrededor de una hora y Charles no parecía ni cerca de encontrar algo que le convenciera por completo. Empezó a maquinar en su mente alguna manera de tranquilizar a Charles, podría ofrecerle un conjunto que le pareciera racional y adecuado para la ocasión, pero Charles no confiaba en su gusto para la ropa. Lo rechazaría de inmediato. Le podría mostrar lo que él llevaría puesto, pero temía que Charles terminara por descartar su atuendo también y se pusiera a buscar en su closet algo de mejor gusto para que Carlos fuera bien vestido.

—¡Carlos! Ya estoy listo. ¿Cómo van ustedes? —preguntó Lando desde afuera de la habitación de visitas que en la Charles había decidido dormir a pesar de la propuesta de Carlos de la noche anterior.

Carlos abrió la puerta de la habitación para encontrar a Lando del otro lado con una enorme sonrisa. Examinó la vestimenta de Lando con la mirada. Era un estilo completamente relajado, llevaba una camisa beige ligera y unos pantalones de lino del mismo color cerrando todo con unos zapatos de tela. Sonrió para sí sabiendo perfectamente lo que Charles pensaría al respecto y se le ocurrió una idea.

—En eso estamos, pasa si quieres. —le dijo Carlos para quitarse de en medio y que Lando ingresara a la habitación.

Charles quitó su atención del desastre que tenía sobre su cama y miró a Lando de pies a cabeza una vez que este ingresó a la habitación. Carlos casi se retuerce en una carcajada cuando vio la mueca en el rostro de Charles por el conjunto de Lando.

—Supongo que tienes razón. Optaré por algo casual. —decidió Charles mientras rebuscaba algunas prendas entre el desastre y se metía con un pequeño bulto de ropa al baño.

Lando se volteó en dirección de Carlos con una ceja alzada por el repentino cambio de Charles y Carlos solo pudo encogerse de hombros con una pequeña sonrisa en el rostro. Aquella situación estaba siendo de las experiencias más entretenidas que había tenido en años.

Había quedado desde el inicio del gran premio de Miami de pasar la semana libre con Lando en su casa hasta que fuera el gran premio ahí en España, no se había esperado ni en sus sueños más locos que Charles se ofreciera a los pocos días a pasar la semana a su lado en un lindo mensaje. Lo había llamado llevado por la emoción de tenerlo a su lado en España y había olvidado por completo el detalle de mencionar que Lando también se encontraba ahí. Cayó en cuenta de ello cuando vio la cara de sorpresa y leve irritación en Charles cuando Lando había salido a recibirlos cuando llegaron y mentiría si dijera que no había disfrutado un poco su molestia.

Carlos se había dado cuenta con el tiempo que siempre que Lando estaba cerca, Charles solía volverse más atrevido. Todo lo nervioso que se ponía cuando los dos estaban solos, de repente era reemplazado por un Charles coqueto y seguro de sí. A Carlos le fascinaba ese lado de la personalidad de Charles, era encantador y le seguía el juego a todos sus comentarios coquetos sin pensárselo dos veces o sonrojarse en el proceso.

No Te Pertenece (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora