INDOMABLE

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Todos los animales estaban con vendas y curados cuando el sol empezó a asomarse a través del valle dejando  colores rojizos en el cielo.

Jimin se sentía muy cansado, casi no sabía si estaba realmente despierto o realmente dormido.

Jungkook lo miró por fin — ¿qué pasó allá arriba?

— Conversaremos más tarde ¿Si? hay algo muy peligroso en todo lo que sucedió.

— No fue un accidente ¿cierto? — Jimin lo miró girando su cabeza rápidamente— como sabes eso.

—No soy estúpido llevo años aquí, no hay nada inflamable y estaba todo bien la semana pasada cuando revisaron la instalación eléctrica. Esto fue causado.—dijo Jungkook con expresión severa apretando sus dientes.

Jimin asintió y Jungkook hizo un gruñido bajo, — ¡malditos!

Taemin y Soobin dejaron a los caballos dentro del corral separando solo a los potrillos y a las yeguas preñadas.

Jimin se acercó a ellos. — Chicos vayan a descansar, nosotros haremos lo mismo.

Jimin se acercó a Star, le dio pequeños golpes en su cuello, acarició su pelaje y afirmó su frente en el testuz de Star.

Taemin se encargó de las yeguas y Soobin de los potrillos, mientras Jungkook y Jimin trasladaban a los caballos a las caballerizas continuas, y las que se habían salvado. Algunos tuvieron que quedarse en los corrales, los que estaban bien, y las preñadas las llevaron  al otro extremo en la otra parte de la hacienda donde estaban los otros caballos. Jimin tenía aproximadamente cien caballos entre los de fina raza, de carreras, de exhibición y de aprendizaje.

Aparte los dos sementales, uno era Star y el otro era Negro. Que estaban separados con sus respectivas yeguas e hijos.

Eran dos familias que hoy debían juntarse, pero había que tener cuidado porque ambos machos eran muy dominantes.

Jimin llegó a la casa casi vacía aún no había vuelto la señora Kim y no sabía cuándo volvería.

Se había comunicado durante la madrugada, el señor Kim estaba bien, después de la cirugía a la pierna, tendría varios días de hospitalización.

Subió a su habitación y se metió directo a la ducha, el agua cambio de color a negro, café y rojo, recordando la sangre. A sus pensamientos llegaron los gritos y el aroma a carne quemada y se deslizó en la baldosa hasta quedar sentado en ella, sollozo, sintiendo como su corazón se deshacía por la rabia, la tristeza y desesperación que sintió, habían sucesos que no recordaba de la noche y algunos que definitivamente no quería recordar. ¿Qué haría ahora? ¿Quién era esa persona o quizá varias personas que estaban involucradas? ¿habría alguien de la hacienda?

Se permitió quedarse bajo el agua un rato más de lo que debía y salió del baño con una toalla a su alrededor. Se escucharon pasos en el pasillo y un golpe fuerte seguido por un murmullo.

Salió medio escondido mientras se colocaba una polera en la piel aún húmeda guiado por aquel murmullo.

— quien te crees — susurraba Yoongi al oído de Jungkook.

Jungkook estaba contra la pared con Yoongi sobre él y una pierna entre las piernas de Jungkook mientras lamía su cuello — tu eres mío.

Jungkook se removió y lo empujó. Yoongi un poco sorprendido se golpeó la espalda en la pared contraria — ¿Quien mierda te crees? —  grito Yoongi, se acercó rápido para darle un golpe a Jungkook y este fue atrapado por Jimin.

— ¿Qué pasa aquí? Te dije que dejaras tus mierdas Yoongi.— le dijo Jimin aún con su mano apretando fuerte la muñeca de Yoongi que lo miraba con su rostro enrojecido y sus ojos endemoniados de odio, se soltó del agarre y se dio media vuelta, pisando fuerte y perdiéndose por el pasillo dando un buen portazo a su despacho.