Magena
Habíamos llegado a Kodiak Island, rentamos un pequeño apartamento en el centro del pueblo. Los chicos que nos habían rescatado se habían marchado a su pueblo en la isla Sitkalidak, extrañamente eso me causo un vacío.
Caminé por todo el apartamento, tiene dos habitaciones, un pequeño cuarto de baño, la sala, el comedor y la cocina en un solo espacio.
Por suerte todo este tiempo hemos ahorrado dinero para comprar las cosas elementales; el anterior departamento incluía todo, y sobre todo debíamos buscar trabajo, el dinero no nos iba a durar toda la vida.
Me percaté que al fondo había una puerta me dirigí a ese lugar y abrí la puerta, encontrándome con un pequeño patio con tendedero, era genial porque podríamos cultivar algunas productos esenciales.
-Esto es genial, Anika. Podremos sembrar algunas cosas antes del invierno -Le dije con emoción.
-Yo soy mala para la agricultura. Si eres buena en ello, has lo que gustes -Anika sonreía.
-Bien, vamos al pueblo a comer algo, luego a buscar posibilidades de empleo y al final compraremos lo necesario -Así lo hicimos.
Al final del día, habíamos conseguido un trabajo en el mercado cerca del muelle, este pueblo es de pescadores y leñadores. Al final del día habíamos comprado lo indispensable. Por suerte las dos habitaciones tenían su propia cama y la ropa de cama apropiada.
Contratamos los servicios de un transporte para llevar todo al departamento, acomodamos todo en refrigerador y nos dispusimos a descansar ya que al día siguiente iniciaríamos con nuestro nuevo trabajo.
El tiempo había pasado muy de prisa, el otoño estaba llegando a sus últimos días y en algunas zonas más al norte había comenzado a nevar, a los pescadores les había ido muy bien trayendo prosperidad a todo el pueblo. Sin embargo, yo no bajaba la guardia, en espera que Gad mandara a otro grupo de sus matones a por mí.
-¿En que piensas? -Me interrumpe Anika.
-En que todo está muy tranquilo. Me preocupa, Gad sabe que estoy por esta zona y no tardará en venir. Se a asociado con ese pirata que todos buscan -Mi amiga pone los ojos en blanco.
-Ese pirata no se atreverá a pisar esta isla. Te lo aseguro -La miro extraña.
-Los chicos que nos trajeron, los piratas les temen -La miro incrédula.
-¿Cómo lo sabes? -Ella sonríe.
-Escuché hace unos días que el padre de Nanuk, es el jefe de este esta isla, ese pirata le teme por eso jamás lo provocaría con un ataque. Por eso huyo apenas miró a Nanuk -Ella me dedico una sonrisa de confianza.
-Nanuk, el chico que no dejaba de mirarme -Anika afirmo en silencio.
-Así que vamos a divertirnos un rato. Hemos trabajado todos estos mese muy duro y estamos muy jóvenes para no disfrutar un poco de la vida. Así que vamos -Me jala del brazo a la salida.
Al llegar al bar lo vemos muy concurrido, los pescadores están de regreso por un alerta de tormenta en el norte, así que la mayoría ya están de regreso.
Nos sentamos en una mesa para dos para tomarnos unas cervezas y disfrutar de la música. De pronto las cervezas comienzan a llegar, Anika si las toma, más yo no. Desconfío de todos. Un tipo joven y guapo se levanta acercándose a nosotros, le ofrece una mano a mi amiga y esta la acercan para bailar, decido declinar la invitaciones de baile. Mientras mi amiga sigue bailando con el mismo chico.
La vida en Old Harbor en relativamente muy tranquila, disfruto de la noche, alegrándome que mi amiga la esté pasando bien. Un chico se sienta a mi lado, sonriéndome.
-¿Por qué tan seria? Relájate como tu amiga. Soy Mat -Se presenta, sin embargo yo no le quito el ojo a Anika.
-Magena -Le respondo sin mirarlo.
-Es un gusto, Magena. No eres de por aquí, ¿verdad? -Es un idiota.
-¿Tu que crees? -Ahora si lo miro.
-Tranquila, no tengo problemas con el color de piel -Levanta las manos en son de paz.
-Mira, no quiero ser descortés pero no estoy interesada en socializar. Vine a acompañar a mi amiga. Solo eso -Vuelvo mi mirada a la pista de baile.
Luego de unos minutos Mat se cansa y busca su próxima presa, Anika regresa dos canciones después y retoma sus bebidas.
-Tenía tiempo de no divertirme como hoy -Mi amiga está contenta y yo también.
-Me alegro de que te estes divirtiendo -Sonrió.
Mi mente queda en blanco cuando por la puerta entran Nanuk y Drake en compañía de dos chicos más, las mujeres se le quedan mirando y yo me siento incómoda.
-Anika, mira quienes han regresado -Mi amiga gira la cabeza y como si hubiesen sentido nuestra presencia ambos miran en nuestra dirección, mis ojos se conectan con los de Nanuk, ambos caminan hacia nosotras mientras sus amigos van a una mesa más grande.
-No esperábamos que estuviesen aquí -Nanuk me habla con su voz muy gruesa.
-Y yo creí que no los volveríamos a ver -Responde mi amiga, mirando a Drake.
-Si quieren nos pueden acompañar a nuestra mesa -Nanuk me tiende la mano, no pregunta es una afirmación. Ambos hombres estiran sus manos para que los acompañemos.
Aceptamos un poco incómodas, sin embargo, cuando tomo su mano una descarga eléctrica recorre mi cuerpo; mis piernas se aflojan y casi caigo si no fuera por el gigante que me ha tomado por la cintura para no caer.
-Debería comer mejor, estas muy débil o ¿has que ya has bebido mucho? -Su sonrisa me derrite.
-Deja de sonreír, por favor –
De lo contrario me voy a desmayar.
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La Perdición del Kodiak
FantasyEsta historia es completamente mía, la portada, ya que yo la diseñé, los nombres de los personajes . Tos absolutamente todo me pertenece. Así que dejando claro el tema de propiedad; se prohíbe la adaptación, el uso de los personajes en cualquier par...