Al entrar en el condominio, Dalma es sorprendida por todo lo agradable que es. Cada pieza tiene una pinta de costosa, los muebles brillan como espejos, hasta el piso puede ver reflejada su imagen de lo reluciente que se ve.
—¿Y?
La voz de Daemon la sacó del trance en el que se encontraba.
—"¿Y?" - inquirió con incertidumbre.
—Me vas a decir cuál es su intención al venir conmigo, porque eso de la curiosidad no me la creo.
—No te voy a mentir, solo quería asegurarme de que llegarías a salvo.
—¿Y porque estaria preocupada? acaso eso es lástima, lo odio. Odio que me tengan lástima.
—Se equivoca, yo no te tengo lástima, sino empatía, que es diferente.
—Y según tú que es lo diferente.
—Porque sé por lo que pasaste hace un momento, el sentirse de ese modo lo vi y lo viví en carne propia, sé la impotencia que sentiste y esa necesidad de evitar que los demás te vean en ese estado de vulnerabilidad y que sientan lástima, lo entiendo, muchas veces evite y me oculte por miedo, esto que te voy a confesar nunca se lo dije a nadie... Cuando mi padre nos abandonó a mi madre y a mi, yo tenía aproximadamente cinco años, yo no comprendía nada y más de una vez vi a mi madre llorando y temblando en un rincón. Todo lo que yo podía hacer era abrazarla. Nunca sentí lástima de verla así, solo quería abrazarla tan fuerte que se olvidara de todo. Imagínate que a esa edad yo solo quería hacer travesuras o jugar.
Él se encontraba en silencio, la analizaba y después les tomó las manos y acaricio suavemente sus heridas ya casi sanas, era como mimarla.
—Se curaron bien, me alegra que tus heridas ya casi no se vean —dice cambiando de tema.
—Esa fue otra de las razones por la que no quería dejarte solo, tú fuiste mi contención cuando mi madre entró en shock y si no hubieras estado no me quiero imaginar en que hubiera terminado todo, me apoyaste en un momento muy vulnerable.
Ambos se quedaron así durante un par de segundos, viéndose a los ojos cuando un relámpago iluminó el lugar, tomándolos desapercibido.
—En que momento el clima cambió, debo de bajar rápido a buscar un taxi antes que ya no pueda salir de aquí. —Dice alterada, mientras toma sus cosas y huye del momento que compartían.
Por otro lado, observaba con incredulidad hacia la ventana como era iluminada por los relámpagos.
—Mejor quédate —se oyó decir, haciendo que Dalma lo mirase confundida —digo, cuando el tiempo se pone así difícilmente encontrarás un taxi disponible.
—De todas formas lo intentaré.
Bajo al lobby y pidió que le llamen a un taxi, pero en cuestión de segundos el tiempo parecía venirse abajo, ella observaba desde la puerta como la lluvia cada vez se hacía más y más espesa hasta que vio que se iluminaba el cielo y un gran trueno se oyó, del susto casi se cae cuando intento taparse los oídos, por los hombros sintió como alguien la sujetaba.
—Estás temblando, ven aléjate de la puerta —y la llevo con él al su habitación, aún temblaba mientras se tapaba los oídos, ya adentro se volvió hacia él y un nuevo relámpago iluminó el lugar.
Para muchos era normal que en epocas especificas cada vez que lloviera lo haga con tanta brutalidad, que parecía que el cielo estaba enojado.
Después de unos minutos parecía que se calmaría, pero fue todo lo contrario, solo empeoró más, Daemon le dejó su cama para que durmiera comodamente y él fue al sofá, ya el sueño comenzó a vencerlo cuando sintió que lo movían de los hombros.
—Daemon, sin hacer muchas preguntas podría dormir contigo, es que me da miedo cuando la noche se pone así de ruidosa.
Lo pensó y luego le hizo un lugar cerca de él, ella sin pensar dos veces se iba a acostar, pero había un problema, el lugar era muy pequeño para los dos.
—Sabes, mejor vamos a la cama, el sofá es pequeño para ambos —ella asintió y se levantó primero.
Estaban acostados en la misma cama, pero pareciera que estaban dos metros de distancia, el cielo rugió y ella se abrazó a Daemon con miedo.
—Discúlpame, pero ¿puedo abrazarte hasta que me duerma?
—Está bien.
—Perdón —susurro sobre su pecho.
—Porque pides perdón.
—Por esto, yo he venido para asegurarme que estés bien y ahora tú estás reconfortándome por mi miedo.
—Yo no lo veo así, creo que ambos nos reconfortamos mutuamente, no te parece.
Ella solo movió la cabeza afirmando y entonces envolvió sus brazos alrededor de Daemon y él la acercó más tratando de tranquilizarla.
Ninguno de los dos entendía que hacían o porque lo hacían, pero si era una cosa cierta es que se hacían bien y se sentían bien, hay una química especial que los une, pero al mismo tiempo también tienen miedo de confundirse y lastimarse.
No olviden votar ⭐️
Gracias😘❤️Autora: Danna
Univers
YOU ARE READING
El Ceo Que Compró Mi Virginidad
RomanceDalma por conseguir dinero rápido para operar a su madre, vende su virginidad. Daemon, en busca de pruebas para descascarar a su primo, adquirió por error la virginidad de Dalma. Pero, cuando él le dice que fue por error ella sin sentido alguno se s...