Justicia por mano propia || Kookv

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Recomendación: leer los capítulos al ritmo de la canción o con la canción, para que tenga más sentido los capítulos. Gracias.

Disfrutá.

Pasaron tres meses, Jungkook se encontraba viendo cómo construían la bodega en un terreno grande un poco alejado a los edificios y casas decentes.

Estuvo pensando en comprar una pista de patinaje sobre el hielo, solo para él.

– Oye. – Llamó Jungkook a unos de los hombres que se encontraba ayudando a sus colegas.

El hombre captó la orden de su jefe y se acercó casi corriendo a él.

–Díganme, señor.

–Ve con unos de tus compañeros y busca varas o ramas de árbol que sea un poco gruesa y grande. Córtalos y apilalos por aquí a mi derecha. –Señaló Jungkook a su derecha. – Sean rápidos. –Ordenó serio mientras lo veía.

El hombre trago grueso y asintió, se fue casi corriendo con sus compañeros para hacer la orden que le dió su jefe.

El terreno era enorme, y en el medio de la naturaleza.

Jungkook miró el cielo y respiró el aíre fresco que corría sobre su cara.
El día estaba soleado, no hacía ni frío ni tanto calor. Era un día perfecto.

Miró la construcción de lejos. Pensó en que debía contratar más gente para que terminen más rápido el trabajo.

Caminó para acercarse a unos de su empleados/hombres (que por ahora eran de su padre).

–Controla la construcción, iré a comprar algunas cosas, vendré mañana, cuando sea de noche déjalos que vayan a sus casas y vengan mañana temprano. –Ordenó serio a uno de sus hombres.

El hombre de traje y anteojos de sol solo asintió.

Jungkook sin más se retiró y se dirigió a unos de sus autos y se subió para ir a su ciudad y comprar algunas cosas.

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Bajó del auto y ingreso a la cuchillería. Compró una gran variedad de cuchillos (Navajas, cuchillo hacha, cuchillo cocinero, cuchillo panadero, cuchillo mendador, cuchillo santeku, cuchillo pelador, cuchillo formador, pelapapas y tijeras de cocina) compró una gran variedad de cada uno.

– Muchas gracias por su compra, joven. – Hizo referencia el señor hacia el joven.

– No hay de qué. – Le devolvió el gesto y salió del lugar.

La bolsa con los cuchillos la transportó hacia el baúl de su auto y lo cerró, se subió para luego dirigirse hacia la otra tienda que sigue.

Compró bates de béisbol, alambres con púas, muchas cadenas de varios tipos, machetes, hachas, una motosierra, un maso de cadena, una ballesta de caza, un lanzallamas, unas cuantas palas, y una katana.

Después lo que le falte lo iba a comprar después, solo quería comprar lo necesario para ir guardando y luego ir armando.

Ahora se encontraba manejando para inscribirse a un gimnasio, debía mantenerse en forma y crecer masa muscular, debía de empezar desde ya.

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Pasaron los días, semanas, meses, varios meses, las cosas seguían igual con sus padres, los casos seguían, y él aún no podía hacer nada hasta que tuviera todo lo necesario.

Debía ser listo y precavido. Él iba ser un justiciero de noche, y de día un joven normal, que conseguirá trabajo en cualquier momento. Aún no estaba listo para ingresar a la universidad; sus padres no le importaba lo que él hacía si seguía estudiando o no.