La noticia de que Red Bull se arriesgo al contratar a una mujer para que reemplace a Sergio Pérez luego de su repentina salida del equipo, ronda por todo el mundo entre los fanáticos del deporte.
Lola, es una chica directa y sin miedo a decir lo qu...
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Los ojos verdes de Charles pasearon de su madre, hacia su hermano, hacia mi y nuestras manos aun juntas para despues volver la vista hacia el torso descubierto del tal Arthur y ahí si fruncir aún más su ceño, acercándose a paso apresurado, separando a su hermano de mi lado y tirandole la remera que traia en su mano a la cara.
—Ponte eso, ridículo. —se cruzo de brazos parándose frente a mi, ocasionando que así no pudiera ver más a Arthur.
Me mordi los labios para evitar reírme de la situación, la cara de enojo en Charles me daba mucha risa ¿Cómo es que había dejado de molestarlo?
Escuché un suspiro pesado por parte de Pascale y un leve quejido de Arthur, pero ni una palabra de Charles. La señora le dió la vuelta a la isla de la cocina para abrazarme por los hombros y volver a sonreírme.
—Disculpa a mis hijos, Jolie. —me alejo un poco de Charles, a quien lo miraba con una de sus cejas elevadas y este lo hacía con confusión. —Aunque creo que ya sabes cómo es Charles, quiero creer que son amigos, después de todo ambos son pilotos. —supuso está vez viéndonos a ambos involucrados.
—Si, somos amigos. —afirme sacándole una sonrisa a Pascale. Sin embargo yo estaba demasiado confundida ¿Por qué no me había dicho que era la madre de Charles?
—¿Que haces aquí? —pregunto un confundido Charles.
Quise responder pero Pascale se me adelantó.
—Me vio saliendo del mercado y me ayudó a traer las compras, estuvimos hablando en el camino y la invite a cenar, es un amor de chica. —dijo palmeando el brazo de Charles con cariño, para después sonreírme una vez mas y empezar a acomodar las compras.
El relajo sus facciones al escuchar a su madre y asintió con la cabeza, iba a decir algo pero fue interrumpido por Arthur.
—Genial, ya tienes la aprobación de mi madre, así que cuando quieras podemos ir por un café, belle. —Sonrio coqueto ampujando a un lado a Charles, a lo que yo está vez no pude evitar reír.
—Seria un placer, Arturo. —le dije, pronunciando su nombre mal a propósito.
—Me llamo Arthur. —me corrigió.
—Y yo Lola. —le sonreí amplio viendo ahora a un Charles todo enojado con la actitud de su hermano. Lo empujó a un lado quedando una vez más frente a mi, agarrandome de la mano para llevarme a lo que parecia ser la sala de la casa. —¿Charles? —le dije una vez estando solos, tratando de buscar su mirada, pero este solo seguía con su ceño fruncido sin soltar mi mano y con la vista fija en cualquier otra parte. —Si te molesta que este aquí me puedo ir, no sabía que era tu mamá...
—¡No! —dijo rápido sosteniendome ambos hombros, para después alejarse y aclarar su garganta. —Digo... Está bien, pareces caerle bien a mamá, yo no tengo problema en que te quedes.
