Setenta y cuatro

127K 18.3K 147
                                    


Estabas adormilada cuando entré a tu habitación. Tu rostro estaba pálido y no podías hablar con esa lengua que no paraba; pero me diste una ojeada y tu comisura tembló.

Supe que estabas bien, entonces yo también lo estuve.

El príncipe que no tuvo su final feliz © ✔️ (M #0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora