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- No puedo más, amor - jadeó Violeta, recostada en su cama, casi sin aliento, tras el enésimo orgasmo del día.

- ¿Eso es que del uno al diez te vas a acordar de mí un diez? ¿O necesitas más argumentos? - preguntó Chiara, dejando besos en su hombro.

- Me voy a acordar de ti un cien. Sobre todo cuando llegue al aeropuerto coja porque dudo de si podré volver a caminar con normalidad después de lo que ha sido esta semana - dijo Violeta, acariciándole el pelo a la morena.

- Si eso pasa, significará que he cumplido mi misión. Entiéndeme, amor - le dio Chiara un beso más mientras se explicaba-. Van a ser dos meses sin ti, tengo que hacerte ahora todo lo que no voy a poder hacer después...

- Vamos a poder hacer cosas. Yo diría que nos entendemos bastante bien por videollamada, Kiki - la animó Violeta, que ahora recorría uno de los pechos de la morena en círculos con su dedo índice.

- Eso es verdad... - admitió-. Y estoy contenta porque voy a poder llamarte durante mi insomnio, de madrugada.

- Si algún día duermes del tirón, tampoco me voy a quejar, ¿eh? Tienes que intentar dormir bien - aconsejó la pelirroja.

- Dudo que eso pase. Voy bien, pero no tan bien. Me ha dicho Noemí que el tema del sueño va a costar que se normalice. Y más estos meses que voy a estar más... en tensión - explicó la traductora.

- Que no te de miedo contarme cómo estás, ¿vale? - insistió Violeta, acariciándole la cara.

Era algo que habían hablado ya infinidad de veces, pero nunca le parecía a la pelirroja suficiente. Quería asegurarse de que Chiara entendiera que ella sería siempre su safe place, sin importar ni la distancia, ni la diferencia horaria.

- Que sí, amor. Que va a haber comunicación - aseguró Chiara-. Lo estoy trabajando muchísimo con Noemí. Y a ti te digo lo mismo. Explícame todo lo que hagas. Me va a hacer ilusión saber de primera mano lo que estás haciendo... No por controladora, si no por disfrutar contigo del proceso, animarte y darte mi opinión.

- Lo haré - dejó Violeta un beso en sus labios-. Estoy muy nerviosa con esta experiencia, amor. No sé lo que me voy a encontrar, si voy a estar cómoda...

- Es normal. Pero va a salir todo bien. Vas a volver con canciones increíbles y una relación que sobrevive a lo que le eches.

- ¿Cuál? ¿La nuestra? - alzó Violeta las cejas.

- Claro que la nuestra, Vivi - le sonrió, decidida-. Noemí no ha parado de decirme que lo tengo que ver como una oportunidad. Que pasar por algo así me va a hacer darme cuenta de lo que somos capaces de superar juntas. Y yo le creo.

- Yo también le creo... ¿Me besas otra vez entera? - pidió la cantante, con voz de bebé.

- ¿No era que no podías más? - contestó Chiara, con picardía.

- He cambiado de opinión. Ocho semanas son muchas semanas...

La traductora no se hizo de rogar y dejó un reguero de besos tiernísimos por todo su cuerpo.

Cuando llegó a su sexo, cambió la estrategia. Los besitos se convirtieron en lametones. En mordiscos en las ingles de la pelirroja. En suspiros directos a su clítoris que hicieron temblar a la cantante.

Violeta enredó sus dedos en el pelo de Chiara y pidió más. Más intensidad, más velocidad.

La morena se lo dio.

- Your wish is my command, Vivi.

A su lengua, que ya conocía cada recoveco a la perfección, se le unieron sus dedos.

Starstruck | KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora