Niños Grandes (skz ships)

8: ¿Fiesta de disfraces?

Hyunjin y Changbin caminaban por los pasillos del Kmart, inmersos en su acalorada pero habitual discusión sobre fútbol.

—El Real Madrid es historia, Hyunjin. El Barça solo está calentando motores, ya lo verás —dijo Changbin, dándole un golpecito en el hombro, con una sonrisa burlona.

—¡Por favor! El Madrid tiene más Champions que tu Barça sueños frustrados —Hyunjin respondió, agitando una lata de Pringles que había tomado del estante como si fuera un trofeo.

Era una pelea que ambos habían tenido tantas veces que ya ni siquiera necesitaban razones sólidas; simplemente disfrutaban la rutina y la energía que les daba discutir. Pero, mientras caminaban por el pasillo de las bebidas, se toparon con una figura conocida.

—¡Hyunjin! ¡Changbin! —La voz llegó antes que el rostro, pero cuando ambos levantaron la vista, se encontraron cara a cara con un viejo compañero de la escuela, Kim Daejin. El hombre parecía no haber cambiado mucho… o tal vez sí, si tomabas en cuenta las entradas de cabello que comenzaban a formarse en su frente y la barriguita que asomaba bajo su camiseta de alguna marca que no era Nike, aunque él probablemente pensaba que sí.

—Daejin… ¡Cuánto tiempo! —Hyunjin fue el primero en reaccionar, sonriendo de manera cortés, aunque su mirada buscaba la de Changbin como si estuviera diciendo "¿Qué está pasando aquí?"

—Sí, mucho tiempo, ¿eh? ¿Cómo han estado? —Daejin sonrió, mostrándoles una dentadura que era un poco más amarillenta de lo que Hyunjin recordaba—. ¡Mírense, si ya son unos ancianos! —dijo con mofa, señalando consecutivamente a Hyunjin y luego a Changbin, antes de colocarse sus manos en la cintura.

—Tú no has cambiado nada, ¿Eh? Daejin. —murmuró Hyunjin, con una sonrisa sarcástica que intentaba ocultar.

Changbin carraspeó para ocultar la risa que se escapó de sus labios sin previo aviso, —como un champiñon enlatado. —murmuró entre dientes.

La conversación continuó durante unos minutos incómodos en los que se hablaron de trabajos que ninguno tenía realmente interés en escuchar y recuerdos de la escuela que ninguno quería revivir.

Finalmente, Daejin pareció recordar algo, su rostro iluminándose como si acabara de tener la mejor idea del mundo.

—Oh, ¡les iba a decir! Jung Woojin, ¿se acuerdan de él? El tipo de matemáticas que siempre hacía trampa en los exámenes, ¿verdad? Bueno, está organizando una fiesta de disfraces este fin de semana. Algo sobre celebrar los viejos tiempos… y pensé que tal vez les gustaría venir. ¿Qué dicen?

Changbin y Hyunjin intercambiaron miradas. Las fiestas de ex compañeros no eran exactamente lo que tenían en mente para su fin de semana, pero algo en la situación, la forma en que Daejin los miraba como si realmente esperara que dijeran que sí, les hizo asentir.

—Claro, suena divertido —dijo Hyunjin, tratando de sonar entusiasta.

—Sí, podemos invitar a los demás también —agregó Changbin, aunque la realidad era que la idea de arrastrar a todos sus amigos a esa situación le parecía más que divertida.

—¡Genial! —Daejin sonrió ampliamente, haciendo un pequeño gesto de "apúntenme en su lista" antes de despedirse con un movimiento exagerado, como si todavía fuera un adolescente y no un hombre que llevaba sus años de más en la cintura.

Cuando Daejin finalmente se alejó, moviéndose con esa energía que parecía desafiar el hecho de que llevaba más de una década fuera de la secundaria, Changbin y Hyunjin se quedaron mirándolo.

—No me parezco a él, ¿verdad? —preguntó Changbin, con un toque de ansiedad en la voz.

Hyunjin lo observó un momento y luego negó con la cabeza, aunque no sin una sonrisa traviesa—. Nah, tú tienes al menos unos cinco años más antes de llegar a ese punto.