11: Chayanne lo explica mejor

390 67 141
                                    


*Hola pipol, capítulos medios kk porque
estoy sin ganas de escribir desde la semana pasada.

.


Felix estaba de espaldas, revisando los gabinetes de la cocina, mientras Hyunjin lo observaba desde la isla, apoyado casualmente y tomando una de sus caras botellas de agua. Ambos se reían y hablaban en voz baja, con ese coqueteo fácil que flotaba entre ellos.

—Entonces, ¿cuándo voy a verte en acción? —dijo Felix con una sonrisa, moviendo unos frascos en el estante—. Sabes que siempre quise ir a una de tus exhibiciones.

Hyunjin sonrió, con la botella a medio camino de sus labios, sus ojos brillando traviesamente.

—¿Sabes? —empezó—, estaba pensando... podrías ser mi musa perfecta. Podría hacer una serie completa solo de ti. Las luces, las sombras... Tu perfil sería ideal para una de mis fotos en blanco y negro. Sería todo un éxito.

Felix lo miró de reojo, su expresión juguetona.

—¿Oh, sí? —respondió mientras seguía buscando algo—. ¿Vas a hacerme famoso, Hyunjin?

—Eres famoso —respondió Hyunjin, inclinándose un poco hacia él—, pero podrías ser una obra de arte. Ya te imagino en mi galería, todos admirando lo que logré capturar de ti.

—¿Admirando a quién? —Felix alzó una ceja—. ¿A mí o a ti?

Antes de que Hyunjin pudiera responder, Felix pegó un grito agudo y saltó hacia atrás, chocando con la puerta del gabinete que había abierto.

—¡Ay no, ay no, ay no! ¡Qué asco, qué asco! ¡Dios mío, no!

Hyunjin, que intentaba no escupir el agua por la risa, se puso en modo héroe inmediatamente, dejando la botella en la isla y acercándose con rapidez.

—¿Qué pasa? ¿Qué viste? —preguntó con seriedad fingida, claramente disfrutando de la exageración de Felix.

—¡Ahí, ahí dentro! —gritó Felix, señalando el fondo del gabinete con una mano temblorosa—. ¡Hay algo horrible ahí!

Hyunjin se inclinó, preparándose para enfrentar lo que fuera. Quizás un insecto, pensó, o algún bicho pequeño. Pero cuando vio lo que había dentro, soltó un grito casi igual de agudo que el de Felix.

—¡Es una rata! —exclamó, dando un salto hacia atrás y aterrizando cerca de Felix—. ¡Qué asco!

Los dos se quedaron mirándose por un segundo, paralizados. Luego, como en una coreografía perfectamente ensayada, comenzaron a saltar y agitar las manos, ambos gritando como si el animal fuese a perseguirlos.

—¡Oh, no, no, no! ¡Sáquenla de aquí! —gritaba Felix, aferrándose a la camisa de Hyunjin.

—¡Mátala, mátala! —le decía Hyunjin, aunque estaba claro que él tampoco se acercaría ni un centímetro más.

La rata salió disparada de entre las sartenes, cruzando la cocina mientras Felix y Hyunjin gritaban y corrían por el pequeño lugar.

En medio del caos, apareció Minho en la puerta, frunciendo el ceño.

—¿Qué demonios les pasa? —preguntó, cruzado de brazos.

—¡Una rata! —gritaron ambos al unísono, señalando a la pequeña criatura que se escabullía detrás de una silla.

Con un suspiro cansado, Minho se acercó, agarró una escoba y en menos de cinco segundos había ahuyentado al pobre roedor hacia la puerta trasera.

—¿Ven? Fácil —dijo, dejándoles la escoba en medio de la cocina antes de dar media vuelta y salir, dejando a Felix y Hyunjin jadeando, todavía en shock.

Niños Grandes (skz ships)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora