Do I love my teacher?

Epilogo

Narra Karly

Habíamos llegado a Seattle después de un largo y cansado viaje para todos, Nicky se acopló rápido a la nueva casa que no era tan nueva para mi ya que había vivido ahí años atrás, Daniela y Javier vivían ahí así que era un poco diferente pero teníamos que acostumbrarnos a todo.

En pocos meses las cosas encajaron en su lugar, Eduardo me pidió matrimonio en una de nuestras noches de cena familiar, me había emocionado bastante con todo hubo demasiados planes para nuestra boda aunque fuera en grande cosa que ni Eduardo ni yo queríamos pero nuestras familias decidieron que así fuera.

-Va a ser una gran boda

-Es que nosotros queremos algo pequeño

-Hija nosotros no conocemos el significado de pequeño

-Es que señora no me gustaría algo muy grande... Preferimos algo pequeño pero significativo

-Es que hija los planes ya están sólo es cuestión de ponerlo en marcha

-Pero...

-Aquí ningún "pero" cuenta

-Está bien...

La familia de Eduardo junto con mi mamá se pusieron a organizar absolutamente todo, yo sólo servía como un maniquí me hacían cambios de peinado, maquillaje y de vestidos. Después de un largo tiempo de espera pude elegir mi ramo bueno aunque me tuvo que acompañar Diana porque temían que fuera a elegir algo malo.

-Diana prometo no arruinarlo...

-Es mejor que te acompañe

-Pero...

-Vamos que es tarde pequeña

-Pero ¿quién cuida a Nicky?

-No te preocupes por eso que está arreglado

-Es que...

-Ya nos vamos por el ramo

Salimos de la iglesia y fuimos a una boutique a ver cómo podían armar mi ramo de una manera tan linda que le gustara a toda la familia.

-Puedes escoger ese

-No, lo voy a armar yo

-¿Por qué?

-Me gustaría más

-Bueno...

Empecé a ver las flores pero ninguna me gustaba mucho, después de recorrer demasiados pasillos con flores encontré las ideales era unas rosas blancas y rosa pálido, combinamos esas dos y unas pequeñas rosas y algunas perlas cuando terminé Diana lo observó se paró frente a mi y gritó.

-¡Es hermoso!

-Tengo un poco de gusto...

-¿Por qué te noto algo triste?

-¿Triste?

-Sí, tú estás triste

-No, estoy bien

-Bueno, ¿tienes tus votos?

-A medias

-¿Por qué?

-Pues es que no encuentro las palabras indicadas para decirle a Eduardo

-¿Eso es lo que te tiene así verdad?

-Sí, aunque las cosas marchan bien yo me siento rara

-¿Rara?

-Sí, la boda está quedando como nuestras familias quieren pero yo no quiero que sea tan grande