Capítulo 27.

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MARATÓN 2/3.

—¿Crees qué me voy a dejar? —sonreí mientras Bruck tomaba mis muñecas— Eresun imbécil.Sabia que los dos meses de verano en el curso de defensa personal me serviríanalguna vez. 

Escupí en su rostro para después levantar la rodilla directo hacia sus genitales. 

—¡Mierda! —se tiró agarrando sus genitales— ¡Eres una puta zorra! 

Gritaba de dolor, así que para rematar, le di un puntapié en su espinilla. 

—¡No te metas conmigo, estúpido! —estaba eufórica. Jamás le había pegado a unhombre tanto así. Se sentía genial, mis venas ardiendo de adrenalina. 

—¿Qué? ¿Qué ha pasado? —dijo Harry corriendo junto con la multitud detrás de él. 

"¡Oh Dios! ¿Ella lo ha golpeado?" Escuchaba murmullos así entre toda la gente. 

—Este...—tenía ganas de insultar lo, pero recordé que era "Selena Cavalli, novia deHarry Styles" — este chico intento besarme, yo solo me defendí... 

—Sabía que pasaría esto. —se río Harry ligeramente, casi nada— ¿estas bien? —asentí y el miro a Bruck— tú, anda, levántate.  Harry le dio la mano y este se alzó lentamente.—Selena no es una chica igual a las demás, ella es muy diferente. —le dijo al chico.Algo me decía que lo decía sinceramente, pero sabiendo la capacidad de mentir tanbien de Harry, descarte la idea. 

—Tus compañeros son un asco. —dije asqueada. 

—Y que me lo digas, los odio a todos. —dijo sin mirar mientras manejaba ante elvolante. 

—¿No tuviste un verdadero amigo nunca? —él me miró, callado. 

—Yo...—pensó— tenía uno. En la secundaria, se llamaba Ralph.—¿Ese no era el que dijeron en la cen... 

—Cállate, no me interrumpas. —suspiró— el era mi mejor amigo, pero lo éramos ensecreto. Mama no me dejaba juntarme con él porque era un chico de baja sociedadque tenía una beca en mi gran escuela. Pero el era el único que me agradaba detodos mis compañeros, siempre nos reuníamos en una pequeña tienda detrás de laescuela para jugar videojuegos. Fueron los mejores tiempos de mi estancia en laescuela. 

—¿Y dónde esta él ahora? 

—Después de aquel día, cuando nos fuimos a jugar fútbol en una cancha de unacolonia, mi madre nos encontró y mandó a él y a su familia a otro estado. Nuncapude hacer nada. Desearía verlo solo una vez y decirle tantas cosas...—Harry meditóy se quedó callado, como si hubiera guardado algo más que no quería decirme.Pero a mi me bastaba eso. Con qué me contara algo de él, me basta.— pero no digasnada de esto, sirvienta. ¿De acuerdo? 

Asentí molesta. Odiaba que me dijera así.—aún así, gracias por hacerme este favor, Selena. Aunque lo hagas porque te heobligado. —suspiró. 

—Y aunque no me hubieras obligado, lo haría, Harry. Si era algo que realmentenecesitabas, lo haría. —Harry se quedo mirándome perplejo, pero entonces lellamaron al teléfono. 

—¿Bueno? —contestó mirando al volante— Ah, sí. Está bien. ¿También a ella? Deacuerdo. Vamos para allá. Adiós. 

—¿Quien era? —pregunte curiosa. 

—La Sra. Roberts, le ha dicho papa que quiere que vayamos a verlo. 

—¿Has estado bien, Selena? —dijo el Sr. Styles sonriendo con dos tubos en lanariz. 

—Muy bien, Sr. 

—¿Cómo va el trabajo? 

—Algo complicado. Pero vamos bien, gracias a Harry vamos progresando. Es unbuen empresario. 

—Ni lo dudo. —sonrió— ¿Gemma y Sophie están bien? 

—Gemma sigue durmiendo en casa de sus compañeros por su proyecto final delcolegio, y Sophie esta bien. 

—No le digan nada del trabajo que hacen ustedes a Gemma. Ella siempre quiso haceresta conferencia. —asentí. El me sonrió.Salí del cuarto y Harry no se encontraba sentado en la sala de espera. Nunca debí dehaberlo dejado en la sala de espera común, donde la gente normal se sienta. 

—Señorita ¿es familiar del chico...Harry? —dijo una enfermera algo asustada yapresurada. 

—Eh, no...bueno, si. ¿Que ha pasado? —pregunte aturdida. 

—Tuvo una caída de colapsamiento en la sala de recepción. ¡Venga por favor! 

Corrimos hasta la sala principal de recepción.Harry se encontraba sentado en el piso, tomándose la cabeza entre las manos,apretando los dientes y los ojos, mientras la gente solo miraba asustada. 

—¿¡Harry?! ¿¡Harry que te pasa?! ¡Harry! —el susurraba algo, como si estuvieralastimado. 

—¿Selena? ¿Selena? —dijo calmándose al oír mi voz. Se aferró a mis manos. —Selena.Necesito un medicamento, rápido. Dámelo, por favor. 

—¿Qué? ¿Cuál es? —dije asustada. 

—Los tiene la Sra. Roberts, yo....sufro Trastorno de Pánico. 

Dangerous |Harlena| »Adaptación« |Cancelada|Where stories live. Discover now