Capítulo 2.

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Salí de la ducha algo nerviosa. ¡Rayos! Mi primer día de trabajo. Miré mi cama, donde se encontraba mi uniforme que me dieron ayer.

Fui hasta la oficina de la Sra. Styles, pensé que ella me entrevistaría, o algo así. En cambio, fue su asistente personal la que me preguntó y calificó. Me llamó dos horas después, tenía el puesto.

Me pongo el uniforme que consta de un vestido azul pálido que me llega a las rodillas, con holanes en las mangas cortas y en el dobladillo del vestido. Un mandil que me cuelga de la cintura hasta donde termina el vestido, color negro, bordeado con un holán blanco. Y unos zapatos de charol negros. Me hago una trensa y salgo corriendo hacia la cocina.

– ¡Es tarde! ¡Es tarde! –le dije a mi mama que me preparaba un sándwich. Me lo dio y le di un mordisco –las veo al rato, las quero. –les di un beso a mamá y a mis hermanas, y antes de que hablasen salí corriendo. Tomé mi bici y pedaleé, faltaban veinte minutos para las ocho, si llegaría.

Cuando llegué, me asombré por la casa, ya la había visto, pero nunca había entrado y ahora lo haría. Toco el timbre que hay en el gran muro que abarca alrededor la casa.

– ¿Quién es? –sonó una voz varonil en un aparato donde hay botones.

Apreté uno rojo y hablé.

–Sor Selena Gomez, la nueva empleada –no contestaron. Me sobresalto que la puerta se abriera por si sola. Entra a traspiés, nerviosa. El jardín era más grande que mi casa, que muchas casas. Era como el parque cerca de mi casa, solo que mucho más grandes. Muchas personas regando flores y cortando arbustos, había un gran garaje con varios autos de colores que eran lavados y limpiados por varias personas, el camino era empedrado y llegaba hasta la gran puerta de la gran casa amarillo canario. La casa tenía muchas ventanas. ¡Santo Dios!

La puerta se abre y me recibe una señora de pelo blanco y algo bajita, con el mismo uniforme que el mío.

– ¿Tu eres Selena? Pasa, cariño, pasa –entré y pude apreciar la casa. Parecía de película. Y me asombro más, ese salón era solo la sala principal ¿También había mas salas? ¡Dios mio!

–Bueno, Selena. ¿Si te llamas así, no? –Asentí– Bueno, te encargaras del desayuno hoy. ¿Sabes cocinar? –Volví a asentir– ¿No hablas?

–Sí, yo... lo... lo siento, estoy impresionada. –dije mirando la casa y ella sonrió.

–Lo sé, yo también estaba así como tú el primer día. –Rio– Ven, vayamos a la cocina.

La cocina era espaciosa, con miles de almacenes con comida y verduras. Con miles de tipos de cuchillos, cucharas y útiles de cocina.

Wow.

–A la pequeña Sophie le gusta cereal "Froot Loops" con leche. Gemma le gusta los huevos con beicon y al joven Harry le gustan diferentes cosas cada día, tendrás que preguntarle... Es algo...estricto– hizo una mueca.

–No se preocupe, haré todo. Cereal, huevos con beicon y otra cosa que le guste al otro muchacho. –respondí entusiasmada, esto no era difícil. Es lo mismo que hago con mi familia, preparar el desayuno, limpiar la casa, regar las plantas. El trabajo perfecto.

–Para cuando bajaron las dos chicas, yo ya tenía el desayuno listo.

– ¡Cereal! –chilló la niña. Sophie, creo. Era pequeña y de pelo lacio y castaño, ojos café claro y una piel cenicienta. Con una gran sonrisa. Ella se paró en seco cuando me vio.

– ¿Y la señora Roberts?– dijo angustiada. Supuse era la señora que me recibió, no me había dicho su nombre.

–Hola, pequeña. Soy Selena, la nueva empleada. Un gusto en conocerte. –le sonreí y ella sonrió.

–Hola, Selena. ¿Cómo sabes que amo el cereal?– pregunto mientras se sentaba.

–Me lo ha dicho un pajarillo– le respondí y ella rio.

La chica, Gemma tenía los ojos bien abiertos.

– ¿Pasa algo?  Srta. Gemma –le pregunte mientras le servía el desayuno. Ella negó con la cabeza.

–No, es solo que...nada. Gracias por el desayuno, Selena– me sonrió. Su sonrisa era muy bonita, a decir verdad. Tenía el cabello azul y algo púrpura en las puntas. Su piel era algo más bronceada que la de Sophie. Yo limpiaba la mesa y el comedor y Gemma no dejaba de mirarme. ¿Tengo algo malo? ¿Un moco? No, Selena. Seguro no está acostumbrada a tener una empleada tan tonta como yo. ¡Puf! Qué vergüenza.

–Gloria, quiero estofado de cordero, un poco de puré de papa y una bebida ital...– me vio un nano segundo y frunció el ceño – ¿Qué hace ella aquí?

 –Harry, es la nueva empleada. ¡Selena! Sabe que amo los cereales. –dijo Sophie tiernamente y a mí se me heló la sangre. Era muy frio y duro. Dios, tenía razón la señora Roberts al decir que tuviera cuidado con él.

–Bueno, me vale una mierda...Hazme lo que acabo de decir. Quiero el puré bien hecho, sin un grumo. O te largas de mi casa ¿Entendido? –asentí nerviosa y comencé a preparar.

–No tienes que ser así con ella. Es solo nueva. –susurro Gemma a su hermano.

–Yo trato como quiera a la servidumbre, Gemma. Cierra la boca. – le espetó y miro su celular.

Termine de cocinar y se lo entregue a Harry, pero justo cuando le iba a entregar la bebida italiana se me resbalo de las manos y le cayó en el regazo.

– ¡Eres una...estúpida! –exclamo Harry furioso. Se levantó estrepitosamente mirándome con los ojos inyectados de furia.

Dios, eres una estúpida Selena. ¡Estúpida!

–Lo siento, joven Harry, yo... No, yo...– suplique limpiándole el regazo pero él me empujo por los hombros.

–No me toques, estúpida insolente.

–Yo...le prepare otra, enseguida...–me interrumpió.

–No, ya no quiero nada. Me largo. –farfullo y subió los peldaños de nuevo. Oh, Dios... Perdería e trabajo.

Las lágrimas querían atacar mi rostro, pero no deje que salieran, no. Soy demasiado débil, mierda. Los dos chicos me dieron las gracias en casi un susurro y salieron de ahí apurados.

Soy una tonta.

Estaba sentada en el comedor, aburrida. Saque de mi bolso mi boceto de dibujos y puse una hoja en blanca, necesitaba dibujar para des estresarme de lo que había pasado en la mañana. Comencé a dibujar, pero me entretuve en mis pensamientos, aunque seguí dibujando.

Harry era demasiado estrepitoso. Estricto. Irritable. Debí suponerlo, siempre ha tenido lo que ha querido. Y yo no le agrado. Pero... ¿Por qué no son así Sophie y Gemma? Ellas dos son muy encantadoras, educadas. Siempre educadas. Además, Harry no se parecía en nada a ellas. Estas dos se parecían hasta en la sonrisa, Harry no. O tal vez porque no lo vi sonreír, quizá por eso. ¿Por qué se comporta así? Es algo raro...

Miré hacia mi boceto y me sorprendí al ver que en la hoja yo estaba dibujando el rostro de Harry.

N/A: Bueno, aquí está el capítulo, espero les esté gustando latrama que va agarrando. Harry se pasa de presumido O.o ¡LO MATO! ¡A SEL NADIE LE GRITA! Okno.

¡Pregunta!:

¿Quieren que aparezca alguien nuevo? ¿Quién? :*

Dangerous |Harlena| »Adaptación« |Cancelada|Where stories live. Discover now