CAPITULO 4

73.2K 5.8K 473
                                    

ALEXIS

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

ALEXIS

Scarlett me mira y frunce el ceño, preocupada. Yo, en cambio, estoy nerviosa. Bajo hasta su mesa y veo que se levanta y camina hasta la puerta. La abre y me hace un gesto con el brazo para que salga. Cuando estamos en el pasillo desierto, mira hacia ambos lados y tira de mi mano empujándome contra la pared con su cuerpo. En cuanto siento sus labios, le rodeo con mis brazos y dejo que me bese. No lo hace con cuidado, lo hace con dureza, como siempre. Como si llevara esperando este momento mucho tiempo.

- Joder, Alexis...lo siento pero no he podido resistirme más.- Dice mientras muerde mi cuello.

- Owen.- Jadeo con cuidado. – Estamos en el pasillo de la universidad. Podrían vernos y despedirte.- Sigue besándome cada vez con más intensidad. – Te abrirían un expediente y a mí me expulsarían, ¿Recuerdas?

- Lo sé. Maldita sea... Ven a mi casa después.- Dice soltándome y apoyando los brazos en la pared a cada lado de mi cabeza.

- No creo que sea una buena idea.

- Por favor.- Dice acercándose de nuevo pero sin llegar a tocarme.

- Owen. Eres mi profesor. Un profesor por el cual todas mis compañeras babean y desearían tener entre sus piernas.

- Tú puedes tenerme. ¿Ya lo has olvidado?

Desliza las manos por mi espalda hasta apretar mi culo contra su erección.

- Eres un cabrón. ¿A las cinco?

- Bien. Ahora entra. ¿No querrás suspender el examen? – Dice con una sonrisa traviesa.

RYDER

Joder con la gatita. Parece que está más rodeada de secretos de lo que debería. Salgo del baño cuando veo que el profesor entra detrás de ella en clase. Vuelvo a mi clase, que acabo de descubrir que está junto a la suya, y Aiden me mira interrogante cuando entro sonriendo. Ya tengo algo más con lo que chantajearla, y estoy segura de que esto le importará bastante más que lo del bar.

Cuando suena el timbre, salgo deprisa y la pillo cruzando miraditas con el profesor en medio del pasillo. Cuando él cree que no le mira nadie, la guiña un ojo y ella le saca la lengua.

- Gatita. ¿Podemos hablar?

- ¿Tu otra vez? Antes te has largado y me has dejado con la palabra en la boca, así que no veo por qué debería hablar contigo.- Dice claramente molesta.

- Perdona por eso. Ven.- Digo cogiendo su mano.

- ¿Qué haces? – Dice soltándose.

- ¿Qué? – Pregunto confuso.

- ¿Tú no sabes que hay algo que se llama "espacio personal"?

- Sí.

- Vale. Pues respeta el mío.

ToxicWhere stories live. Discover now