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Volví al presente cuando escuché el gritito de Gemma mientras caminaba hacia mí con pasos rápidos y torpes. Su cabello castaño estaba desatado, pero llevaba una cinta separando los resortes de su rostro. Sus ojos verdes brillaban junto con el sol, con ese resplandor que solo ella sabía portar.

Cayó de rodillas entre su abuela y yo. Lucinda rio, yo solo sonreí. La verdad era que moría de ganas de volver a la cama y dormir hasta que el dolor se pasara. Pero me había levantado hacia solo un par de horas. No moriría por aguantar un poco más. Siempre lo hacía.

Gemma apoyó su manito sobre mi barriga y la arrastró por todo el lugar hasta que encontró en donde su hermana estaba pateando. Me miró con una sonrisa enorme.

—Ella está despierta —le dije.

—Ella depieta —repitió.

Me permití reír, enternecida. Apenas si hablaba, las únicas palabras que sabía decir relativamente bien eran las que escuchaba con frecuencia. Tenía su propio idioma, el cual aprendimos con agilidad (o algo así), pero la única frase completa que armaba era esa. Se la repetía cada vez que Sophia se movía y ella estaba cerca. La pediatra dijo que era un buen estímulo y que dejara de soltar maldiciones o tendría una niña con una boca muy sucia.

Por lo que me limitaba con lo que decía.

—Brenda, ¿te sientes bien? Luces incómoda —inquirió Lucinda.

—No me siento mal, pero me duele la panza. Es lo único fuera de lo normal.

La miré. Ella ladeó la cabeza.

—Intenta caminar. Recuerdo que eso me aliviaba cuando yo estaba embarazada.

Suspiré y giré sobre mí misma para poder arrodillarme y luego impulsarme hacia arriba. Sentí la mano de Lucinda en mi codo, ayudándome. Gemma se agarró de mi pierna, sonriendo. Le di mi índice y ella lo tomó. Di un par de pasos, sintiendo a mi suegra detrás rodeando la piscina. De pronto, la panza comenzó a dolerme con más fuerza y me di cuenta de lo que se trataba: contracciones.

Giré hacia Lucinda con los ojos abiertos a la par, junto a una mueca.

—Me parece que estoy en trabajo de parto.

De ahí las cosas sucedieron un poco más rápido. Ella advirtió a Evan y a Richard, Nenna detrás. Tomaron el bolso que había preparado y me subieron al auto, los reyes adelante y nosotros detrás; Gemma en brazos de su padre. Esta vez no me sentía nerviosa ni con miedo, al menos no estaba llorando como la primera vez. Me sentía emocionada. Solo rogaba que todo saliera bien y lograra soportar el dolor una vez más.

Todo fue más rápido. No sé cómo no fui consciente antes de que estaba a punto de tener a Sophia, pero al llegar al hospital mi dilatación era de seis. Seis. No podía creerlo. Llamé a Candace en el camino allí y no pasó mucho tiempo antes de que apareciera, con Souffiane y los reyes esperando afuera. En realidad no pasó mucho tiempo antes de que toda la familia apareciera en la sala de espera.

Un momento antes de que tuviera que comenzar a pujar, Evan me acercó a Gemma, sentándola cerca de mí. Sonreía, sin entender nada de lo que estaba pasando. Acaricié su mejilla con mi mano derecha, pues en la izquierda tenía el aparato que tomaba mi presión. Recordé como si fuera ayer el momento en que estaba por tenerla a ella y mis ojos se cristalizaron.

—Te amo, Gemma —susurré.

Ella me mostró sus dientes y picó mi nariz con su pequeño dedo índice, como su padre siempre solía hacer con ella. Aun albergaba cierto miedo en el amor que sería capaz de dar, pero estaba segura de que la vida no dejaría de ser divertida.

Quise llorar cuando Maïte me dijo que la bebé debía estar afuera. Lo entendía, por supuesto, yo solo quería que estuviera conmigo un ratito más.

—Shh —Evan limpió mis lágrimas cuando volvió, mientras la doctora Dulieu daba órdenes—. Eres una madre asombrosa, Brenda. Estoy segura que Sophia te hará incluso mejor, y verás a Gemma en cuanto sea posible.

Candace tomó mi mano libre y le dio un apretón.

—Tus hijas tienen suerte de tenerte. Vamos, Brendie, es hora de traer a Sophia al mundo.

Sonreí y supe que estaba lista.

Afortunadamente, pujé cuatro veces y Sophia salió, por increíble que sonara. Su llanto era importante y no fue ni la mitad de tranquila de lo que fue Gemma. Lloró cuando la colocaron sobre mi pecho y abrió los ojos al besar su manito; sus gritos disminuyeron apenas un poco. Acaricié su cuerpo, dándome cuenta de que yo misma estaba llorando. Escuché que Maïte llamaba a Evan para que, de nuevo, cortara el cordón umbilical.

Estaba demasiado emocionada como para que los fluidos que cubrían su cuerpito me importaran. No podía evitar besar su mano y acariciar su pecho. Su rostro estaba rojo por la fuerza que estaba haciendo al gritar.

Aun así, ella me parecía mágica.

Como era de esperarse, se la llevaron para limpiarla y yo no quería que se fuera tan rápido. Las parteras me ayudaron con la placenta y a limpiarme. Me sentía más dolorida por razones obvias, pero me acomodé mejor entre las almohadas con el incentivo de cargar a Sophia en mis brazos, de conocerla de una vez por todas.

—Brendie —musitó Candace—. Tengo algo que decirte.

Limpié las lágrimas de mi rostro y giré hacia ella.

—Dime.

Se sentó en la cama frente a mí y me miró con una emoción en su cara que yo conocía muy bien. No porque lo hubiera visto antes, sino porque yo mismo lo había sentido. Llevé mi mano a mi boca y parpadeé, sorprendida y emocionada; feliz.

—Dios mío...

Lució asombrada por cuán rápido me di cuenta, pero rio al instante.

—Sí. Estoy embarazada —murmuró.

—¡Dios mío! —exclamé— ¡Vas a ser madre!

Dejó salir una risita.

—Yo tampoco puedo creerlo. Me enteré hace poco y quería que fueras la primera en saberlo. Bueno, después de Souffiane.

—Ese cretino no me dijo nada —masculló Evan.

Aunque yo sabía que no estaba enojado en lo absoluto. Candace también.

—Bueno —suspiró contenta—, ahora ambos lo saben.

Tomé la mano de mi amiga. Este día se ponía cada vez mejor.

+   +   +   +   +

Holiiii. Sé que es cortito, pero es que tengo ganas de que lo siguiente sea relatado por Evan. No puse todos los detalles como en el parto de Gemma porque no quería que fuera tan largo, porque esta no es la novela en realidad, así que espero que les guste de igual manera. 

Este va para @TatianaS_Happy, ella sabe por qué xD

¡Hasta la próxima! Besines <3

Entre tú y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora