Somos del mismo equipo.

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–Nos vemos luego–dice la monótona voz de Haru quien lo mira con seriedad–Sousuke

Él mencionado solo sonrió y asintió con suavidad.

–Ah sí. Nos vemos luego, Haru.

Siendo sinceros no parecía un avance exageradamente grande en la relación de ambos a la opinión de los demás aunque realmente si lo fuera. Antes no eran capaces de sostener una conversación de más de dos frases y ahora eran algo así como 'amigables'.
Era bastante notable que ahora entre estos dos no había tanto recelo y que la atmósfera era mucho menos tensa, incluso parecía que las personalidades taciturnas y calladas de ambos se llevaban muy bien y en poco tiempo Haru y Sousuke llegaron a comprenderse mejor de lo que Makoto pudo hacer con el ojiazul nunca, dando como resultado que no existían la frase "comunicación oral" como propia mas bien era algo cercano a la "telepatía".

–Oi Sousuke

Es Rin el que llega como cada sábado a decir la misma frase, a la misma hora, en el mismo tono.

–¿Qué?

–Iré con Haru y los demás ¿Quieres ir?

Se limitó a asentir mientras fingía acomodar sus cosas en la maleta que tenía preparada desde una noche antes. Rin lo sabía, no era especialmente observador pero tampoco era un idiota y se necesitaba ser descuidado en serio como para no ver ese tipo de detalles.
Sousuke nunca había sido muy social, Rin lo sabía, era más reservado y prefería guardar silencio mientras él socializaba. Así que por ello para Rin era medio raro que aceptase sin chistar su invitación.

Era extraño, pero no sospechaba que a Sousuke lo que le importaba era estar cerca de su otro amigo pelinegro. Eso jamás.

Y quizá para Sousuke era igual porque de unas tres semanas atrás se sorprendía a si mismo en medio de una extraña sensación de ensoñación al ver a Haruka o 'Haru' como le decía en su cabeza. De pronto lo encontraba brillante, hermoso y especial.
Tan suave en su manera de andar, de hablar...

Es Nagisa, el rubio hiperactivo, quien rebota hacia ellos para saludarlos con una enorme sonrisa como siempre.

–Rin-chan llegas tarde. ¿Sou-chan nos acompañará hoy también?–inquiere alegre.

En eso se acercan Makoto y Rei a saludarlos.

–Sí, no quiso quedarse a jugar simuladores de nado en casa–replica Rin a lo que todos sueltan una risa.

–Hmm.

Rin no hace caso del gruñido de Sousuke y busca con la mirada a su chico.

–Eh ¿y Haru?–preguntó.

–¿Dónde crees?–réplica Makoto con una sonrisa

–Ya–responde Rin sonriendo un poco. Ambos tenían ese tipo de fascinación por Haru así que nadie lo veía raro.

–Haruka-senpai es un amante declarado del agua–comenta Rei ajustandose las gafas.

–Y es terroríficamente bueno nadando–dice Nagisa con una cadencia exagerada y alegre.–Incluso cuando eramos niños.

–Oh sí, ¿Recuerdan cuando...?–Makoto comienza a contar una anecdota que hace que Rin y Nagisa se retuerzan de risa.

Sousuke quien era el único que no tenía intenciones de decir nada, ni tampoco compartía la melancolía al ver al pelinegro nadar, pero tenía unas imperiosas ganas de saltar al agua a su lado, se dedicó a verlo en silencio. Ver sus largas brazadas y su espalda fuerte. Solo se permite apartar la mirada de tan espléndido cuerpo cuando Nagisa grita.

Suspiros RobadosWhere stories live. Discover now