Capitulo 4

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Hace una semana que no lo cruzo, no va al bar, ni mucho menos a la universidad.
Es como si la tierra lo hubiese tragado.

Tras salir de clases y feliz, gracias a que hoy no trabajo, comienzo a caminar hacia mi apartamento.
Llegando al mismo, siento unos pasos tras de mí y comienzo a ponerme nerviosa, giro a ver quién me sigue y no hay nadie... sigo caminando rumbo hacia mi edificio y vuelvo a escuchar los pasos y vuelvo a girarme...

- h..ho..hola ? - mi voz suena entrecortada y muy suave. Al no conseguir una respuesta sigo mi camino apretando el paso.

Al llegar al apartamento suspiro aliviada por haber llegado a salvo.

Voy hacia el refrigerador, me sirvo zumo de naranja y siento una ráfaga de viento y llego a ver que el ventanal tiene una de sus puertas abiertas. Mi corazón comienza a latir a mil por segundo..

- Hola? - grito y escucho caer cosas en mi habitación. Quedo congelada en mi lugar. Alguien está dentro del apartamento agarro mi móvil y marco a emergencias, voy acercándome a mi habitación a pasos cortos sin hacer ruido y retrasando demasiado mi llegada... Al llegar la puerta está cerrada, la abro...

No hay nadie. Veo mis apuntes de la universidad tirados pero luego esta todo en su sitio.

Saco todo el aire de mis pulmones que inconscientemente lo retenía y trato de respirar con normalidad. Que carajos está sucediendo hoy?

***

Luego de un baño y una siesta me visto y dispongo a ir a el parque a leer allí.

De camino veo unos niños con sus padres y mi nostalgia se hace presente...

Los extraño. .

Mis padres tuvieron un accidente automovilístico y perdieron la vida. Yo solo era una niña cuando paso esto y recuerdo muy poco de ellos pero lo poco que recuerdo siempre lo llevo presente y me alegra recordarlos. Sonrió nostálgicamente y sigo mi camino.

Al llegar hay pocas personas y eso me hace suspirar de alivio. Me molesta la gente en cantidad, prefiero mantenerme en las sombras y no dejar ser vista.

Todo es mejor así.
                                                                                          ***

Luego de un rato veo por el rabillo de mi ojo que alguien toma asiento a unos centímetros de mi, giro a ver quién es y me encuentro con Michael Rosse, Capitán del equipo de fútbol americano.

Me mira y sonríe bajo mi mirada nuevamente a mi libro y sigo leyendo. Luego de lo que parecen ser quince minutos, carraspea la garganta y me fijo en el, alzando mis gafas hasta el puente de mi nariz. Sus ojos grises se fijan en los míos

-Soy Michael - dice con su voz gruesa y algo tímido.

- A..a.. Lex - se mezclan las palabras en mi cabeza y termino sonrojándome.

- te he visto en clase de historia - pongo mis ojos como platos, sorprendida porque me ha notado en clase y carraspeo mi garganta.

- Si - me limito a decir.

- eres casi nueva... - dice en forma de afirmación

- a mitad del semestre ingrese – asiente procesando la información que le confirmo.

-Lose - lo miro nuevamente desorientada por la insistencia que tiene por mantener una conversación conmigo - ¿usas gafas porque te gustan o por algún problema visual? - su pregunta me desconcierta y no entiendo esa clase de pregunta.

- tengo un problema visual - contestó - si me disculpas me tengo que ir - sin esperar alguna respuesta me levanto y voy directo al apartamento, aun confundida por haber mantenido una mínima conversación con él. Ósea, es el capitán del equipo, el no se mezcla con gente como yo. Sacudo mi cabeza y centro mi atención en el camino.

                                                                                        ***

Al llegar veo una espalda que reconozco al instante y al ver sus tatuajes en el cuello me pongo tensa. Se gira y me mira fijamente.

- debemos hablar - su tono es frio, y determinado

-d..d..dime – susurro, intimidación mode on.

- quiero disculparme por mi atrevimiento de llamarte Alicka aún sabiendo que no la conoces, solo es que te pareces mucho a ella y me haces recordar demasiado – aclara y me desconcierta totalmente. Justamente en ese momento se me inca la curiosidad.

- ¿Quién es ella? – suelto rápidamente, veo como su mandíbula se tensa y su cuerpo reacciona igual.

- no importa - con eso se da vuelta y sube a la que debe ser su camioneta y nuevamente me deja pasmada en medio de la acera. Realmente creo que este muchacho tiene algún tipo de manía, con dejarme desconcertada y totalmente aturdida.

Cuando salgo del asombro en el Calvin me dejo, decido ingresar a el edificio donde se encuentra mi apartamento y es ahí cuando me siento observada, y como una ráfaga de viento siento que una mujer habla suavemente...

-Jamás serás ella, el solo le pertenece a ELLA-

Giro mi cuerpo para buscar la dueña de esa voz y no encuentro a nadie.

JUST GO AWAY (EN EDICIÒN)Where stories live. Discover now