Mi Príncipe Azul [#2]

Capitulo 11

  -Quiero decirte algo-Anuncio Austin. Esta sentado justo al frente mío con su helado en la mano, dentro de la heladería no hace calor, pero mis mejillas se enrojecieron al notar su fija mirada. –Hace rato da vueltas en mi cabeza y creo que es justo que lo hablemos-Cayó por un momento esperando algún signo de aprobación de mi parte. Lo mire atenta, moví mi cabeza afirmando para que continuara hablando. –Quiero hablarte del contrato-Dijo casi con timidez.

-¿Que sucede con eso?-Pregunte sin entender.

-Nada, solo que... -Me observo un momento como buscando las palabras correctas. Realmente no entiendo que sucede, no creo que hayamos hecho algo mal. –Se que todo esto, de las vacaciones juntos y eso, es... simplemente algo que pensaron nuestros padres para que nos enamoremos-Comento incomodo. Lo observe sin entender, es decir, creo que tiene razón, pero no se a dónde quiere llegar. –Esto es muy incomodo-Admitió avergonzado.

-Opino igual-Dije y ambos reímos.

-Solo quiero decirte que no es necesario que forcemos algo que no es, creo que con ser amigos alcanza, y... me gustaría conocerte más sin esa tonta presión de saber que nos tenemos que casar- Aclaró finalmente. Una sonrisa apareció en mi rostro.

-Es una gran idea-Dije y sonrió. –En realidad, es esa la razón por la cual se nos hace tan incomodo estar en la misma habitación, mas si sabes que el resto de las personas en esa enorme casa, saben que debe suceder algo-Comente en un tono obvio. –Eso lo vuelve más forzoso.

-Es cierto-Dijo inspeccionando mi rostro por un momento. –Me alegra mucho que pienses igual que yo, me sentía algo grosero al decirlo- Luego tomo un poco de su helado.

-Para nada, es más, lo primero que quiero que sepas de mí, es que solo quiero sinceridad-Él volvió a observarme fijo a los ojos. –Prefiero una verdad que duela....

-Que una mentira que perdure-Interrumpió finalizando mi frase.

-Resulta ser que cuanto mas perdure, más dolorosa es-Finalice. Sumergí la palita de plástico en el helado y volví a sacarla, los colores del helado comenzaban a mezclarse. 

-Es verdad-Me regalo una sonrisa y luego se puso algo cerio. Volvió a tomar una cucharada de su helado y fijo su vista en él. Está pensando en algo, estoy segura, intente ignorarlo, tome una cucharada de mi helado y volví a observarlo.

-¿Sucede algo?-Pregunte curiosa. Levanto la mirada y me observo, examino mi rostro, y finalmente movió su cabeza de un lado al otro.

-No nada.

-Dime, ¿Qué sucede?-Insistí. Volvió a clavar su mirada en su helado, pensativo. –Ocultar cosas también es una forma de no ser sincero-Comente con una gota de amargura. Levanto la mirada y volvió a examinar mi expresión. Estoy segura de que se trata de algo que duda en decir ¿Por qué? –Dime, no me enojare.

-No es eso lo que me preocupa-Dijo finalmente.

-¿Entonces?-Insistí. Respiro profundo y volvió a mirarme a los ojos.

-Estoy seguro que lo que me acabas de decir es una pared que construyes alrededor tuyo para que no te vuelvan a lastimar-Analizo disminuyendo el volumen de su voz observando mi rostro. Agache la mirada. Es cien por ciento cierto, simplemente le estoy, casi, rogando que no haga lo mismo que hizo Ian. –Yo no te mentiré-Prometió en un susurro.

-Él dijo lo mismo-Afirme con lágrimas en los ojos, ¿Por qué toco el tema? No quiero hablar de él al frente de Austin ni de nadie.

-En realidad me preocupaba que vuelvas a derramar lagrimas por alguien que no lo merece-Sus ojos enternecedores lo único que hacen es que me den más ganas de llorar. Agache la mirada una vez más, no quiero llorar. Puso su mano arriba de la mía, que se encontraba sobre la mesa, observe nuestras manos juntas, un cosquilleo paso por mi mano al sentir su tacto. –Por primera vez en mi vida siento que estoy haciendo lo correcto-Dijo con una media sonrisa. –Yo no voy a lastimarte, quiero hacer las cosas bien.

-¿Podemos irnos?-Pregunte sin pensarlo. Me observo sorprendido.

-Está bien-Se levanto y yo hice lo mismo. -Quiero que sepas que... si quieres hablar con alguien puedes contar conmigo –Dijo con una pequeña mueca.

-Lo tendré en cuenta-Solté, no quise sonar tan fría, pero no pude evitarlo.

Salimos de la heladería y nos subimos al auto. El camino de regreso contó con un gran silencio entre ambos. Si nuestro único tema de conversación siempre va a terminar siendo Ian creo que esto no va a ir muy lejos. Lo único que va a lograr es que me aleje de él.

Llegamos a la enorme casa y el almuerzo ya está listo. –La familia reunida para almorzar-Pensé irónica. Realmente no estoy de muy buen humor para soportar los ridículos comentarios que hace Nicole.

-¿Cómo va tu embarazo?-Pregunto Miriam, la señora Lopez.

-Bien-Contesto Nicole casi con cara de desagrado. La observe atenta, recuerdo la última vez que le pregunte sobre su embarazo, casi me mata. –Gracias por preguntar- Dijo tratando de sonar amable.

-Debe ser duro ser primeriza y de gemelos ¿Verdad?-Continuo con la conversación. Note un toque de furia en los ojos verdes de Nicole. Sonreí ante su expresión, debo admitir que me gusta mucho ver como se enfurece pero no puede estallar.

-Si, eso creo-Contesto cordialmente, me miro de reojo, sonreí aun mas victoriosa. –Zo-Dijo arrastrando la palabra, llamando mi atención. Levante la mirada y la observe, sentí la presión de estar bajo el ojo de todos. -¿Cómo has estado? No te he visto en estos días-Pregunto fingiendo interés.

-Amm-Intente relajarme. –Bien- Conteste finalmente sin entender a donde quería llegar.

-Que bueno-Dijo con una de sus sonrisas, debo admitir que eso me asusta, siempre que veo esa sonrisa se que tiene algo entre manos. Cambie la expresión de mi rostro y la observe. -¿Cómo está Noa? Creí que la invitarías- Pregunto haciendo más grande su sonrisa, mi rostro cambio rotundamente, ya la veía venir. Quise dejar mis cubiertos junto al plato, pero al hacerlo hice un gran ruido, chocando los cubiertos con el plato. El silencio invadió el comedor y la vista de todos estaba sobre mí. Agache la mirada avergonzada y volví a levantarla viendo la enorme sonrisa victoriosa de Nicole.

-Zo-Llamo mi papa en un susurro que estaba junto a mí, tomo mi mano para que le prestara atención, pero no lo hice. Seguro que intenta tranquilizarme antes de que se me ocurra hacer algo estúpido. Pero lo que no sabe es que ya se que le contestare. Pero intentare no ser grosera, creo que podre hacerlo.

-En realidad no, creíste mal-Dije, mi papa soltó mi mano. Respire profundo y tome un sorbo de mi bebida.

-También creí que invitarías a Ian-Y esa fue la gota que rebalso el vaso, la mire con odio. -¿Qué sucedió Zo? Parecía un buen chico-Comento poniendo cara lamentosa. –A caso ¿Lo arruinaste?-Pregunto observando a Austin. La rabia comenzó a circular por todo mi cuerpo, la observe con odio y ella sonrió aun más. ¿Qué mierda le pasa? Se está poniendo a la altura de una chica de dieciocho años. Apoye mis codos en la masa, dejando que mis manos se uniera debajo de mi mentón, tratando de verme relajada y tranquila.

-En realidad Nicole estoy preocupada por ti-Comencé sonando algo apenada. Me miro perpleja sin entender. –Estoy preocupada-Repetí levantando la voz para que todos escucharan. –Creo que si sigues comiendo así, tendrás a los gemelos antes de tiempo, ¿Cuántos has subido? ¿Quince kilos? Realmente te veo muy gorda-Dije, pude ver como su sonrisita se borraba y la furia pasa por su rostro -Jaque-Pensé victoriosa. Todos me miraron indignados, sorprendidos. Claro como hable de su embarazo ahora soy yo la mala.

-Zoe-Dijo mi papa despacio pero firme. Lo observe con odio y en ese momento escuche su chillido. Tire la servilleta sobre el plato y me levante.

-Haa, no puedo creer que me digas eso, eres una irrespetuosa, inmadura-Comenzó a gritar indignada, yo solamente escucho el eco de su chillona voz.

-ZOE- Escuche la voz de mi mama llamándome.

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Bueeeeeeeeeeeen dia Quiero comentarles que estuve pensando hacer una maratón de unos 3 o 4 capítulos, que les parece? *COMENTEN* No se olviden de votar si leen el capitulo :D