Mi Príncipe Azul [#2]

Capitulo 30

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La noche había caído completamente, frente a nosotros la feria era la única iluminación en el extenso descampado donde la habían armado. Hay niños por todos lados, corren de un lado a otro y sus padres corren detrás de ellos. Hay varios adolescentes, si, solo que nosotros parecemos sacados de otra película. Por un lado están Teo y Noa sacados de una película romántica definitivamente, caminan de la mano mientras se sonríen cómodamente junto con uno que otro mimo. Por otro lado están Ian y Samantha, parecen sacados de una película de misterio, no sabes si van o vienen, Samantha ha intentado tomar su mano unas dos o tres veces, Ian la toma y luego de unos minutos vuelve a soltarla. Hay risas entre ellos, si, pero creo que son risas fingidas. Y por último Austin y yo, sacados de una película... emm una película... Bueno, no lo sé, simplemente sé que Austin está actuando normalmente, como siempre, y yo soy la paranoica, si se acerca mucho inconscientemente me alejo, si intenta tomar mi mano me asusto y sinceramente no quiero saber que sucederá si intenta besarme. Esto es más complicado de lo que creí que seria. Despues de la conversación que tuve con Noa, cada vez que estoy en el mismo lugar donde esta ella o Ian, con Austin me siento realmente incomoda. Siento como si me estuvieran vigilando o juzgando si esta bien o mal lo que estoy haciendo. Puedo estar cerca de Austin, pero Noa pensara que soy una falsa a causa de lo que le dije esta tarde. Puedo tomar la mano de Austin, pero Ian pensara que di por hecho lo que sucedió anoche o que no me importa. Puedo besar a Austin, pero sentiré culpa, ya que tanto Noa como Ian saben del beso de anoche, y aunque Ian lo sienta muy dentro de él, Noa tiene mi confirmación de que sentí algo con ese beso. Pero por otro lado, Austin no se merece que lo trate así, él ni siquiera debe entender porque reacciono de esa manera.

-Quiero ir a la montaña rusa-Declaro Samantha señalando la enorme estructura.

-Si yo también-Dijo Ian.

-Entonces vamos- Sugirió Teo.

Los chicos se adelantaron casi corriendo, pero antes de que pudiera seguirlos Austin me detuvo, apartándome del resto. Noa a lo lejos se volteo y nos observo. –En un momento los alcanzamos- Le dijo Austin moviendo su mano. Noa asintió y luego continúo caminando.

-¿Sucede algo?-Pregunte lo mas naturalmente que pude.

-Eso es exactamente lo que te iba a preguntar-Admitió serio. -¿Qué te sucede Zo? Desde esta mañana estas rara, prácticamente, me ignoraste casi todo el día- Sus ojos quedaron fijos en mi, abrí la boca para poder decir algo, pero no pude inventar ninguna excusa, -¿Qué te sucede Zo? Dile porque actúas raro-Decía mi subconsciente.

-Lo siento, es que...-Me detuve un momento debatiendo que decirle, hasta que finalmente volví a hablar. –Últimamente no duermo muy bien, y hoy me sentía un poco mal-Mentí. –Por eso es que casi ni nos cruzamos- Me observo por un momento, y en mi mente comenzaba a rogar que me creyera. Finalmente soltó un suspiro, se acerco a mí y me abrazo.

-Me lo hubieras dicho, podría haberte cuidado- Se alejo un poco de mi y dio una sutiles caricias en mi mejilla con su pulgar. -¿Todo bien entonces?

-Si-Afirme. Se acerco un poco mas y medio un sutil beso en los labios, no me aleje, sino realmente no me creería, pero por otro lado, sin la presencia de Ian y de Noa esto resultaba más sencillo, y no parecía fingido.

-¿Vamos?-Pregunto, asentí y luego nos dirigimos a la montaña rusa, donde los demás estaban esperando para subir.