Capítulo 14.

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Desperté poco a poco, con dolor en mi cabeza ¿tan torpe soy? Al parecer si, bufo mentalmente y abro los ojos lentamente y los frotó para poder ver mejor, entonces veo a Leonardo que esta observando a través de la ventana, se ve tan distraído en sus pensamientos que no me atrevo a hablarle ¿que podría decirle? Quería decir tantas cosas, quería decirle otra vez gracias por haberme salvado de Matthew, por haber pelado por mi.

Un sentimiento nuevo brotaba dentro de mi y era algo nuevo, siento una atracción hacia Leonardo que no podría explicarlo, no sólo es físico, eso va más allá, lo quiero más que a cualquier persona que e conocido, pienso en el todo el tiempo, quiero estar junto a él toda mi vida sin importa nada, sin importar los secretos que el guarda.

—Leonardo —dije en voz baja apenas audible, inmediatamente Leonardo se giro a verme y sonrió tiernamente.

Eso me dejaba aun más desconcertada ¡confundida! ya no eran más miradas Frías e indiferentes, ya no eran más palabras duras y monótonas llenas de enojo y posesión enferma,ahora solo me miraba dulcemente y me hablaba de igual manera.

—buenas noches Natale ¿como estas? —me pregunto cortésmente
—estoy mejor, gracias —respondí con una débil sonrisa, mi estómago rugió y yo desvíe mi mirada un poco avergonzada, Leonardo soltó una pequeña risa y tomo mi barbilla y me hizo mirarlo fijamente.

—creo que tienes hambre, en un momento traerán la cena —me dijo sonriendo, yo me quede pasmada al verlo así, el haber escuchado su risa, el verlo sonreír me hizo sentir algo dentro de mi, una felicidad indescriptible ¡su sonrisa es preciosa! Digna de un premio.

—gracias Leonardo por... — entonces Leonardo posó su dedo en mis labios y negó con la cabeza
—no agradezcas nada Natale, no fue nada, haría cualquier cosa por ti —dijo serio, yo torpemente me levante de la cama y lo abrase suavemente, ignorando el dolor que sentía mi cuerpo,Leonardo respondió a mi abrazo e inhalo el aroma de mi cuello, sentí un escalofrío al sentir su respiración en mi clavícula pero era algo placentero, nada a comparación de Matthew el solo me causaba repugnancia.

—acuéstate necesitas descansar —me dijo tiernamente apartándose de mi, yo asentí y obedeci.

Leonardo me miró unos segundos y después se acercó a mi lentamente, sabía lo que iba a ser y yo lo esperaba con ansias, quería sentir sus labios sobre los míos, el me miraba fijamente con ternura y amor, era algo nuevo para mi, toco mis labios con su dedo índice y yo deje de respirar, después tomo mi mentón y me hizo besarlo, su mano estaba ahora en mi cuello atrayendome más a el, profundizando nuestro beso se sentía tan bien, sus labios se movían ferozmente sobre los míos, reclamando mis labios, su lengua jugaba en mi boca de una manera sensual y única, nos separamos por falta de aire pero quería más, mucho más.

—tus amigos están muy preocupados será mejor que vengan a verte —dijo con la respiración agitada, yo asentí y Leonardo salio segundos después.

Se miraba apuesto, con sus jeans color azul y su camiseta blanca, su cabello castaño alborotado.

—¡Natale! —grito Nina aliviada, Elio y mi hermano suspiraron aliviados.
—estoy bien tranquilos —dije sonriendo, todos se acercaron y me abrazaron con delicadeza.

—casi nos volvemos locos —dijo Elio con voz alterada, se ve que estuvo preocupado
—lo siento chicos, pero aquí estoy —dije tratando de tranquilizarlos.

—en cuanto estés bien, nos iremos a casa *Italia* —dijo Matt en tono autoritario
—ella estará conmigo —dice Leonardo entrando a la habitación, todos se miraron entre sí confundidos.

—Natale es mi luna, mi mate —dijo finalmente.
—estará conmigo —dijo serio mirando fijamente a mi hermano, Elio y Matt me miraron atónitos y Nina estaba sonriendo como una tonta muy tierna.

—¿Natale eso es verdad? —pregunta Elio asombrado.
—si Elio el es mi mate —digo sonrojadondome.

—eso es imposible —susurro mi hermano.
—pero si tu estas... —Elio no pudo terminar la frase cuando un joven con uniforme entro a la habitación.

—señor Leonardo, su prometida viene en camino —dijo el hombre avergonzado.

No sabía si sentir, enojo, celos, tristeza o irá descontrolada.

Lo único que sabía es que todo esto no iba a salir nada bien.

Extinción De MatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora