Capítulo 20.

36K 2.3K 32
                                    

Los rayos del sol se colaban por la ventana chocando en mi rostro, abrí lentamente mis ojos y solté un bostezo aun quería seguir durmiendo pero tenía que levantarme gire mi rostro y ahí estaba Leonardo durmiendo plácidamente. Sonreí sin poder evitarlo.

Me siento... Completa sumamente feliz, ahora que Leonardo me a marcado me siento como una adolescente enamorada y es que si estoy enamorada de Leonardo muy enamorada. El posó su brazo en mi cadera atrayendome más a el.

—despierta —susurre en su oído con voz dulce el gruñó y me aprisiona más a su cuerpo, suelto una pequeña risa y le doy un corto beso en los labios.
—mujer necesito descansar —dijo con voz somnolienta enterrando su rostro en la almohada, puse los ojos en blanco y solté un bufido.

—bien sigue durmiendo si quieres, yo tengo que irme —dije levantandome de la cama. Tengo que ver a los chicos deben de estar preocupados porque no les e hablado. Leonardo se levanta de golpe y me mira confundido.

—¿adonde crees que vas? —me pregunta incrédulo y asombrado ala ves.
—tengo que ir con los chicos asegurarme de que están bien —dije con una sonrisa tierna, Leonardo se ve tan sexy así... Con su cabello totalmente alborotado y sin camisa. Podría acostumbrarme a esto ¡claro que si Podría!

—esta bien pero yo iré contigo —dijo mirándome serio. yo rodé los ojos pero asentí de nada me serviría discutir.

Me metí a la ducha y me relaje completamente reflexionando sobre todo lo que me esta pasando ¡amo a Leonardo! A pesar de todo lo quiero conmigo para siempre. No es el hombre más detallista y romántico pero lo amo tal y como es. Se que me quiere y eso me basta.

Salí de la ducha y tome la secadora, me vestí rápidamente sin prestar mucha atención a mi atuendo elegí algo simple. Mis jeans con mi camiseta favorita color rosa, mis zapatillas y ya estaba lista.

—te ves hermosa —dijo Leonardo sonriendome de forma pícara, mis mejillas se tornaron de un rojo escarlata.
—gracias, tu no te ves nada mal —dije alzando una ceja sonriendo de forma coqueta, Leonardo poso sus manos en mi cadera y me atrajo más a su cuerpo.
—¿estas coqueteando conmigo? —dijo con voz ronca, mientras unía sus labios con los míos, enrede mis dedos en su cabello y lo atraje más a mi. Profundizando nuestro beso hasta que nos separamos por falta de aire.

—mejor nos vamos ya o te haré mía en este instante —dijo con la respiración entre cortada yo asentí jadeando y sonreí.

Salimos de la casa y emprendimos camino a la manada donde se encontraban Nina y los chicos. Me sentía nerviosa de que Leonardo fuera conmigo pero se que los chicos entenderian, nos detuvimos en una casa grande pero los vidrios estaban rotos y la puerta partida en dos.

—Leonardo dime que no es aquí —dije con la respiración entrecortada pero por la expresión que tenía Leonardo sabía que si era el lugar correcto. Baje de golpe y corrí dentro de la casa.
—¡no! Espera —grito Leonardo corriendo detrás mio, pero el miedo invadió cada parte de mi cuerpo al pensar en Nina y los chicos.

¡es mi culpa! Todo esto es mi culpa.

Dije en mi mente una y otra ves mientras corría buscando a Nina y los chicos. Entonces los vi en el patio trasero, estaban heridos pero no demasiado.

—¡chicos! —grite angustiada mientras corría donde se encontraban ellos.
—¿¡que paso!? —grite preocupada.
—Matthew te busca Natale y no se detendra hasta tenerte, estamos en guerra —dijo Elio limpiando sus heridas.

Leonardo sujeto mi brazo evitando que cayeran al suelo sentí que el mundo se detuvo unos segundos,mi respiración se agitó rápidamente.

Esto no acabara nada bien.

Extinción De MatesWhere stories live. Discover now