Treinta Y Cinco

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Maratón 2/3

—¿Ani estás bien? —La tranquilizadora voz de él me devolvió al mundo real.

—Solo pensaba...

—¿Otra vez ese chico?

Miré hacia las puertas del colegio y suspiré, John había venido a buscarme.

—Sí —confesé apenada, no quería lastimarlo, pero tampoco iba a mentirle.

John tomó mi rostro con sus manos y me miró fijamente.

—Sabes que si no estás preparada para esto te esperaré. De verdad quiero estar contigo —depositó un beso en mi frente—. Te aprecio Ani, y haré lo que sea para que estés bien, así tenga que correrme a un lado, yo sé que lo amas a él y respeto eso, ¿vale?

Asentí y él sonrió.

—Gracias por entenderme John... te quiero.

—Y yo a ti An, ahora vamos, dejé mal estacionado el auto.

—Espera —musité.

Él se detuvo en seco frente a mí y frunció el ceño.

Deposite un beso en sus labios, uno fugaz, apenas un roce pero eso bastó para sacarle una sonrisa.

Negó con la cabeza divertido y me tomó por la cintura.

—No me hagas esto en público An, no logro resistirme —mordió mi labio inferior y no pude evitar sonrojarme.

Pasó un segundo y nuestros labios ya estaban juntos.

Sus manos viajaron por mi espalda subiendo mi blusa y trazando líneas imaginarias por mi piel.

En ese momento no me importó nada.
Ni la gente que iba de un lado al otro a nuestro alrededor, ni que algún conocido me viera, ni tú.

Eramos solo él y yo.

De repente sentí que se apartó bruscamente de mi lado y luego él ya estaba en el suelo sangrando por su nariz.

Lamento no ser como ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora