Treinta Y Nueve

77.9K 8.9K 1.6K
                                    

Maratón 2/3

Damian

Tus ojos vidriosos me observaban asustados y frustrados.

Tus delicadas manos temblaban muy levemente.

Tus rojos cabellos, parecían prenderse fuego gracias a la ira que se abría paso en tu pecho y afloraba al exterior para mostrarme lo inútil que había sido aquello.

Cuando tomaste el rostro de él, mi estómago se revolvió y caí en la cuenta de que lo nuestro era imposible.

Tu voz retumbó en mis oídos, ordenandome que me fuera. Pero solo... no nos fugaríamos juntos, eso no había funcionado.

Cuando una lágrima rodó por tu mejilla, imaginé cuantas más podrían derramar tus ojos si tú llegabas a amarme como yo lo hacía, si llegabas a pensar en mí cada minuto, como yo en ti.

Si aún después de que muera, seguirías sintiendo algo por mí. ¿Cuántas gotas de agua caerían sin piedad por tu rostro?

No quería verte llorar, y aunque no te vería al partir, tampoco soportaba la idea de saber que solo dejaría dolor dentro de ti.

Prefería que me odiaras Analía, quizás así, tú podrías ser feliz y yo me sentiría mejor en donde quiera que esté.

Tal vez, solo así, la vida no duela tanto.

Lamento no ser como ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora