Cincuenta Y Dos

71.8K 9.1K 2K
                                    

Aquel momento fue el más difícil del mundo. Fue un golpe duro, sin escrúpulos, desgarrador y agonizante.

Te fuiste tú y una parte de mí se fue contigo. 

El cementerio se había convertido en mi casa, no podía separarme de allí, no, no quería alejarme de ti.

Necesitaba que volvieras, aún lo necesito.

Maldita sea, necesito de tus besos en las mañanas e irme contigo a la cama cuando el día termina. Necesito verte, tocarte, sentirte cerca, necesito decirte que te amo, que te pienso todo el día. Necesito que me mires, que me hables, que me hagas enojar y luego lo soluciones, necesito que me tomes la mano y la aprietes fuerte, necesito que acaricies mi pelo, que te aferres a mis caderas, necesito que estés aquí conmigo, ahora y para siempre.

Sé que estás en un lugar mejor, sé que no estoy sola, tú estás en cada una de las mariposas que veo, estás en el aire, libre del dolor, libre al fin. Pero no me es suficiente, yo te quiero aquí aunque eso sea egoísta de mi parte.

Todavía puedo notar destellos verdes mientras camino que me recuerdan a tus ojos. Y cada vez que Buterffly sonríe acuden a mí sus momentos junto a ti, sus travesuras, y tu sonrisa.

No diré que con el tiempo me he curado, porque te extraño todos los días, cada uno es triste sin ti, sin embargo es hermoso al lado de ella.

Soy fuerte, sí, gracias a tu amor, siempre me preparaste para tu partida aunque nunca pensé que sería malditamente destructora.

No tengo más que decirte, solo que lo prometido es deuda y soy feliz, por ti, por mi, por nosotras.

Lamento no ser como ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora