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―Jauregui, no estas mejor que la última vez que te vi.―dijo Lucas haciéndose a un lado para dejarla pasar.

―Créeme, no estoy mucho mejor por dentro.―repuso Lauren con amargura tomando asiento frente a él.

Suspiró al recostarse en la silla, frotando sus ojos con la esperanza de disipar el cansancio del largo viaje que no habían colaborado en nada con la fatiga interna.

―Ya veo.―observó su médico, genuinamente sorprendido por la apariencia de su paciente.

Dos meses atrás, Lauren parecía haber mejorado notablemente gracias a la chica de los correos electrónicos de la que ella misma le había contado. Lucas logró divisar cierto entusiasmo en las expresiones y el timbre de voz de su paciente cuando se refería a Camila Cabello como la desconocida chica que la sacaba de sus casillas. Aún así los ojos de Lauren brillaban con admiración y placer cuando ésta la desafiaba a cada minuto.

Sin embrago, los trastornos mentales que al parecer seguían consumiéndola por dentro resultaban ser más poderosos y fuertes que la convicción que Lauren ponía en intentar cambiar y avanzar. Los recuerdos la perseguirían por el resto de su vida, pero ella podría aprender a vivir con eso sin olvidar si estaba dispuesta a perdonarse. A pesar del daño interno y las pocas posibilidades de reivindicación, Lucas había percibido cierta esperanza en aquella desconocida que para Lauren era única alternativa de luz al final del camino.

―Parecías desesperada por teléfono y te ves fatigada ahora mismo...así que ¿cuál es el problema?―cuestionó él sin poder ser menos directo.

Entonces cuando Lauren fijó su mirada en él, comprendió sin escuchar lo que sus ojos inexpresivos, vacíos y gélidos le gritaron; Lauren había perdido la luz que tanto tiempo le había constado encontrar. Lo siguiente ya no fue una sorpresa para él.

―Yo, siempre he sido yo.―dijo Lauren con voz crispada mientras bajaba la mirada.

Lucas no podía recordar una sola vez en la que su impasible paciente hubiese bajado la cabeza y esto de cierta manera lo incomodó, pues posiblemente estaba enfrentándose a la parte que tanto perturbaba a Lauren y que ella misma había decidido borrar de su memoria. La repentina actitud de desorden en Lauren era prueba clara de ello.

Aclarándose la garganta, Lucas devolvió.

―Define yo, quiero saber quién eres, Lauren.

―Eso ya lo sabes.―replicó ella frunciendo el ceño notablemente irritada.

―Sabes a lo que me refiero―pero su testaruda paciente se negaba a admitir la verdad de su realidad y al no obtener una respuesta luego de unos minutos, Lucas añadió con decisión―, Lauren sino me dices a qué le temes no podré ayudarte ni tampoco podrás salir del pozo donde de empeñas a estar.

En vez de hablar, Lauren se incorporó bruscamente yendo hasta las ventanas del consultorio con vista a la ciudad de Oxford mientras su médico esperaba paciente y atento desde su escritorio hasta que ella murmuró.

―¿Cómo le dices tus peores pesadillas a alguien sin poder impedir que corra lejos de ti después? ¿cómo lograr evitar te juzgue o te mire con miedo y desaprobación luego de ver a través de tus ojos las cosas sádicas que imagina tu mente?―cruzándose de brazos, dio una mirada de soslayo a su médico que a su vez la observaba interesado―, ¿cómo fue que me dejó tocarla sin su aprobación? ¿cómo no me di cuenta? ¿cómo...?

Fue abrupto el notable desvío de reproches internos de Lauren, había pasado desde el temor presente aún de su niñez hasta el miedo que sentía al rechazo y la perdida. Para Lucas hubo una sencilla explicación la cual dejó saber sin temor a la respuesta de su paciente.

Desnuda Tú Alma (Camren G!P)©Onde histórias criam vida. Descubra agora