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A Camila no le gustaba ver la televisión, decía y creía era una porquería o mejor dicho la mayoría de sus programas lo eran. Afortunadamente Lauren pensaba lo mismo, así que terminaron esa noche leyendo documentales de las ciudades antiguas, Londres en particular.

―Nunca mencionaste habías elegido el puesto en Oxford por encima de Harvard.―comentó Camila acurrucándose en el pecho de Lauren.

Se encontraban acostadas en una de las tumbonas del balcón desde donde podían ver la bahía de South Beach. Lauren dejó el libro que leía a un lado y rodeó con sus brazos a Camila.

―No tuve opción, debía estar lo más cerca de la empresa. Me pareció lo más lógico, además Oxford es igual de buena.

El suspiro de Camila suscitó la pregunta siguiente en Lauren.

―¿Qué?―inquirió.

―Cada vez que leo sobre historia me transporto en el tiempo. Uno de los escenarios a los que siempre regreso es a Inglaterra. Me gustaría sólo por una vez hacerlos realidad.

Lauren asintió y guardó silencio. Sabía que Camila jamás le pediría aquello hablando inconscientemente como si aún no supiese quién era su amante. Pero Lauren sí que tenía conciencia de quién era ella y de lo mucho que se conocía; era alguien que podía hacer realidad todos sus sueños.

Al fin y al cabo para eso estaba para hacerla feliz porque de qué serviría tener tanto dinero en los bancos sino tenía con quién compartirlo y, Camila merecía cada centavo aunque no lo pidiese.

*

Pasaron tres semanas, tras semanas en las que Lauren enamoró a Camila con cada detalle, como le había prometido. La comió en chocolate y fresas dentro de la tina, saboreando su esencia mezclada con lo dulce de la fruta y lo amargo del cacao.

Antes de su paseo por la bahía Lauren había mandado a que cubrieran parte de la arena en la playa con pétalos de rosas de colores rojos y blancos siendo estos símbolo de la pasión y el amor que ambas compartían acabando en una noche maravillosa dónde no sólo disfrutaron ellas.

Muchas parejas sin distinción de raza, sexo o color caminaban a lo largo y ancho del suave recorrido, otros sentados sobre el manto rojo creado mientras veían los fuegos artificiales en el cielo.

Muchas parejas sin distinción de raza, sexo o color caminaban a lo largo y ancho del suave recorrido, otros sentados sobre el manto rojo creado mientras veían los fuegos artificiales en el cielo

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―Tú y tus detalles extravagantes.

Le dijo Camila medio enserio medio en broma.

―¿Quieres que pare?―sugirió Lauren tomándola de la cintura al tiempo que alzaba una ceja negra―, porque puedo si me lo pi..

―No.―se apresuró a decir Camila enlazándola por el cuello.

Entonces Lauren se inclinó para besar su sonrisa.

―No podría parar aunque quisiera.

Camila no sólo aceptó el roce de sus labios sino que se rindió a su lengua exigente y boca insaciable. Lauren estaba en lo cierto, jamás iba a parar de demostrarle su amor y otro testimonio de ello fue la cena que las esperaba a mitad de la playa; en una mesa rodeada de antorchas y manteles blancos.

Desnuda Tú Alma (Camren G!P)©Where stories live. Discover now