CAPÍTULO VIII: LA MISIÓN

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Aria Akasha la prodigio de los Akasha estaba justo ahí frente a Reiji y Mía, su aptitud engreída de la cual el chico de cabello plateado había sido víctima en su niñez, su desconcertante temor estaba frente a él.

—¡Fénix! —expresó la chica mientras golpeaba sus puños.

Unos guantes rojos aparecieron en sus manos, Aria al igual que Mía dominaba a la perfección el poder del Guardián. Aria se especializaba en batallas cuerpo a cuerpo a gran velocidad.

Dio un salto e intentó golpear al chico con un puño en llamas, pero este logra evitarlo dando un salto hacia atrás. Sacó su espada, Mía por su parte solo observaba.
Aria uso el Dash para acercarse a Reiji y lanzar un golpe, que este bloquea colocando de lado su espada.

—Pequeño gusano debilucho.

En un instante se veía como si cuatro de ella misma atacasen a Reiji. Esto debido al dominio del Triple Dash, su velocidad era impresionante parecía que hubiesen cuatro de ella, golpes iban y venían, pero algunos eran evitados y el resto bloqueados por Reiji.

Las personas alrededor se alejaban y no sabían que pasaba, dando un salto hacia atrás Aria se impulsó hasta donde el chico pero este evitó el golpe, haciendo que la chica golpee el suelo creando un enorme cráter en él, los guantes del Fénix aumentaban su fuerza a gran escala.

— ¡Basta! —dijo Mía— Tengo un informe sobre Lux.

Al escuchar ese nombre "Lux" la chica se detuvo y volvió a la normalidad.

—Lo siento, Mía y Reiji, ambos saben que no me puedo controlar —dijo Aria inclinando la cabeza.


—Vamos a un lugar donde podamos hablar —expresó Mía.


—Sí —le respondió Aria.

Los tres se marcharon a una cabaña perteneciente a los Akasha.
Los Akasha y Kaede estaban trabajando juntos tratando de averiguar la ubicación de Lux, el quinto dragón, el cual fue visto en el Pueblo River volando por unos segundos y luego desapareció. Además del hecho que encontraron miembros de los Caballeros Negros cerca de esta zona.

Estos caballeros han andado en busca de las armas del dragón por mucho tiempo por orden de Lord Vragas, según el informe aparentemente habrían encontrado la Lanza de Raiko y llevado a su fortaleza.

Aparentemente están en busca de Lux para sus planes, esta organización criminal que ya han causado grandes daños a Ventara durante años.
El motivo por el cual Mía había traído a Reiji es por ser descendiente de Yulia y podría en teoría ayudar a localizar las armas antes que los Caballeros Negros. Debido a que posee su misma energía.

La misión tanto de Mía como Aria era encontrar las armas del dragón y a Lux, pero el enemigo les lleva la ventaja.

—Entendido —esas fueron las palabras tras el informe que dijo Mía.

Luego invocó parte del Fénix para que llevara el informe a su padre. Ella debía viajar ahora mismo con Mía hacía Pueblo River al este de donde se encontraban.

Reiji no entendía mucho lo que estaba pasando y no sabía el porqué de su presencia ahí. Mía se le acercó.

—Necesitamos que localices las a armas que sello Yulia —dijo Mía.


— ¡¿Eh!?


—Ese es el motivo por el cual estas aquí —expresó Aria dirigiéndose a Reiji.

Inclino su cabeza, no sabía qué hacer, no sabía cómo localizar las armas.

—No te preocupes te enseñaremos cómo —dijo Mía—

Ahora el joven aventurero tenía que viajar con dos hermosas chicas en busca de unas armas legendarias para evitar que cayeran en manos de sus enemigos.

Reiji y las chicas pasarían la noche en esta cabaña para al día siguiente salir en busca de las poderosas armas.

—Tanto tiempo amiga —dijo Aria.


—Sí —respondió Mía.

Mía y Aria se conocían desde pequeñas ya que asistieron a la mima academia, ambas tenían la misma edad y pues se llevaban muy bien. Mientras no cambiara a su otra personalidad la cual detestaba a Mía por igualar su poder. Técnicamente eran dos grandes amigas rivales, que durante su tiempo en la Academia compartieron muchas aventuras, victorias y derrotas, las cuales las formaron para ser lo que son ahora.

Fortaleza Flotante

Un Caballero Negro apareció ante su señor.

—Mi Lord encontramos la Lanza de Raiko —pronunció mientras se ponía de rodilla.


—Bien, retírate.

El caballero se marchó, un chico rubio con armadura oscura con acabados azules salió entre la oscuridad de la habitación, llevaba una lanza, sus ojos eran grises y se arrodilló frente a su Lord.

— ¿Escuchaste? —preguntó aquel Lord.


—Sí, mi Lord —respondió el chico.


—Te desempeñas con la lanza y te encargaré que domines la Raiko.


—Como ordene, mi Lord —dijo el chico y se retiró.

Él un chico de aparentemente 16 años de edad era el más confiable para Lord Vragas. Joven, inteligente y un excelente Paladín del rayo. Ahora se le había dado la misión de dominar el arma más fuerte de las del rayo. La lanza de Raiko...

Lighgon y las Armas del Dragón [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora